Gracias a Dios que existen diversas compañías desarrolladoras en el mercado que apuestan a que de Wii se puede sacar algo bueno. Bueno a nivel gráfico se entiende. La apuesta es muy difícil puesto que la consola no es una maravilla del hardware, pero a base de pericia y saber hacer se puede llegar hasta un apartado visual bastante potable. Eso nos prometieron con ‘Cursed Mountain’, ¿Lo han cumplido?
La respuesta es sí, parcialmente sí. Veremos unos gráficos cuyo punto fuerte es la magna escala que adoptan algunos edificios y estatuas respecto al player, veremos unas texturas más trabajadas de lo normal (aunque en pequeñas dosis, como comprenderéis no todo se carga a la misma definición) y comprobaremos lo importante que es tener una buena dirección de arte.
No es mucho, pero consigue traspasar esa sensación de soledad que el juego pretende dar. Recordad, una historia de miedo en la que tomaremos el papel de un escalador perdido en el Himalaya que se enfrenta a fuerzas sobrenaturales. Algunas de ellas, por cierto, bastante conseguidas para verse así de cerca.
Sobretodo teniendo en cuenta que sólo figura un escenario y que la montaña entera está siempre cargada para recordarnos, amenazante, su presencia. De hecho, a medida que avancemos escalando sufriremos alucinaciones que no podremos distinguir de los enemigos reales. Todo muy chungo, como vimos hace un tiempo.
De momento, poco más que lo que se aprecia a nivel visual podemos argumentar. Si consiguen una buena implementación del Wiimando y un esquema de controles intuitivo y funcional, podríamos estar ante uno de los títulos del año.
Vía | Kotaku
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