Tras el deslucido tráiler de Shenmue 3 saltan las alarmas: ¿no tenían nada mejor que enseñar?

Vaya por delante que en la interminable lucha gráficos vs jugabilidad siempre me decantaré por el entretenimiento. Bien por mi trayectoria como jugador o por mi fanatismo indie, el hecho de valorar una obra más allá de su aspecto visual no solo forma parte de mi trabajo como analista, sino que además supone un pilar fundamental en el estudio de la industria.

Yu Suzuki, alma mater de la saga 'Shenmue' y maestro del costumbrismo digital, se convirtió en uno de los creadores más ambiciosos y respetados de la industria por aunar con elegancia ambos extremos. Aplausos y galardones merecidos, reviews rozando el sobresaliente y una comunidad entregada a su obra. Todo lo necesario para evitar lo que desgraciadamente sucedió: la completa desaparición en consolas del universo Shenmue.

Dramas al margen y tras casi 20 años del lanzamiento del primer título, la esperada nueva entrega de la saga financiada con una campaña récord de Kickstarter se deja ver en un nuevo tráiler aprovechando la celebración de la Gamescom. La feria europea del videojuego por fin arrancaba los motores del hype con fuerza tras un par de jornadas especialmente sosas.

El resultado (para sorpresa de muchos) ha sido terriblemente mejorable en tantos aspectos que no solo merece que nos detengamos, sino que además parece el enésimo fangame de la franquicia o el último revival de Youtube elaborado con Unity. Error, sorpresa, error, desencanto, que sirven de ingredientes para un cóctel desacertado.

Desde entornos pobres o animaciones de texto deslucidas. Pasando por detalles poco trabajados y movimientos ortopédicos. Hasta llegar a texturas que parecen un homenaje a los 128 bits y expresiones faciales inexistentes. El tráiler de 'Shenmue III' es un tropiezo tan mayúsculo que incluso puede invitar a la risa floja. Algo que entristece todavía más.

La potencia gráfica no significa un problema para el que, como yo, disfrute de la narrativa o se considere fan de las aventuras vistas en Dreamcast. Valoro las pequeñas joyas indie como si fueran triples A y echo de menos aquellos 90’ en los que la Game Boy Camera podía pasar como el invento del siglo. Pero hablar de Shenmue es hacerlo con palabras mayores y encontrarse semejante despropósito duele más de lo debido.

Las alarmas llevan sonando desde primera hora de la mañana: ¿Dónde está la magia que nos fascinó? ¿Por qué han decidió ofrecer algo así de mejorable? ¿Es lo mejor que tienen? ¿De verdad hacía falta revitalizar la saga? ¿Estaremos ante un nuevo caso 'Mighty No 9'?

Razones para el nerviosismo no faltan, desde luego, pero ahora más que nunca hay que ser consciente de las dificultades de un proyecto que sin ni tan siquiera nacer ya sentía el asfixiante peso del hype sobre los hombros: el mal mayor de nuestra época y el máximo responsable de la ausencia de ‘Half life 3’ nos ha hecho venirnos arriba demasiado rápido y sin otear las posibilidades.

A menos de un año para que salga a la luz, lo cierto es que semejante aperitivo ni convence ni calma los ánimos. El equipo de Ys Net tiene tiempo para enmendar una trayectoria a la baja, pero afrontar un millonario lanzamiento desde un nivel visual tan bajo hace que aventura de Ryo Hazuki siembre más dudas que buenas sensaciones de cara a su recta final.

Toca analizar lo visto, masticarlo y buscar el positivismo con ganas (con las que sigan quedando). Estoy convencido de que el producto definitivo será incuestionable porque si necesitan un filtro de calidad, qué mejor que el propio Yu Suzuki para hacer de poli malo.

Tengamos fe e incluso demos gracias por el tráiler. Claro que sí. Lo mismo el "arreón" de la comunidad (o latigazo, que alguno se le ha ido de las manos) sirve para firmar la obra más fina, intimista, cuidada e imprescindible de la saga. Los casi 70.000 mecenas que forman parte de su crowdfunding no se merecen menos.