Nunca es fácil ver tropezar y/o caer a un videojuego que te apasiona. El caso de Helldivers 2 es lo bastante reciente para que sus fans entiendan de lo que estoy hablando. Porque aunque sus responsables nos fallen, lo cierto es que no dejas de apreciarlo. Puedes aparcarlo, pero siempre es una pena. Y pasa con cualquier cosa que se sienta de uno, sino no habría tantas broncas en internet.
The Division 2 de Ubisoft es uno de los videojuegos que me ha aportado más alegrías y penas a partes iguales. Se lanzó en 2019, así que va camino de cumplir seis años. ¡Se dice rápido! Han ocurrido muchas cosas buenas y malas desde entonces, aunque la balanza se ha desequilibrado bastante hacia el lado negativo durante los últimos años.
Descenso sin frenos hacia la desesperanza
La historia es larga, pero puedo resumir los últimos años en The Division 2 con una palabra: repetición. Es cierto que ha recibido algunas novedades, pero en general ha sufrido un estancamiento atroz. Se han repetido pases de batalla y eventos, el sistema de Cacerías ha sido exactamente el mismo desde el DLC Warlords of New York y la historia ha dado pasos cuya coherencia sigo sin tener del todo clara.
Pese a todo, la prueba más irrefutable de su estancamiento y falta de cambios es que llevo dos o tres años cumpliendo con las Cacerías y el resto del contenido sin necesidad de tocar ni un modificador de mi construcción de personaje o build. Se ha mantenido fuerte y optimizada, incluso con los cambios que han llegado al videojuego
Mi desencanto transformó la experiencia de emocionante a mera rutina para mantenerme al día. Me hizo perder la esperanza hasta el punto de sentir su mundo como desconocido cada vez que volvía para una cacería: no recordaba botones puntuales, ni funcionamiento de mi build y algunas zonas me parecían nuevas después de tanto tiempo sin verlas. ¡Y tengo acumuladas 1.350 horas de juego!
Un rayo de esperanza en The Division 2
Siento la chapa inicial de desesperanza. Sé que no es agradable, pero tiene un objetivo: que veas claramente el contraste con mi alegría actual. Tampoco es que Massive Entertainment y Ubisoft hayan rescatado The Division 2 del olvido. Ni mucho menos. La cosa sigue pintando muy cruda para los fans, pero ciertamente he visto un rayo de esperanza con la Temporada 2 del Año 6.
Estoy muy contento. Han vuelto mis ganas de The Division 2. Massive ha introducido cambios tan importantes como fueron aquellos que llegaron con Warlords of New York. Por si no lo recuerdas, uno de ellos fue introducir el sistema de niveles y puntos del Reloj SHD. Tampoco es que fuese difícil después de tantos años estancados, pero tan fundamental es aplaudir las victorias como señalar las derrotas.
La esencia de la experiencia en The Division 2 no ha cambiado: mismo mapa, zonas, sistema de invasiones y modos, misiones, puestos de control y actividades. Todo igual. Sin embargo, las cacerías sí han cambiado. Las cacerías/búsquedas originales se dividían en cuatro fases separadas por varias semanas, durante las cuales tenían lugar diferentes eventos. Era una lata, porque completarla requería uno o dos meses.
No niego que las Cacerías originales eran emocionantes y algo novedoso, pero obviamente se acabaron quedando obsoletas. Esperar semanas entre objetivos era aburridísimo. Mientras otros juegos como Destiny 2 supieron adaptarse con temporadas que incluían contenido semanal, incluida historia. A esto hay que sumar eventos como el Estandarte de Hierro. Era un flujo constante. Y aunque esto es cosa del pasado en actual Destiny 2, funcionó durante varias temporadas.
The Division 2 ha tardado en actualizarse, pero lo ha conseguido. La Temporada 2 del Año 6 introduce un nuevo sistema de temporadas basado en objetivos semanales. Sombras Rojas es la nueva Cacería que se desarrollará a lo largo de 14 semanas. Incluye varios acertijos y objetivos, que esencialmente es repetir actividades existentes. Aun así, es un soplo de aire fresco a la experiencia de juego.
Y no es lo único que ha cambiado. El sistema de Pases de Batalla de The Division 2 era arcaico en comparación al resto de la industria. Era el clásico de dos bandas (gratis y de pago) que se desbloquea obteniendo experiencia de forma pasiva. Una vez más, estuvo bien durante un tiempo... pero incluso Fortnite (precursor de todo esto) se adaptó hace mucho tiempo para hacerlos más dinámicos.
Massive también ha actualizado el sistema de Pase de Batalla, tanto en su diseño como en funcionamiento. Además, ha mejorado la calidad de las recompensas. Se mantienen las recompensas gratis y premium, pero ahora no basta con subir experiencia de forma pasiva. Se añaden dos bloques importantes: Viaje y Objetivos Prioritarios.
El Viaje no es otra cosa que un sistema de misiones que debes cumplir para obtener experiencia para el Pase de Batalla y desbloquear otras recompensas de temporada que trataré a continuación. No es una revolución. Lo tiene desde Fortnite hasta New World: Aeternum. De hecho, me recordó mucho a cómo lo tiene planteado Diablo IV.
Una vez más, Massive llega tarde... ¡Pero llega, maldita sea! El rediseño de las Cacerías es genial y muy acertado, pero esto me ha devuelto la vida en The Division 2. Es cierto que se completan bastante fácil (al menos las primeras páginas), pero no deja de ser otro motivo para exprimir la temporada. Los Objetivos Prioritario son misiones que otorgan un extra para el pase.
Todos estos cambios están muy bien. Son el combustible perfecto para jugadores como yo, que realmente quieren hacer cosas en The Division 2. Sin embargo, no sirven de nada si el gameplay no cambia algo. Ya te he dicho que la esencia es exactamente la misma. Repetimos las mismas actividades. Por suerte, el último gran cambio de Massive pone la guinda al establecer nuevas reglas de combate.
Se añaden los Modificadores Globales, Activos y Pasivos tanto para el personaje como para los enemigos. El global está pensado para meter nuevas mecánicas cada temporada. En este caso, se establecen tres zonas de alcance (corta, media y larga) y cada una tiene una amplificación de daño determinada.
Los modificadores Activos y Pasivos se consiguen completando misiones del sistema de Viaje y sirven para potenciar nuestro estilo de combate, ya que los enemigos reciben sus propios modificadores. Hay un montón y me alegró ver que hay varios para cada estilo de juego. De hecho, están divididos en distancias de combate.
Quizás todo esto te parezca insuficiente después de tantos años de malas decisiones, ausencia de contenido sustancial y un abandono descarado por parte de Ubisoft. Y llevas toda la razón. Esto no va a hacer que The Division 2 remonte el vuelo y mágicamente se ponga a la altura de otros juegos del estilo más fuertes como Destiny 2 y Warframe. Ese tren pasó hace mucho.
Sin embargo, creo que es suficiente para dar una alegría a todos los jugadores que amamos The Division 2 y que mantenemos nuestras esperanzas en The Division... aunque sean las pocas que nos quedan. Prefiero celebrarlo como una victoria, porque hacía tiempo que no sentía auténticas ganas de enfundarme el traje de Agente SHD. Volver a un juego solo por costumbre, para estar actualizado, ha sido algo que me ha entristecido durante los últimos tiempos.
La situación actual de Ubisoft no es buena. Ya sabemos que el Heartland (free-to-play) se fue al traste y que Resurgence (móvil) no va a salvar a esta franquicia. The Division 3 era el único madero al que agarrarse hasta ahora. La Temporada 2 del Año 6 no solo demuestra que hay un margen de cambio y mejora, también me hace pensar que hay voluntad por parte de sus responsables para sacar adelante The Division 2. Al menos una poquita, hasta que llegue el próximo juego.
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