Cualquiera que haya jugado a Dark Souls ha comprendido el auténtico dolor de cabeza que supone llegar por primera vez a las Profundidades. Las cloacas del RPG de FromSoftware son un hervidero de Basiliscos, unos seres reptilianos muy saltarines que poseen la particular habilidad de exhalar una niebla que no conviene tocar.
Si el efecto de la misma se concentra en nuestro personaje, nos provocará el estado de Maldición, el cual reducirá drásticamente nuestra salud, pero de forma permanente. Ponerle remedio a esta situación no es nada sencillo y, por si no fuera lo suficientemente molesto, la desarrolladora japonesa también decidió colarlo en varios escenarios de Elden Ring.
Así pues, cada vez que vemos su imagen con los enormes ojos en su cuerpo, ya podemos echarnos a temblar. Sin embargo, fue el propio Hidetaka Miyazaki el que aclaró en el podcast japonés Game no Shokutaku que en realidad esos globos oculares tan grandes son falsos. "Por cierto, esos son ojos falsos. Si miras los trabajos de diseño, los ojos pequeños y reales están justo debajo", aclaraba el director de ambos proyectos.
Y es que si nos fijamos atentamente veremos otros mucho más diminutos y que componen realmente los órganos que permiten a los Basiliscos ver lo que hay a su alrededor. En esta imagen lo podréis apreciar mejor.
"Son falsos. Pongo mucho cuidado en las cosas y no espero que mucha gente los descubra fácilmente", revelaba Miyazaki, al mismo tiempo que aconsejaba matarlos para poder mover los cuerpos y comprobar de primera mano la posición de los ojos. Por ahora, nos conformamos con no volver a ver a los Basiliscos en mucho tiempo.
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