Con la crisis mundial convertida en el tema de moda, repetido a la saciedad en todo tipo de medios, no es de extrañar la importancia que se le da últimamente a las noticias sobre pérdidas o beneficios de una empresa, y como estas capean el temporal en el que nos encontramos.
En el caso de Sony, la protagonista de este titular, la compañía acumula unas perdidas de 100.000 millones de yenes durante el presente año fiscal (que acabará en marzo de 2009). Cifra que resulta si cabe más preocupante al compararla con los cálculos de la empresa que pronosticaban, por contra, un beneficio de 200.000 millones. Esta noticia se suma al anuncio ya realizado por la compañía de que despedirá a una cifra de entre 8.000 y 16.000 empleados.
¿Cual es el problema de la empresa? Bueno, como suele ocurrir en estos casos, se debe a una conjunción de factores. El fracaso en ventas de PlayStation 3 es, pese a quien pese, una de las razones. Y sí, aunque la consola está funcionando razonablemente bien, ni de lejos se acerca a las optimistas predicciones que se hicieron sobre la misma en un principio, basadas evidentemente en la enorme cuota de mercado que consiguieron sus predecesoras.
A todo ello se suma, además, el sobreesfuerzo económico que supone la máquina, comparada con su competencia. PlayStation 3 es una consola cara de producir, por la inclusión desde el principio de un lector de Blu-ray y por el elevado coste en investigación que todavía debe ser amortizado, ya que el procesador Cell, su principal caballo de batalla, no ha funcionado como se esperaba.
La intención de Sony con Cell era crear un modelo de procesador que, aparte de ser el núcleo de su consola, pudiera ser revendido a otra empresas para recuperar de este modo la inversión realizada en su desarrollo. Sin embargo, tampoco este plan ha funcionado como se eperaba en un principio. El procesador Cell se ha implementado en dispositivos tan diversos como Servidores Blade y Mainframes de IBM, así como en algunas tarjetas aceleradoras PCI Express. Sin embargo, aparte de PlayStation 3, su uso en producto de gran consumo es todavía anecdótico.
Volviendo al Blu-ray, aunque la empresa ha ganado la batalla de la alta definición con su formato, lo cierto es que esta división tampoco esta dando los beneficios deseados. Los consumidores todavía son reacios a comprar películas en alta definición, ya que para muchos, el viejo y conocido DVD es más que suficiente, aunque su calidad sea técnicamente inferior.
Aunque el formato Blu-ray ha visto incrementadas su ventas en 2008, lo cierto es que las ventas de los discos DVD, que poco a poco comienzan a decaer, aún suponen más del 80% del mercado del vídeo doméstico. El coste de los reproductores de Blu-ray todavía es alto y sus supuestas bondades no resultan tan determinantes como lo fue en su día el paso del formato analógico VHS al formato digital que ofrecía el DVD. Asimismo, mientras el DVD se dirigía a un público más amplio (cualquiera que tuviera un televisor) es obvio que el Blu-ray es un formato que por el momento solo interesará a quienes tengan una pantalla de alta definición en su casa.
El formato Blu-ray terminará por imponerse, nadie lo duda, pero es una carrera a largo plazo. No obstante, para ayudar a los consumidores a dar el salto, los primeros discos híbridos (DVD y Blu-ray en un solo disco) ya han comenzado a llegar al mercado.
Por último, y no menos importante, las divisiones de televisores LCD Bravia y portátiles VAIO de Sony, que tan buenos resultados han dado en años anteriores, han visto decrecer sus ventas sustancialmente en el año 2008, arrojando también resultados finales de pérdidas. Ya sea por la caída de la demanda en este tipo de productos, por las sucesivas bajadas de precios que han sufrido, o por la entrada de nuevos competidores que han provocado una mayor dispersión del consumidor hacia otras marcas y modelos de la competencia con características similares, lo cierto es que la venta de televisores LCD es un mercado que empieza a saturarse.
Así pues, Sony se enfrenta de este modo a su mayor crisis en los últimos 14 años, desde que en diciembre de 1994 comenzara a comercializarse la tremendamente exitosa primera generación de PlayStation.
Aunque el año 2009 se presenta alentador para PlayStation 3 en lo que concierne a previsiones de ventas y nuevos lanzamientos, está por ver como este varapalo financiero de la empresa matriz afectará a la división de videojuegos.
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