Bueno, OUYA y Julie Uhrman siguen haciendo de las suyas. Lo que se podía convertir en el cuento de la cenicienta de las consolas libres va de camino a convertirse en una pesadilla para todos aquellos que confiaron en la propuesta. Los primeros en recibir los kits de desarrollo ya avisaron de que la consola hacía aguas por todos lados. La situación actual es peor, las consolas ni llegan a los que apoyaron el proyecto en Kickstarter.
Y eso que la compañía, en boca de su CEO, se hartó de repetir que los "backers" de kickstarter y los que adquirieron la consola mediante la web oficial antes del 4 de febrero la recibirían a finales de abril. Vamos, un par de meses antes de que la consola se pusiera a la venta a finales de Junio. El tiempo ha pasado y ¿sabéis qué? La mayoría de gente que la compró vía kickstarter o vía web no la ha recibido aún. Y en cambio los que se esperaron a su fecha de salida sí que han podido comprarla.
Al menos mientras ha estado disponible ya que tanto en Amazon como en GameStop parece estar momentáneamente agotada. Así de bien va el asunto. Exitazo total de ventas en UK y USA (recordad que aún no se ha lanzado en el resto de países), críticas muy malas, primeros test de potencia serios al hardware que arrojan no muy buenos resultados y un montón de usuarios cabreados ya que pagaron hace meses y la compañía no responde ni a los mails.
Y eso os lo digo de buena tinta ya que llevo esperando una contestación del equipo de "support" de Ouya desde hace 28 días. Y nada, que no hay manera de que ni tan siquiera contesten. Si consigo alguna aclaración actualizaré el post para que sepáis qué se cuece, pero vamos. Dudo que ahora espabilen tras un mes.
Por cierto, Julie Urhman publicó hace unos días un extenso post sobre la situación en el que se disculpaba al mismo tiempo que echaba las culpas a la empresa de transporte y entrega de la mercancía. Prometía también medidas extraordinarias para desencallar la situación y para que todos los que adquirimos la consola vía kickstarter o vía web (hasta el 4 de febrero) podamos recibirla cuando antes. Bueno, palabritas que se lleva el viento. Ya lo veréis.
De momento y si mucho no cambian las cosas, Ouya tiene todos los números de ser una buena idea que fracasó al materializarse (pese al relativo éxito de ventas). Esperemos que un gran catálogo de juegos consiga equilibrar la balanza. Aunque mucho me temo que la cosa está complicada.
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