Entre las Gerudo de The Legend of Zelda sólo nacen mujeres (y un hombre cada 100 años). Esto es lo que dice la ciencia sobre ello

Entre las Gerudo de The Legend of Zelda sólo nacen mujeres (y un hombre cada 100 años). Esto es lo que dice la ciencia sobre ello

La duda sobre el equivalente real al sistema reproductivo de las Gerudo no es tan descabellada, después de todo

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Gerudo Zelda

No acostumbro yo a ser fan del lore de los juegos. Digamos que esa época ya pasó y ahora, con tres hijos reclamando atención, la idea de ponerme a leer textos o escuchar conversaciones de audio que alguien ha dejado por ahí me apetece tanto como clavarme astillas debajo de las uñas. Prefiero estar montando cachivaches en The Legend of Zelda.

Pero con The Legend of Zelda Tears Of The Kingdom no es que sólo haya caído en el pozo del lore pese haber pasado olímpicamente de él durante años, es que además estoy entrando en terrenos en los que me arrepiento prácticamente al segundo de empezar a leer.

La ciencia detrás de la reproducción de la tribu Gerudo

¿Cuál sería el equivalente biológico del mundo real al sistema de reproducción de la tribu Gerudo? Ese ha sido mi último pozo. Para los que no sepan de dónde sale tremenda locura porque anden igual de perdidos que yo en temas de lore, os explico por dónde van los tiros.

El tema es que en la saga The Legend Of Zelda hay una tribu llamada Gerudo cuya gran particularidad es que todos sus miembros son hembras. Parecen tener relaciones de interés sentimental en otras tribus como la de los Hylianos, de cuya raza son la propia Zelda y Link, pero a nivel de explicación la cosa se queda ahí.

Su vida privada es aún más privada que la del resto, viviendo en aislamiento y sin contacto con varones de otras especies hasta que son mayores de edad, y también limitando quienes pueden entrar en su aldea. Podría decirse que más allá de verlas compartir techo con otras culturas, especialmente por aquello de ser un juego de Nintendo, desconocemos hasta qué punto intiman las Gerudo con el resto de razas y especies de la franquicia.

Resolver el misterio y encontrar cierta similitud con una especie del mundo real sería relativamente fácil si nos detuviéramos justo aquí, pero me reconoceréis que eso sería bastante más aburrido. Para darle un buen girito toca añadir que, cada 100 años, en la tribu de las Gerudo nace un miembro varón que se convertirá en rey, y sólo hasta que se muera el rey y se reinicie el ciclo, las Gerudo seguirán engendrando hembras.

Más allá de la lógica de The Legend of Zelda

Lógicamente detrás de esto hay una trama en la que se introduce el personaje de Ganondorf, la casi extinción de las Gerudo, y temas de lore profundo que ahora mismo, con el berenjenal biológico que tenemos entre manos, pues es difícil que me resulte más interesante que todo esto.

Gerudo

En cualquier caso sólo quería poner sobre la mesa las bases de este pozo para que entendáis hacia dónde nos dirigimos, que por cierto es hacia la nada más absoluta, pero a veces el vacío de un pozo también puede ser igual de interesante. En resumen: que sólo nacen hembras hasta que nace un macho y vuelta a empezar.

Pese a que esperaba darme de bruces contra la pared del final más lógico, en realidad en esta absurda y estúpida búsqueda de raciocinio sobre un mundo en el que hay hadas gigantes que salen de flores aún más grandes, he conseguido acotar la aún más absurda búsqueda de respuestas a dos especies en concreto.

Tres especies que habitan nuestro planeta aún a día de hoy y que, en una voltereta del destino, y con un buen plato de setas de esas que se merienda Link de por medio, podría llegar a arrojarnos algo de luz sobre el sistema reproductivo de las Gerudo en la saga The Legend of Zelda.

El equivalente a las Gerudo en el mundo real

Gerudo

Para darle explicación al nacimiento de hembras pese a producirse un intercambio o relación con otras razas y géneros, el primer ser vivo real al que podemos agarrarnos es al lagarto de cola látigo, una especie en la que no hay machos y que se reproduce por partenogénesis.

La partenogénesis es un sistema de reproducción mediante el que la hembra produce sus propios huevos, pero precisa de una estimulación para autofertilizarse. Hay una relación con otras especies que sí tienen machos, pero nunca llega a haber un intercambio genético.

Esto explicaría en gran parte que las Gerudo acudan a los Hylianos en busca de "novios", tal y como se cita en algunos juegos de la franquicia, y que, a falta de una fecundación por parte de la otra especie, mantengan los cromosomas femeninos y no haya una mutación que modifique su aspecto.

Esto nos deja con la duda de qué ocurre con el macho que llega cada 100 años, que podría ser proceso de una mutación pero resulta poco específico. Podríamos saltar a especies similares como el dragón de komodo, donde sí hay machos pero las hembras también pueden autofecundarse ante la falta de un macho, pero sigue sin ser lo que buscamos.

El girito final: de The Legend of Zelda a Buscando a Nemo

A partir de aquí he pasado por abejas, más lagartos, y un buen puñado de teorías que van desde las feromonas que segrega el macho de las Gerudo manteniendo una producción únicamente de hembras, hasta la posibilidad de agarrarme a lo que habría sido la salvación para mi yo de hace un puñado de horas: magia.

Pero aunque ya he dicho que no íbamos a sacar nada en claro sobre esto, me sabía realmente mal dejaros con este sabor de boca. Necesitaba un giro a la altura de esta pregunta con el que pudieseis cerrar la pestaña algo más felices. Y como no me gusta fallaros, vamos a por el giro final, el que nos lleva de The Legend of Zelda a Buscando a Nemo.

Entre los peces payaso la hembra es el género dominante y, como especie hermafrodita, sus rasgos sexuales siempre tienden hacia ese género. Sin embargo, ante la falta de un macho, una de esas hembras se convertirá en el macho destinado a que el apareamiento de la especie continúe.

Urbosa

Si muere el macho, otra hembra modificará sus rasgos para convertirse en el nuevo macho, manteniendo así una cadena como la de los Gerudo que, con una longevidad de 100 años, daría cierto sentido a esa similitud. Marvin, de Buscando a Nemo, es el Ganondorf de esa historia, pero con el agujero de guión que debería haberle obligado a convertirse en hembra tras la muerte de su pareja.

Y para sorpresa de quien haya sido lo bastante valiente como para llegar hasta aquí, la biología en The Legend of Zelda es más certera que la de una película de Pixar sobre el mundo del mar. Resulta que la duda sobre el equivalente real al sistema reproductivo de las Gerudo no era tan descabellada después de todo.

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