PS Vita no ha sido un éxito rotundo, en realidad parece haber creado más problemas que alegrías para Sony, y aunque todos hemos tenido muy claro desde el principio qué necesitaba para salir adelante con fuerza la compañía nipona ha decidido optar por otras vías, un rediseño que la portátil nunca ha necesitado.
Buscando una revisión que permitiese arañar más beneficios mientras intentan despertar el interés de aquellos que aún no se han acercado a PS Vita, la compañía ha decidido cambiar la pantalla OLED original de la máquina por una LCD. Sus razones tienen, y podéis leerlas a continuación.
La razón principal es que el panel LCD puede ofrecer una imagen de tan alta calidad como el panel OLED.
Lo comenta Andrew House en Nikkei aprovechando también para afirmar que eso les ha permitido hacer un modelo más delgado. De los costes de fabricación, en cambio, no hay más detalles. No voy a entrar en lo de "más barata pero peor" porque no he tenido ocasión de ver ambos modelos frente a frente, pero la siguiente imagen no invita demasiado a la esperanza.
La versión antigua es la de arriba y, francamente, cualquier poseedor actual de PS Vita te dirá sin dudar exactamente lo mismo que estás pensando. La mejor baza de la máquina es su pantalla, una auténtica gozada, y aunque la posibilidad de dejar de lado esa carta no vaya a afectar negativamente al sugerente cambio de precio, sigue pareciéndome una pena. PS Vita no necesitaba un lavado de cara, necesitaba juegos.
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