Han pasado tres años y medio desde el lanzamiento de 'Gran Turismo 6', y a pesar de que normalmente la saga se toma su tiempo en regresar, -si no tenemos en cuenta las versiones Prologue y similares- ha habido un margen más que suficiente para que Kazunori Yamauchi afine los mejores coches del mundo y los lleve a la siguiente generación de sobremesas PlayStation.
'Gran Turismo Sport' es una de las mayores apuestas de la familia de consolas PS4 y no es para menos: a pesar de las alternativas, las actuales sobremesas de Sony venían echando en falta la aclamada saga de conducción permitiendo mostrar lo que es capaz de conseguir el hardware de PlayStation. Sin embargo, el juego sigue siendo muy continuista en aspectos muy concretos.
Tras unas primeras impresiones hemos llegado a una serie de conclusiones que, incluso a costa de sacrificar algunas de las características más asentadas de la saga, no le habrían venido nada mal a la propuesta de conducción PS4. En otras palabras: va siendo hora de que los impactos afecten el aspecto de nuestro vehiculo.
En el fondo se trata de cinco puntos muy factibles que suponen esa diferencia entre ofrecer una entrega conservadora o aportar un giro en la dirección de la propia marca, y que una licencia se quede demasiado tiempo en su zona de confort le puede pasar factura, sobre todo viendo el resto de apuestas de conducción que ofrece este año.
Carrocerías deformables
No es necesario que el nuestro vehículo acabe soltando humo para después acabar explotando como en los primeros 'Gran Theft Auto', pero ver cómo seguimos impolutos tras estamparnos contra muros de cemento o rozamos con el lateral de nuestro coche cualquier objeto en pantalla inexplicablemente acaba restando puntos a la experiencia.
La saga de 'Gran Turismo' no gira en torno a los choques, y de hecho siempre ha premiado a los jugadores que las evitan, -aunque paradójicamente estas sean inevitables-. Pero seamos sinceros, ya había propuestas de conducción hace dos generaciones que abordaron esta clase de circunstancias, y seguramente se puede ingeniar algún sistema que permita al usuario activarlas o desactivarlas.
Colisiones creíbles
La física de los coches de 'Gran Turismo' está muy estudiada, la de sus impactos no tanto. Al chocar con los extremos delanteros conseguimos condicionar la dirección de otros corredores, pero las repercusiones se notan mucho más en el cronómetro que en la pista.
Hay que tener en cuenta que la serie no se ha caracterizado por ofrecer las colisiones realistas. Cuando hacemos por volcar nuestro vehículo nos encontramos con una respuesta adaptada a la carretera y cuando usamos el escenario para forzar las físicas provocamos que nuestro coche pierda el control. Para un conductor competitivo que memorice el circuito no supondrá un problema, pero son estos detalles los que le dan identidad al juego.
Que no penalice las curvas imperfectas
El sistema para no perder es tremendamente sencillo: memorizar cada curva, interiorizar el freno y la aceleración para abordarla de la manera más eficiente y no salirse jamás del asfalto. ¿Y si queremos ser creativos?¿Y si queremos arriesgar saliendonos sutilmente de la pista? Hasta ahora las consecuencias de esto es una incómoda desaceleración.
Si bien es cierto que la respuesta de un coche intentando abordar una curva a 100 kilómetros por hora es ligeramente imprevisible, no tiene sentido que al abordar a esa velocidad un terreno con pasto o arena desplome instantáneamente las revoluciones de nuestro vehículo. Y nos acaba sacando del juego. ¿Por qué no dejamos de castigar el perfeccionar las curvas más eficientes y damos más margen a la improvisación?
Clima dinámico
En 'Gran Turismo Sport' la climatología quedará establecida antes de comenzar la carrera y tiene su lógica: si está enfocado a las competiciones online un cambio inesperado puede sembrar el caos entre los participantes. ¿Pero por qué no habilitarlo a parte? ¿Por qué no aprovecharlo para un modo excepcional?
Ya bien sea online o una experiencia para un solo jugador. Ver un amanecer tras una noche conduciendo, una puesta de sol interrumpida por una lluvia o un cambio inesperado en las condiciones puede ser muy divertido. De cualquier modo en muchas pistas hay entradas a boxes que nos ofrezcan unas ruedas adecuadas. Eso sí, podremos elegir el momento y las condiciones antes de cada partida.
Solo guardar las partidas si estamos online es un error
Estamos de acuerdo en que los grandes añadidos de 'Gran Turismo Sport' provienen de su experiencia online: su renovado espíritu competitivo, el registro de avances diarios o la experiencia que ganemos como piloto serán lo que de continuidad a la propuesta y es el as en la manga de esta entrega. Pero no a costa del juego offline.
Tal y como se puede ver en la pantalla de carga, en 'GT Sport' solo se guardan las partidas si estamos online, con lo que la única opción jugable es el modo arcade. Dicho de otro modo: si los servidores están caídos o nuestra PS4 no la tenemos conectada a internet, las opciones de juego quedan reducidas, pero nuestros avances son completamente interrumpidos, lo cual incluye no poder adquirir nuevos coches, visitar nuestro garaje o simplemente tomar fotos a través de su completísimo editor.
Eso sí, su componente social es todo un acierto y no es lo único
'Gran Turismo Sport' es la entrega más social de la saga. Su modo Sport y las competiciones online, que cuentan incluso con el respaldo de la FIA y PlayStation, son parte esencial de la experiencia.
En nuestras impresiones el emparejamiento online lleva mucho tiempo y apuntarse a los eventos exige un extra de paciencia. Es más, parte de esto se debe al Perfil de Piloto, el cual evalúa nuestra manera de conducir y nos empareja con otros usuarios que se asemejan a nuestro estilo y habilidad. Mientras más mejoremos como pilotos, mejores serán nuestros rivales y todos saldrán beneficiados. Todo un cúmulo de movimientos orientados hacia mantener a la comunidad de usuarios activa y satisfecha.
Apostando fuerte por ofrecer una imagen transgresora
Yamauchi se ha esforzado por hacer que 'Gran Turismo Sport' sea un espectaculo visual, aunque para sacarle el máximo partido a sus posibilidades necesitaremos dos componentes concretos: una PlayStation 4 Pro y un televisor 4K con HDR. Eso sí, desde los primeros compases del juego queda claro que podremos aclimatar el juego a estas posibilidades.
Las repeticiones han mejorado mucho desde la beta celebrado a principios de año, y más allá de las posibilidades que ofrecen estos sistemas, se nota en el sistema de iluminación o el detalle de las pistas, especialmente los circuitos urbanos. Eso sí, los apasionados del motor y el 8º arte se encontrarán con un modo fotografía sin precedentes, donde tendremos el control total de los efectos, la cámara y el vehículo, aunque desafortunadamente no podremos girar el escenario.
Las repeticiones de la beta de 'Gran Turismo' son lo que se puede esperar de éstas: cámaras preestablecidas que buscan encontrar el plano más interesante y que a veces dan un extra de emoción cuando hay varios vehículos en pantalla y se produce el adelantamiento. Pero no lo vamos a negar, aunque las repeticiones sean en 4K y en HDR, se ha ido diluyendo gradualmente aquello que nos invitaba a creer que eran coches hiperrealistas como en la captura que ves sobre estas líneas.
A veces simplemente mejorando los sonidos, las colisiones o simplemente mostrando imperfecciones se consigue ese efecto. La otra manera es crear escenarios con texturas que nos hagan apartar la mirada del coche, pero eso podría ser incluso más costoso; aunque el resultado merecería la pena.
Por supuesto el juego ofrece un sistema de calibración complejo para quien lo busque sin renunciar a una experiencia más ligera y un modo campaña que servirá para sacarle todo el partido a los coches. De hecho, incluso es posible añadir personalizaciones algo más visuales en los vehículos más allá de la puntura. Aunque tampoco vamos a negar que con la coletilla de Sport se lo hubieran podido permitir. A fin de cuentas evolucionar como juego no es mejorar gráficamente.
Con todo, se espera que 'Gran Turismo Sport' es el principal embajador de la potencia que puede ofrecer la PS4 Pro y las posibilidades de la realidad virtual de Sony. Dos incentivos extra para aquellos que dispongan del hardware actualizado o estén interesados en hacerse con ellos.
El equipo de Yamauchi tiene enormes experiencia y talento suficiente para ser el referente en el género en consolas, pero ser la mejor experiencia de PS VR no es suficiente con para reclamar el trono de los juegos de conducción. ¡En las competiciones de motor no basta con ser el segundo!
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