¿Soy el único al que le da un poco de pena que con el paso de los años vayamos perdiendo juegos y géneros que nos encantaban? El titular deja poco hueco para la sorpresa, pero personalmente echo muchísimo de menos los juegos de snowboard de la época de Cool Boarders y SSX.
Lo que en su día fue una avalancha de propuestas, con el mítico minijuego de Final Fantasy VII como máximo exponente de hasta dónde llegó la fiebre, con el paso del tiempo parece haberse quedado igual de seco que nuestras montañas. Toca descubrir qué narices pasó con ellos.
Qué pasó con Cool Boarders
Publicados por Sony y creados por UEP Systems y el estudio Idol Minds que ahora dan forma a Deck Nine (a día de hoy colaboran con Telltale, imagina si ha cambiado el cuento), los tres primeros juegos de la serie Cool Boarders fueron un rotundo éxito en PSX, y los precursores de una fiebre que seguiría creciendo hasta principios de los 2000.
El ritmo que llevaban era buenísimo, pero la entrada en escena de joyas de la talla de 1080 Snowboarding o SSX, y la aparición de un Tony Hawk’s Pro Skater que empezó a acaparar todos los focos, puso cuesta abajo una franquicia que con su tercera entrega parecía infinita.
El bajón de la cuarta entrega y una serie de spin-offs sin demasiado acierto cambiaron por completo la situación , con Idol Minds saltando a otros juegos, y con UEP Systems bajando la persiana tras estrellarse con el lanzamiento de Cool Boarders: Code Alien en PS2. Y con su caída, la saga vivió la misma suerte.
Qué pasó con SSX
La de SSX es una historia especialmente curiosa porque detrás de la idea está Steven Rechtschaffner, un esquiador profesional que se convirtió en productor de televisión sobre deportes extremos que le llevó a crear el boardercross, una mezcla de snowboard y motocross que ha terminado convirtiéndose en deporte olímpico.
En cierto momento de su carrera su familia se muda a Canadá y, cansado de la televisión, empieza a trabajar en EA como productor. Allí da forma a la saga de béisbol Triple Play, que tras un buen puñado de ventas y billetes generados, le abre las puertas a trabajar en su propio proyecto.
Como era de esperar dado su historial, tiró hacia los deportes de nieve, pero lejos de centrarse en la simulación quería que ante todo aquello fuese un juego arcade lo más divertido posible que siguiese la estela de Nintendo.
Lo que debía ser una franquicia para Dreamcast, finalmente terminó ganándose el apoyo de Sony, que bajo la promesa de convertirlo en uno de los juegos de lanzamiento de PS2, no sólo hizo que el desarrollo siguiese adelante, también que EA se lanzase a crear una marca destinada a experiencias más experimentales. Fue así como, de la mano de una recién estrenada EA Sports Big, SSX se convirtió en una de las primeras joyas de PS2.
Pero lo malo de este tipo de alegrías es que suelen ser pasajeras y, tras seis entregas y algún que otro juego para móviles, la saga SSX empezó a desinflarse mientras otro fenómeno, tal y como había ocurrido con Cool Boarders y Tony Hawk’s Pro Skater, empezó a comerse el pastel. En este caso otro deporte, el de pegar tiros en la Segunda Guerra Mundial, primero offline y luego online, hizo que la pasión por el snowboard virtual se fuese a pique.
Bajo la sombra del revival y el remake
Lanzamientos recientes como Steep, Riders Republic o el más reciente Shredders parecen haber demostrado que el interés por el género sigue sin estar en su mejor momento y, pese a su calidad, la fugaz explosión de esos títulos no augura un gran cambio a corto plazo dentro de la industria.
La marca Cool Boarders murió con sus creadores, la de SSX sigue en manos de una EA que no parece muy dispuesta a meterse en experimentos raros, y el amigo Rechtschaffner es la única esperanza de hacer que todo eso cambie.
Tras darle largas EA negándole la posibilidad de realizar un remake de SSX Tricky, Rechtschaffner anunció en 2021 la creación de su propio estudio para dar forma a un sucesor espiritual de la saga. Un juego hasta ahora conocido como Project Gravity que quiere aprovechar otra explosión, la de los juegos como servicio, para devolvernos a la nieve virtual.
Sin haberse mostrado aún imágenes del juego de forma oficial, el milagro de ver cómo este proyecto free to play de Supernatural Studios consigue salir adelante parece poco probable. No perdemos la esperanza, pero creo que podemos dar por hecho que aquella época dorada de finales de los 90 con Cool Boarders, y principios de los 2000 con SSX, no tiene intención de volver.
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