Retocar una fórmula que aparentemente funciona no es fácil y por el camino puedes acabar rompiendo lo que la convierte en algo interesante. Pese a ello PUBG sigue empeñado en, de algún modo, poner freno a los camperos de su Battle Royale.
Aunque no es un juego que favorezca especialmente ese estilo de juego, o al menos no tanto como otros competitivos como el de Call of Duty: Modern Warfare, parece que los jugadores que se acomodan en el centro del círculo son un problema para el ritmo del juego.
En una de sus últimas pruebas han dado con una estrategia que podría venirles bien. Un segundo círculo interno que obligaría a salir de la zona de confort y evitaría que los jugadores se acomoden en la siguiente zona segura. De esta forma el anillo restante acomodaría a todos los jugadores, favoreciendo más los encuentros.
La semana pasada probaron la idea en los servidores internos y se desconoce cuándo o de qué forma llegará a la versión final -si es que finalmente lo hace-. Reinventar la rueda no es fácil, pero se agradece que no se acomoden y sigan intentando retorcer el concepto.
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