Los videojuegos de Disney de hoy en día dejan bastante que desear, pero entre sus juegos de mesa hay joyas imprescindibles como esta

Ya he comentado por aquí en más de una ocasión hasta qué punto soy un gran fan de Disney. Adoro las películas de animación, me crie con sus videojuegos e incluso di mis primeros pasos con los idiomas con aquella mítica colección que vendían en los quioscos. En juegos de mesa, sin embargo, nunca me había llevado ninguna alegría.

Hablo en pasado porque cuando Disney Villainous llegó a las tiendas de la mano de Ravensburger, esa situación cambió por completo. Pese a lo mucho que pueda tirar para atrás aquello de basarse en una franquicia infantil, el de los Villanos de Disney es de los juegos más divertidos y bien paridos que tengo en mi estantería.

Disney Villainous es mucho más de lo que parece

Con seis personajes disponibles para jugar, la gran baza de Disney Villainous es que la partida cambia por completo dependiendo de a quién elijas. Lejos de ser un simple meeple que mueves por el tablero, aquí cada villano no sólo tiene su particular figurita (bonitas a rabiar, por cierto), sino que además también cambia todo lo demás.

Su propio tablero, sus propias cartas, sus propias habilidades y, sobre todo, sus propios objetivos. Mientras que la condición ganadora de un villano es acumular x fichas de poder, para otro el objetivo pasa por eliminar a X héroe en una localización muy concreta. Digamos que tendrás que jugar con cada uno de los seis antes de dar el juego por quemado, pero la gracia es que no todo termina ahí.

Influye también contra qué villanos estés jugando y cuáles sean sus objetivos, porque pese a que tú puedes ir completamente a tu bola en busca de tu objetivo, el resto estarán haciendo lo propio mientras intentan torpedear tu avance, y tal y como veréis a continuación, el tablero de cada uno de ellos marca también hasta qué punto pueden ser una china en el pie tras haberte puesto y atado una de esas botas de montaña que requieren un esfuerzo sobrehumano para ser colocadas y sacadas.

Con acciones especiales, objetos, héroes enemigos y aliados, Disney Villainous es uno de esos juegos que consigue mezclar la colocación de trabajadores con las peleas entre cartas mientras suma una generosa pero accesible capa de profundidad a la hora de planear tus movimientos y qué cartas vas a jugar.

Cómo se juega a Disney Villainous

Con partidas de entre 40 minutos y dos horas para 2 a 6 jugadores, al empezar a jugar a Disney Villainous lo primero que haremos será elegir nuestro villano preferido. Con un pequeño libro de reglas y un sistema que se explica y entiende en menos de cinco minutos, cogeremos nuestro tablero y separaremos nuestro mazo de cartas en dos.

Por un lado estarán las nuestras que iremos robando al final de cada turno hasta tener siempre cuatro antes de saltar al siguiente jugador. Por el otro, estarán las cartas de destino. Cartas especiales destinadas a frenarnos colocando héroes en la parte superior de nuestro tablero.

El problema es que al colocarlas, evitarán que podamos realizar dos de las cuatro acciones que tenemos en cada una de las zonas del tablero, ralentizando así nuestro juego y obligándonos a jugar nuestros propios aliados para que luchen contra esos enemigos con la intención de despejar el tablero.

Lejos de romper la magia, el juego está diseñado para que las cartas que el resto juegan contra ti sean también de tu propio universo, así que un personaje como Jafar nunca se verá las caras contra otro como Peter Pan. Una razón más para querer jugar otros villanos tras la primera partida y así ver qué cartas propias y contrarias te vas a encontrar.

Por increíble que parezca, la cosa no va mucho más allá y, lejos de ser un juego complicadísimo de montar o jugar, es lo suficientemente accesible para que jugar con críos no sea un problema siempre que sepan leer y tengan cierta capacidad de anticipación. Una joyita que, por la calidad de sus materiales y lo divertido que resulta a la hora de jugar en familia, es de esos juegos que conviene tener en tu lista de deseados para darle una oportunidad.