He intentado recordar la última partida de cartas Magic que jugué, pero me ha sido imposible. Lo más probable es que acabase en derrota porque sí tengo muy claro que mi última etapa fue nefasta. Estoy seguro de que para entonces ya había vendido todos mis mazos buenos. Las cartas que he tenido guardadas durante años son la caja negra de mi fracaso final como jugador.
Son cinco tacos de cartas (uno por cada color), porque llamarlos mazos sería hasta insultante, que confirman que por entonces ya no tenía ni idea de lo que estaba haciendo con mi vida. La mayoría pertenecen a M10 (2009) o anteriores, aunque tengo algunas posteriores de amigos que se retiraron y creyeron que en mi cajón estarían mejor que en el suyo. Tengo varios Pacifismos, con eso os digo todo.
Nunca me gustaron los mazos azules, siempre quise tener uno negro (aunque nunca conseguí hacer nada decente) y tuve blancos y verdes de todos los tipos, pero mi obra magna fue un mazo rojo de daño directo. Tierras, algunas criaturas y muchas cartas centradas en hacer daño instantáneo. Si el otro jugador no tenía cartas para mitigar daño o recuperar vida, la partida no duraba más de 10 mins.
Magic x Fallout: cucharadas soperas de nostalgia
Sabía que las colaboraciones de Magic: The Gathering con Fallout y Assassin's Creed iban a ser mi perdición. Tratar de resistir mediante la desinformación era una estrategia aceptable, pero cometí el error de echar un vistazo a las cartas... y ahí es cuando todas mis defensas cedieron.
El sábado pasado, 6 de abril, decidí levantarme temprano para acercarme a mi "tienda friki" de confianza en busca de dos objetivos muy claros: los primeros cómics de Invencible y al menos un mazo de Magic x Fallout. Después de ojear toda la tienda, tuve que admitir para mis adentros lo increíblemente desconectado que estoy de estos mundos desde que dejé de salir a darme caprichos de este tipo.
Me acerqué al mostrador, sintiéndome como todas esas personas que me piden consejos para comprar videojuegos, y pregunté al vendedor si tenía cinco minutos para dedicarme porque estaba más perdido que un jugador de Assassin's Creed sin HUD. No tenían los primeros números de Invencible, pero sí los mazos de Magic. De hecho, el dependiente era jugador habitual. ¡Estaba en buenas manos!
Pregunté por los mazos de Fallout. "El que quieras menos Ave, Cesar", me dijo mientras sacaba las cajas de los tres mazos restantes. Recordé la facción de New Vegas y respondí con tono irónico: "Vaya, no me lo esperaba..." Si ya estaba nervioso (y algo avergonzado), ahora tenía que elegir al momento otro mazo para llevarme: ¡Ciencia!, Amenaza Mutante y Supervivientes Peleones.
Elegí ¡Ciencia! por una razón muy sencilla: era el mazo que más papeletas tenía para tener a la Hermandad del Acero. Añadí a la compra una caja y dos paquetes de plásticos para cubrir las 100 cartas que trae cada pack de la colaboración. Preguntó si tenía pensado jugar y respondí que no, hacía muchos años que no jugaba y que mi intención era coleccionar los mazos de Fallout y Assassin's Creed. En otras palabras, tenerlos plastificados y guardados en una caja en mi estantería.
Soy consciente que puede sonar muy estúpido, especialmente para quienes juegan actualmente, pero aquí cada uno elige su pozo del coleccionismo: Funko-Pop, LEGOs, Hot Wheels... Magic es tan bueno (y caro) como cualquiera de los mencionados.
Y lo peor es que mereció la pena...
En cuanto llegué a casa, saqué la caja de la mochila, puse un directo en Twitch y despejé todo el escritorio. Pasé dos horas viendo todos los detalles de cada carta, incluidas sus descripciones, metiéndolas en plásticos y ordenándolas por el número de referencia. Fue genial reconocer todas las referencias y ver caras conocidas.
La Fábrica de Securitrones, como Victor de New Vegas, es un Artefacto. ¡El maldito Prydwen (dirigible) de la Hermandad del Acero es un Artefacto Legendario! El mazo también cuenta con Escribas de la Hermandad del Acero, los increíbles Vertibirds y la Servoarmadura T-45. ¡Y ojalá solo fuese eso! Los robots más conocidos de la franquicia tienen presencia: Asaltrón, Centinela e incluso el epiquísimo Liberty Prime tiene su propia carta legendaria. Es un 8/8 con Vigilancia, Arrollar y Prisa cuya descripción dice "La democracia no es negociable".
Si sis fans de Fallout, entonces seguro que entendéis por qué estaba dando saltos en la silla cada dos por tres. ¡Pues no os he contado lo mejor! Hay personajes muy conocidos que tienen sus propias cartas como: CVRIE, James (nuestro padre en Fallout 3), Nick Valentine, la Centinela Sarah Lyons, Shaun (nuestro hijo en Fallout 4), el Paladín Danse, Elder Owyn Lyons y la mismísima Dra. Madison Li.
Otros elementos característicos de Fallout también tienen cartas: revistas, muñecos de Vault-Boy, localizaciones emblemáticas, monstruos y mutaciones, Nuka-Cola e incluso hay varias especiales dedicadas a Refugios. Sin embargo, las que más me han conquistado son las Tierras. Siento caer en el cliché, pero son las más bonitas de todo el mazo.
He intentado dejaros fotografías de las cartas más destacadas, pero se me hace imposible enseñarlas todas. ¡Aquí tenéis una lista bastante completa! Lo pasé muy bien ojeando y plastificando todo el mazo. Ahora está en una caja especial en mi estantería y espero tener pronto los tres restantes. Por el momento, este fin de semana tengo que ir a los por cómics de Invendible... a lo mejor cae otro.
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