No, esto no es una inocentada tardía. Y no es coña, aunque no se pueda uno aguantar la risa. Resulta que en Wisconsin se les ha ocurrido proponer un impuesto aplicable a los videojuegos para sufragar la violencia que éstos producen en el MundoReal™. O sea, que asumen y afirman que a más consumo de videojuegos, más problemas de violencia causas a la sociedad.
Lo que me resulta de risa no es que se da por hecho, así de forma gratuita, que existe una relación directa y medible entre los videojuegos y violencia. Bueno, eso también. Pero en realidad lo que me resulta de broma total es se pretenda arreglar el problema cobrando más dinero a los que compran videojuegos. Madre mía.
No obstante, me pasa un poco como con el famoso cánon digital que últimamente está tan de moda. Me pregunto lo siguiente: si al comprar un juego me cobran de más por si causo problemas, ¿me da eso derecho a causarlos, puesto que ya he pagado por ello? raro, raro.
Para los que se lo tomen a coña, aquí otra buena (aunque no tiene nada que ver): Según un estudio científico el consumo de videojuegos puede perjudicar gravemente el cerebro, concretamente el aprendizaje y el control emocional. Vamos, que si juegas a menudo te vuelves más tonto.
No os lo toméis a broma, por favor. Esto significa que soy idiota perdido.
El estudio, llevado a cabo por un tal Chou Yuan-hua (que no Chi-hua-hua, claro, ese es un perrito) del Hospital General de Veteranos de Taipei, tomó a 30 personas de 25 años para medir la circulación de la sangre y la actividad cerebral antes y después de jugar a videojuegos. Resulta que las mediciones de la presión sanguínea en la cabeza salen más bajas después de la sesión de juegos (después de tan sólo media hora), y peor en los casos de videojuegos violentos.
Por un lado, no hay pruebas de que la baja presión sanguínea cause daños al cerebro. Pero por otro lado, los esquizofrénicos y los depresivos se caracterizan, entre otras cosas, por la baja presión sanguínea en la cabeza.
Lo que yo decía. Llevo jugando habitualmente desde que tenía 7 años, así que debo ser idiota perdido. Menos mal que Papá Noel me ha traído el 'Más Brain Training'. Ah, no, que ese es otro viodejuego. Me voy a quedar como Odie, el perrito de Garfield.
Vía | Ars Technica la del impuesto y Destructoid la del daño cerebral
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