Inspirado quizás por el sueño provocado alguna noche tras una cena pesada, el vicepresidente ejecutivo de Electronic Arts Gerhard Florin abrió la veda sobre un tema del que no se había hablado mucho hasta ahora en unas declaraciones a la BBC. Y lo más probable es que no se hubiera hablado nada de él por la sencilla razón de que no tiene mucho futuro. Su idea es la siguiente: que en un plazo de quince años, la existencia de diferentes plataformas rivales dentro de la industria del videojuego desaparecerá en favor de una única máquina universal para la que trabajen todas las compañías por igual.
En base a ello, se solucionaría uno de los grandes problemas que dice Florin que tiene que sufrir las desarrolladoras, como es el de tener que estar adaptando sus lanzamientos para diferentes sistemas (según comenta, EA trabaja hasta en 14 máquinas distintas actualmente), lo cual supone una evidente complicación. Un ejemplo evidente de lo que comenta lo tenemos en el retraso que ha tenido que sufrir 'Gran Theft Auto IV' a causa de su adaptación para PlayStation 3.
El ejecutivo apuesta por un futuro donde reinen los videojuegos distribuidos directamente desde Internet a un set-top box estándar, lo cual me hace inevitablemente recordar aquel proyecto llamado Phantom que nunca llegó a nada más que a puro vaporware. Por tanto, el consumidor sería totalmente ajeno al equipo que tendría al lado de su televisor, preocupándose únicamente por los juegos a descargarse.
A primera vista, esta idea de "todos como hermanos" suena la mar de bien, con las desarrolladoras y los usuarios saliendo beneficiados a corto plazo. Pero, ¿qué pasaría a largo plazo si elimináramos la competencia entre formatos? Por lo visto, Florin ha olvidado este aspecto, fundamental en la economía de mercado y principal acicate con que cuentan las compañías para mejorar sus productos.
Me da a mí que ver a Mario y Sonic finalmente juntos en un videojuego, eternos iconos de la guerra consolera, ha debido confundir un poco a esta caballero. Pero que viejos enemigos se hayan unido ahora que su lucha terminó hace mucho tiempo es algo bien distinto de lo que, seguro que con su mejor intención, propone el alto cargo de EA. Si eliminamos de un plumazo la competencia entre formatos, las constantes mejoras y luchas por ofrecer el mejor producto posible se marcharían por el mismo camino.
La competencia quedaría pues exclusivamente en manos de las desarrolladoras, quienes se disputarían entre sí las ventas de videojuegos, algo de lo que nosotros seguiríamos saliendo beneficiados; pero perder el enfrentamiento y consiguiente afán de mejoras en el plano del hardware no se antoja nada positivo.
Otro aspecto que se perdería de llegar a producirse esta utopía es el de la diversidad en la oferta, mayor que nunca a día de hoy. Gracias a las diferentes propuestas que nos ponen Sony, Microsoft y Nintendo sobre la mesa, es posible que cada jugador adquiera la videoconsola que más se adapte a sus gustos y motivaciones. ¿Que quieres una consola barata y con una novedosa propuesta jugable? Ahí tienes a la Wii. ¿Que quieres la mejor oferta posible en juego online? Te compras la XBox 360. ¿Que lo tuyo es tener la última tecnología y la mayor potencia, sea cual sea el precio? Pues te quedas con la PlayStation 3.
Un único formato universal echaría por tierra esta diversa oferta de la que ahora disponemos, algo que mejoraría poco o nada la actual situación de mercado. No me convence para nada la idea de tener que pasar todos por el mismo aro, por muy ancho que pueda llegar a ser éste, pero dejándonos libertad cero a la hora de poder adquirir una consola que se ajuste mejor a nuestros gustos y/o situación económica.
Y ya que comento el tema de la economía, habría que ver también hasta qué punto sería beneficioso para nuestros bolsillos, pues una situación de monopolio difícilmente va a ser amiga de los precios bajos, sino más bien al contrario. Ahí tenemos el ejemplo de Sony, que se ha visto obligada a bajar los precios de su PlayStation 3 para conseguir remontar la diferencia de ventas con respecto a sus competidoras de alguna manera. ¿Creéis que, de haber estado ella sola en el mercado, se hubiera dado tanta prisa por bajar el precio de su consola?
No soy ningún experto en economía, pero cuanto más lo pienso, menos me convence la propuesta del set-top box universal que recoja los lanzamientos de todas las desarrolladoras, por idílico que pudiera sonar a primera vista. Fuera como fuese, lo cierto es que veo muy lejos la posibilidad de que las tres compañías que actualmente dominan el parque de consolas estuvieran dispuestas a llegar un hipotético acuerdo, así que el debate tampoco va a cambiar mucho las cosas.
En cualquier caso, ¿qué pensáis vosotros? ¿Preferirías la propuesta que nos da este directivo, con una única consola universal y sistema de juegos descargados de la Red? ¿O por el contrario pensáis que las cosas están mejor como están?
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