Pocas dudas existen a la hora de que Bungie sea una de las grandes referencias en la historia de Xbox. Microsoft se hizo con la propiedad del estudio en el año 2000, un tremendo fichaje que le valió para asentar los cimientos de la saga Halo en 2001, con el lanzamiento de la primera Xbox.
Varias entregas más tarde, Bungie decidió independizarse en el año 2007, en un movimiento que desencadenó la creación de Destiny, el loother shooter multiplataforma. Para sustituir la marcha de aquel equipo, Microsoft encargó la dirección de Halo a 343 Industries, con Halo Infinite como la última obra del estudio.
Ahora, a través de una entrevista en Axios, Phil Spencer ha explicado que en la actual Microsoft no hubiese pasado lo mismo. El responsable de Xbox cree que hoy en día hubiesen podido retener a Bungie en su cartera de estudios. "¿Podríamos hacerlo hoy? Creo que podríamos. Hemos aprendido mucho", explica Spencer.
Con todo, también entiende la postura de Bungie a la hora de abandonar a Xbox. "En ese momento tenían grandes ambiciones. Habían vendido su negocio por una cierta cantidad de dinero. Vieron en lo que se convirtió Halo. Y fue como, 'OK, Microsoft se benefició más que Bungie del éxito de Halo'".
La desarrolladora creía tener potencial suficiente en sus manos como para sacar su propio proyecto adelante, tal y como sucedió con Destiny en 2014. "Si estás diciendo: 'Oye, creo que tengo otro [gran éxito] de esos en mí. Realmente quiero arriesgarme de nuevo'. Puedo entender el atractivo de hacer eso como una empresa independiente", reflexiona el directivo.
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