Este año hemos visto nacer un nuevo género y, a juzgar por los datos que tenemos en nuestras manos y por los últimos movimientos de dos grandes compañías como Riot Games y Valve, apunta a convertirse en la nueva moda tras la fiebre por los Battle Royale. Estamos hablando del Auto Chess, un género también conocido como Auto Battler.
Sus inicios están muy claros. A principios del pasado mes de enero, Drodo Studios lanzó un mod para Dota 2 llamado Dota Auto Chess. Durante sus primeros días se coló entre lo más jugado de Steam y desde entonces no ha dejado de ganar seguidores. Tanto es así que Valve ha lanzado en acceso anticipado Dota Underlords, su propia versión del mod en formato juego completo, Drodo también ha publicado su propio Auto Chess en móviles y Riot Games ha lanzado Teamfight Tactics, un auto battler que llega en forma de nuevo modo para League of Legends y que por ahora está en fase beta.
Cabe destacar que todos ellos son gratuitos y que el único que ya se encuentra en su versión final, lo cual incluye la posibilidad de pagar para obtener el pase de temporada que da acceso a distintos objetos cosméticos del juego al subir de nivel, es el Auto Chess de Drodo para móviles. Los otros dos incorporarán los elementos característicos del modelo free to play más adelante.
¿De qué va esto del Auto Chess?
Llegados a este punto, y sobre todo para los que no sepan todavía de qué va todo esto, toca hablar sobre el género en sí. La base de sus mecánicas es sencilla, pero también es cierto que a nivel estratégico tiene elementos suficientes como para gozar de una interesante capa de complejidad.
La explicación rápida sería más o menos así: tú colocas una serie de personajes sobre un tablero dividido en casillas similar al del ajedrez y ellos se dedican a partirse la cara de forma automática y sin intervención alguna por tu parte. Si tus luchadores acaban con todos los del jugador contrario, ganas la ronda y pasas a la siguiente.
Dicho así podría parecer que esto del Auto Chess es aburrido, insulso, pero lo cierto es que es muy divertido. Por un lado, cada personaje pertenece a una raza (o a varias en casos específicos) y a una clase. Eso significa que poner sobre el tablero varias unidades distintas de la misma raza o clase dará como resultado la obtención de una serie de ventajas como pueden ser aumentos de salud o fuerza, mayor velocidad de movimiento, resistencia a magias, etc.
Además de esto cada personaje cuenta con una habilidad especial que se activa cuando su medidor de maná, que va aumentando durante cada ronda, se llena por completo. Algunas habilidades son verdaderamente destructivas, pudiendo alcanzar a varios enemigos e infligiendo mucho daño, otras pueden servir para recuperar salud e incluso hay personajes cuyas habilidades especiales son pasivas y no dependen del maná, por lo que están activas desde que empieza cada ronda.
Sigamos sumándole capas: los personajes tienen también su propio nivel de rareza que viene codificado por colores. Son los de siempre: blanco para los de tipo común, verde para los poco comunes, azul para los raros, morado para los épicos y naranja para los legendarios. Por si fuera poco, cada personaje puede ser subido de nivel hasta dos veces para aumentar sus estadísticas.
Y todavía quedan los objetos, los cuales se obtienen en unas rondas especiales contra la IA y que nos permitirán mejorar diversos aspectos del personaje al que se los asignemos. De esta forma, si tenemos una unidad que nos gusta mucho pero cuyo poder de ataque es muy bajo, podemos hacer que aumente con el uso de estos objetos, por ejemplo. O que sea resistente a la magia. O subirle la armadura.
¿Y cómo se juega?
Vale, ahora que tenemos una visión global de lo que podemos encontrar en un Auto Chess, veamos cómo se desarrolla una partida de principio a fin.
Además de tener a nuestra disposición una enorme cantidad de personajes distintos, cada uno con sus tipos de ataque, su nivel de rareza, su aspecto y sus posibles sinergias con otros, tenemos que estar atentos a nuestro nivel de experiencia y a las monedas de que disponemos.
Las monedas se van ganando mientras jugamos y sirven para comprar personajes y subir nuestro nivel de experiencia. Es importante no perderlo de vista porque ese nivel de experiencia determina el número de personajes que podemos colocar sobre el tablero. Con 5 monedas subiremos la experiencia en cuatro puntos, mientras que el precio de los personajes variará en función de su rareza: desde 1 moneda por los personajes de tipo común hasta 5 monedas por uno de tipo legendario.
En cada partida hay un total de ocho jugadores y va por rondas. Las primeras son contra la IA para poder ir calentando, escogiendo a nuestros primeros personajes y subiendo de nivel. Y luego el juego nos empezará a emparejar contra el resto de jugadores de forma aleatoria. Habrá más rondas intermedias contra la IA que sirven para obtener objetos potenciadores.
Antes de cada ronda tenemos acceso a la tienda de personajes desde donde podremos ver sus principales características y elegir a los que más nos gusten o mejor combinen entre ellos por su raza o clase, todo en función del tipo de equipo y efectos que queramos conseguir. Y si alguno no nos gusta podemos venderlo y recuperar unas monedas para subir de nivel o para comprar más personajes.
Aquí entra en juego también lo que comentaba antes de la evolución de los personajes. Al empezar todos ellos tienen una estrella, pero si compramos tres personajes iguales podremos subirlo de nivel y obtener así uno de dos estrellas. Si logramos tener dos personajes iguales subidos a dos estrellas, el siguiente y último paso sería convertirlos en uno de tres estrellas. Y un bicho de tres estrellas es como para tenerle miedo.
En el Auto Chess de Drodo, por ejemplo, empezamos la partida con 100 puntos de vida. Cada ronda perdida hará que ese nivel de salud global vaya bajando. Y si llega a cero habremos perdido y la partida habrá acabado para nosotros. Gana el último jugador de los ocho que quede en pie.
Si le echamos un vistazo a lo que está viendo la comunidad en Twitch, hay un dato curioso: mientras escribo estas líneas, Teamfight Tactics tiene un total de 80.000 espectadores, mientras que Fortnite está en 59.000 espectadores. Es evidente el tirón que tiene League of Legends, ya que DOTA Underlords por su parte sólo tiene 6.000 espectadores ahora mismo, pero no dejan de ser interesantes las cifras que ya se están consiguiendo. Por otro lado, DOTA Underlords aparece ahora mismo como el cuarto título más jugado en Steam.
Está dando sus primeros pasos, pero está claro que el de los auto battler (o auto chess) es el género de moda ahora mismo y a buen seguro veremos muchas más propuestas durante los próximos meses.
Ver 15 comentarios