Hay infinitos disfraces de Super Mario que se pueden comprar (o crear) por muy poco dinero, y hay otros no tan resultones con un valor incalculable. Los que hizo Nintendo en Estados Unidos a finales de los años 80, en plena explosión de popularidad de su superestrella, entran en este segundo grupo. Pero claro, a diferencia del buenazo de Mario y su evolución en los videojuegos, el paso del tiempo no ha sido generoso con ellos. Salvo uno muy concreto.
A Stephan Reese se le conoce por su paso por THQ, EA o 2K, y actualmente es Productor Senior en Bungie. Eso sí, ante todo Reese es un enamorado de los videojuegos clásicos. Lo suficiente como para inaugurar en 2021 The Interactive Art Collection, un proyecto personal y sin ánimo de lucro con el que preservar esos tesoros atemporales del videojuego.
Y pese a que hay verdaderas joyas en él, la pieza más singular tiene bigote, una cabeza muy desproporcionada y llegó hecha una calamidad: uno de los disfraces de Super Mario que nintendo uso en eventos promocionales, incluyendo el legendario Nintendo World Championships (Campeonato Mundial de Nintendo) de 1990. Una pieza perfecta para su museo.
Lógicamente, Nintendo usaba estos disfraces para todos sus eventos, promociones, concursos, actos públicos. Siendo una pieza especial del imaginario de toda una generación de fans de Super Mario.
Aquella reliquia estaba peor por dentro que por fuera: la estructura interior había cedido y esa cara rechoncha del fontanero se había convertido en una verdadera pesadilla. La buena noticia es que antes de pasar a sus manos, había recibido un tratamiento especial que recompuso su estructura, aunque no lucía exactamente igual que hace tres décadas.
La noticia todavía mejor es que ese disfraz hoy está aproximadamente al 85% de su forma original y expuesta sobre un maniquí.
¡Dios mío! El proyecto de nuestros sueños está casi terminado. Este es un disfraz de mascota oficial de Nintendo Mario restaurado alrededor de 1989. Nintendo lo usó para varios eventos. Incluido el Campeonato Mundial de Nintendo de 1990.
Cuando fue encontrado, su interior termoplástico se encontraba completamente desintegrado, por lo que no pudo ser reparado. La persona que lo encontró originalmente comenzó la restauración usando espuma dura (por eso se ve diferente. ¡Sus "huesos" son de un material totalmente diferente!). Cuando lo compramos y nos hicimos cargo, ya había recorrido aproximadamente el 50% del camino.
Encargamos ojos nuevos, trabajamos más en la cara y lo montamos de forma semipermanente en un maniquí. Estoy absolutamente satisfecho con el resultado. Sabía que no podríamos llevarlo al 100% debido al trabajo irreversible que ya se había realizado. Pero yo diría que está en un buen 85%, está estable y a salvo.
Hubo disfraces mejores y peores en aquella época por todo el mundo, que conste. De hecho, el Super Mario que hoy se pasea por Super Nintendo World en Estados Unidos y japón juega en otra liga. Pero para muchos enamorados de Nintendo que vivieron aquella época, aquellos primeros disfraces del héroe bigotudo eran lo más parecido a que el icónico pixel de Nintendo hubiese dado un salto al mundo real. Al menos, de manera oficial.
Y ojo, que los fans españoles también lo vimos: ese mismo disfraz de Super mario, o uno muy parecido, se abrió paso en el concurso El Gran Juego de la Oca de Antena 3.
Y no lo vamos a negar, incluso antes de pasar por su restauración, el resucitado disfraz de Super Mario de Stephan Reese estaba mucho más cuidado y era más fiel a los videojuegos que el usado durante casi toda la primera película de Super Mario Bros. de 1993. Tres décadas después, Mario vuelve a lucir de maravilla en las perchas, en la gran pantalla y, por supuesto, en los videojuegos.
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