Otra vez con la misma historia. No sé cuántas veces irán ya en las que en un caso de robo o asesinato se le ha echado la culpa a los videojuegos. Pero vayamos por partes.
Leo en el diario 20 Minutos, gracias al aviso de uno de nuestros lectores, que los familiares de las tres personas asesinadas por un chaval de 14 años en el 2004 (su padre, su madrastra y su hermanastra) han puesto una demanda a Sony Corporation of America, Take-Two Interactive Software y Rockstar Games. Y nada menos que por valor de 600 millones de dólares (473 millones de euros, para orientarnos). ¿La razón? Dicen que antes de cometer los asesinatos el chico estuvo jugando de forma obsesiva al GTA: Vice City durante meses.
¿Habéis leído bien la edad? El chaval tenía 14 años. ¿Por qué estaba jugando a un título como GTA: Vice City? ¿Cómo es que con esa edad tenía la libertad de jugar de forma obsesiva a un juego? Quienes lo tenían a su cargo (padre y madrastra), ¿no se preocupaban por él? A esto hay que sumarle que la defensa de Posey, que es como se llama el chico, asegura que el niño estuvo sufriendo maltratos por parte de su padre durante años, un dato que en mi opinión es MUY importante. Pero "¿qué más da?", deben pensar los denunciantes, "¿cómo va a tener la culpa el complicado entorno familiar? ¿cómo va a ser culpa de los maltratos? Qué va, la culpa es de los vidoejuegos, que son engendros del mal que corrompen a las personas y las hacen matar a sus familiares."
No estoy diciendo que un videojuego violento no pueda influir de forma negativa en la mente de determinadas personas que por unas causas u otras puedan ser más sensibles a según que cosas y, de hecho, si existe una clasificación por edades será por algo, ¿no? Entre otras cosas intenta, o debería intentar, que una mente no preparada para una serie de contenidos tenga que sufrirlos. Pero si aceptamos esto tenemos que aceptar de igual forma que en la programación televisiva de cada día vemos mucha más violencia queramos o no de la que podemos encontrar en cualquier videojuego. Principalmente porque esa violencia, además, es real. Aunque no interactuemos directamente con ella: entra por los ojos y en muchos casos sin previo aviso. Pero todo esto, por sí solo, no te hace matar. Tiene que haber algo más.
En el punto intermedio que hay en el camino entre un menor y algún tipo de contenido violento tiene que haber alguien que haga de filtro y decida lo que es apto para el menor y lo que no. Si ese alguien, como en este caso, no sólo no lleva a cabo correctamente este cometido sino que encima maltrata al menor (¡que es su hijo!) estamos hablando de palabras mayores. Intentar sacar una millonada de dólares a 3 empresas relacionadas con un producto pensado para el entretenimiento de personas adultas obviando hechos como un entorno familiar complicado y maltratos me parece de una poca vergüenza descomunal.
Entiendo que los familiares de las víctimas tienen que estar dolidos por todo lo ocurrido y no quiero parecer insensible ante esas personas que han perdido a sus seres queridos, pero sinceramente el enfoque de la denuncia no tiene mucho sentido para mí. A alguien hay que echarle la culpa, ¿no?. Será eso. El padre, maltratador, está muerto. A por Rockstar y compañía.
Vía | 20minutos
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