Hace un tiempo pudimos dar un desenfadado paseo por el cuartel general de VidaExtra. Y no me refiero a ese frío sótano, infestado de ratas, en el que según la leyenda nos tienen encadenados escribiendo artículos sobre videojuegos... no. Me refiero a aquella casa increíble que hacía las delicias de cualquier amante de los juegos. Pues amigos, hoy toca otra sesión de desnudo sentimental...
Por que hoy, vamos a conocer las habitaciones privadas que unos cuantos editores tienen en sus mansiones (ya sabéis que nuestros dilatados sueldos como redactores en WebLogs S.L. nos permiten este tipo de entretenimientos) y que han convertido en verdaderas joyas del entretenimiento electrónico, dejando a nuestro cuartel general en algo... rídiculo.
Empecemos con nuestro coordinador Alex C.
Fiel a su extraño gusto musical y a su bien dotada economía se mandó construir en su pequeño rancho de Florida, algo que él llamó: "The greatest Show on Earth" (El mejor show de la tierra, en castizo). La criaturita consta de una de las pantallas más grandes del planeta (que haya sido instalada en una casa), mide más o menos unos 18 pies de ancho y dispone de un sistema de sonido que podría devolver a su época a Marty Mcfly sin necesidad de rayo alguno, si sonase a máxima potencia.
En total 16 subwoofers, 8 altavoces de torre, 10 altavoces posicionales y 3 altavoces centrales. Coste total del proyecto: 6 millones de dólares. Mi destrozado cerebro no llega a imaginar lo inmerso que tiene que estar Alex cada vez que echa una partida con su Xbox 360, regula el volumen a máximo y se dispone a disfrutar... aishh, los placeres de la gente pudiente.
Sigamos con Txema y su extraña fijación por el cine años cincuenta.
Cuando hace ya tiempo, nuestro editor sevillano decidió invertir en la compra de inmuebles en pleno San Francisco, poco podía imaginar que acabaría montando su propio cine privado. Alojado en su casa de 20.000 metros cuadrados, dispone de una pantalla de 123 pulgadas y un sistema de sonido de 10.000 watts, el cual supuestamente mejora al THX que instalan en los cines convencionales. Txema adora la calidad del sonido y eso, amigos, no tiene precio.
Por supuesto todo el cine privado se controla con un panel táctil alojado en la butaca central, desde él, nuestro editor controla la ambientación, la luz, la temperatura, la consola que en ese momento esté enviando imagen a la pantalla e incluso a cualquiera de los 80 altavoces que se empeñó en instalar alrededor de todo el recinto. Como no podía faltar en su recreación (casi psicópata) de un cine años 50, encontramos a un verdadero snack-bar con el que contentar a sus visitas mediante golosinas, palomitas o bebidas. Las fiestas en el cine de Txema son sonadas en VidaExtra.
La leonera de Jarkendia.
En una de las múltiples propiedades que nuestro editor Jarkendia dispone a lo largo y ancho de la geografía estadounidense, hallamos su particular "CinemaScope". Situado en el garage de su casa en Alabama y con una pantalla de dimensiones parecidas a la de un cine, 10 butacas forradas de piel auténtica y una decoración post-moderna,elementos que a priori no parecen suficientes para saciar la sed de juego que tiene nuestro amigo. Con un sistema de sonido envolvente que garantiza la mejor calidad de audio, un juego de luces que se adecuan a lo que muestra la pantalla y siempre con una Xbox 360 conectada, las partidas a 'Ghost Recon' alcanzan el grado de "memorables".
Por supuesto, Jarkendia planea obras para seguir actualizando su "chiringuito", ya que su carácter inconformista le empuja a buscar siempre lo mejor. Y es que para ofrecer grandes análisis en VidaExtra, uno no puede jugar con la primera pantalla fullHD de 52 pulgadas que encuentra.
Y el repaso de hoy, lo terminamos con un vistazo a la habitación de la nueva adquisición en VX. Presentamos... el pequeño rinconcito de Mgn.
Cuando al poco de entrar a VidaExtra y después de cobrar el primer mes, sintió la necesidad de remodelar esa habitación que sobraba en el ala oeste de su mansión, pensó: ¿qué puedo hacer? El camino estaba claro, a sabiendas de lo que Alex, Txema y Jarkendia habían conseguido, al mejorar sus análisis de videojuegos gracias a la implementación de modernos sistemas de entretenimiento, no lo pensó más y lo vio claro.
Paredes a obra vista, inspiradas en la naturaleza, una pantalla de 95 pulgadas (el primer sueldo de VX no daba para más) y una fila de butacas de piel diseñadas para garantizar la máxima comodidad al jugar a su PS3. La ambientación, de carácter clásico, se completa con un moderno sistema 7.1 fabricado por Bang&Oluffsen, un proyector 1080p Runco Vx-1000ci (valorado en 17.000 dólares) y una cascada de agua que recorre la parte derecha del recinto, dotándolo de ese aire natural y a la par tecnológico que vuelve loco a Mgn.
Yo, mientras tanto, al contemplar la luna detrás de estos barrotes que me impiden salir de este sótano en el que me metieron mi primer día como editor, sueño con correr la misma suerte que mis compañeros y poder montar mi propio paraíso del jugón.
P.D. No hace falta decir que todo esto es una ficción, que los paraísos jugones que hemos visto pertenecen a multimillonarios norteamericanos empeñados en disfrutar los últimos lanzamientos del mercado con una calidad que para nosotros, sería difícil de olvidar y que el sótano en el que nos mantienen encerrados mientras escribimos, al menos, tiene agua caliente.
The Greatest Show on Earth, pertenece al estadounidense Jeremy Kipnis. El Cine años 50 es una propiedad de Jerry Rice. CinemaScope pertenece a los ávidos fans de Xbox, William y Laura Weesom. The Waterfall Videogame Theater pertecene a los millonarios de Pennsylvania, Robert y Rhonda Seebold.
Vía | ElectricHouse | AudioVideoInteriors | GeekAbout
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