Muchas veces se ha criticado, o se ha intentado comprender, la nula calidad de las películas basadas en videojuegos. ¿Cómo puede ser? Nos preguntamos muchos. Si la historia de base es buena, si los personajes son convincentes… ¿cómo es que un guionista competente no coge esos elementos y los junta para dar forma a una historia potable? Pues bien, quizá este pequeño testimonio ayudará a formar una imagen mejor de todo lo que puede estar pasando.
Y es que entramos directamente en la boca del lobo para hablar de Uwe Boll, responsable de las más infectas producciones basadas en videojuegos. No se sabe cómo el señor Boll conseguía engañar a los estudios de cine para conseguir incluso presupuestos de 25 millones de dólares por película. El caso es que viendo cómo trabajaba según el testimonio de Guinevere Turner, la guionista de la adaptación de BloodyRayne, no me extraña que después saliese todo como salía.
En esta entrevista, parte de un documental llamado Tales from the Script en el que diversos guionistas de cine comparten sus experiencias, la pobre Guinevere explica el proceso que vivió en sus carnes.
Empieza asumiendo que llegó con el guión dos semanas tarde, aunque según ella en esta industria los retrasos del guión son habituales e incluso se alargan mucho más, aguantó una monumental bronca del señor Boll, entregó un boceto en sucio que sólo esbozaba el argumento, los personajes y las situaciones esperando recibir feedback para convertirlo en un guión y…. al día siguiente Uwe Boll entró en producción y cambió un 80% de todo.
¿Cómo se te queda el cuerpo? Todos los que habéis tenido algún trabajo creativo seguro que habéis sufrido una situación semejante y sabéis que no mola nada. Luego, cuando ves el resultado final y contemplas el estropicio es normal reírte y pensar… se lo tienen merecido.
Vídeo | Youtube
Vía | Dtoid
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