La singular imaginación de Akira Toriyama no tiene límites. Primero nos conquistó través del humor de Arale y el divertidísimo Dr. Slump. Luego llevó la emoción y la aventura a escala cósmica con Son Goku y Dragon Ball. Después llegaron Kajika, Cowa! o los indomables Neko Majin. ¿Qué será lo próximo? Más bien, quién: Beelzebub, el príncipe de los demonios y protagonista de Sand Land, dará el salto más allá del papel derrochando ese espíritu inquieto, travieso y peleón tan característico del autor universal.
Bajo el nombre en clave SAND LAND project, Bandai Namco y la propia Shueisha (la archiconocida editorial del Shonen JUMP) han iniciado un plan para convertir la serie de historias publicadas en el año 2.000 en lo que ellos denominan una IP completa. Dicho de otro modo: el gran plan es partir de los 14 capítulos escritos y dibujados por Toriyama y, desde ahí, convertirlos en diferentes contenidos, incluyendo una obra de animación por parte de Sunrise Studio.
La teoría está muy bien, pero al final volvemos a la casilla de salida: ¿Qué es Sand Land? Sobra decir que en VidaExtra somos muy fans de la obra de Akira Toriyama, así que vamos a repasar el manga original y, desde ahí, plantearemos el interesante futuro del SAND LAND project y su diabólico protagonista: nada menos que el hijo de Satán. ¡El Rey del mal!
Tras Arale y Son Goku, ¡llega Beelzebub!
Hace unos 50 años, la Tierra quedó asolada por catástrofes naturales, las guerras entre naciones y la propia avaricia humana. El mundo que queda es un enorme desierto con una preocupante escasez de agua y dos facciones condenadas a no entenderse: los humanos, que provocaron el desastre, y los demonios, liderados por el propio Satán, que también se ven afectados por la escasez y la miseria.
El poco agua que quedaba pertenecía al manantial de un rey avaricioso que sacaba partido de la extrema sequía para enriquecerse con el precio del agua. Los demonios sobrevivían como podían, claro, dado que no tratan con los humanos, salvo para atracar sus diligencias con la intención de obtener víveres y botellas pertenecientes al sello real. Precísamente por eso, la llegada del viejo Rao a las puertas del palacio de su padre llamó tanto la atención de Beelzebub.
Rao no tiene la pinta ni de un explorador, ni la de un aventurero. En realidad es el sheriff de un pueblecito bien entrado en edad con una idea, un plan y una esperanza. Algo tan escaso como el agua. Tras presenciar y estudiar la presencia de pinzones cada año llegó a la conclusión de que la leyenda sobre el Lago Fantasma debían ser verdad. Una nueva fuente de agua y esperanza.
Sin embargo, pese a su determinación por encontrar la fuente, Rao es plenamente consciente de que ningún humano sería capaz de adentrarse lo suficiente en el desierto como para encontrar el Lago Fantasma. Al menos, no sin la ayuda de los demonios. De modo que quiere hacer un trato con el mismísimo Satán.
Consciente del valor del humano y sus nobles intenciones, así como de la necesidad de agua para los demonios, Satán toma una decisión: enviará a su propio hijo, Beelzebub, a encontrar esa fuente. Así matará dos pájaros de un tiro, ya que el pequeño demonio es tan travieso como inquieto. De hecho, pese a su juventud y su aspecto, es tremendamente fuerte. ¡Es el hijo del Rey de los demonios, nada menos!
A esta extraña pareja se les une Thief, un demonio anciano elegido por el propio Beelzebub por su sabiduría y conocimientos. Aunque, lógicamente, el viaje de esta pequeña comitiva no será a pie: además de un plan, o parte del mismo, Rao dispone de un vehículo propio y algunos víveres.
Lo que ninguno de los tres sospecha es que esto es solo el inicio de una gran aventura con margen para la heroicidad, la temeridad y hasta los paseos por el desierto en un divertido tanque con ese distintivo diseño de los vehículos de Toriyama.
Sand Land, el exitoso manga que Akira Toriyama hizo por pura diversión
Tras acabar Dragon Ball, en junio de 1995, Akira Toriyama no tenía ninguna intención de iniciar una historia larga. Más bien todo lo contrario: quería hacer pequeñas historias con las que se entretuviese y personajes con los que se sintiese cómodo. Poco a poco fue retomando el ritmo con obras como Kajika y Cowa!, en los que abordaba la fantasía, el humor y, de vez en cuando, ofrecía un poquito de acción al lector. A fin de cuentas, siempre fue un gran fan de las películas de artes marciales.
Sus planes no cambiaron demasiado tras el cambio de milenio. Historias sencillas hechas a su medida. Pero de repente se encontró de sopetón con una idea que le cautivó: estaba deseando contar la historia de un viejo y un tanque. Un concepto simple, que quería desarrollar por su cuenta, sin sus ayudantes, elaborando tanto la trama como los dibujos él mismo. Algo de lo que no tardará en arrepentirse, al toparse con la dificultad de dibujar ese tanque tan divertido y detallado en cada página.
A diferencia de sus obras anteriores, Sand Land contaba con una ventaja para Toriyama: antes de iniciar el proyecto había estructurado totalmente la trama, con su inicio, su desenlace y todo lo que ocurrirá entre ambos. Lo cual, por otro lado implicaba no poder llevar a cabo esos cambios sobre la marcha y de una semana para la siguiente tan característicos de Dragon Ball.
Si de Toriyama hubiese dependido, se hubiese desecho del tanque mientras dibujaba, pero con la obra ya terminada, al final hay que admitir ya que es parte de la iconografía del manga. Casi tanto como sus protagonistas.
Sand Land se publicó semanalmente en el Weekly Shonen JUMP entre junio y septiembre del año 2.000, cosechando un estupendo éxito entre los lectores y posicionándose como una de sus obras más destacadas No mucho después, en el año 2.001, Planeta DeAgostini Comics lo editará en España en un único tomo, relanzándolo casi diez años después en un formato de mayor calidad.
En cambos casos, jugando en otra liga -lógicamente- si la comparamos con Dragon Ball o Dr. Slump. Al menos, hasta ahora. El plan detrás de SAND LAND project, es convertir aquella obra no tan conocida en un nuevo multi-proyecto que derive en nuevas producciones y medios.
El proyecto SAND LAND reunirá a varios colaboradores para crear una amplia variedad de contenidos y convertir SAND LAND en una IP completa. El proyecto comenzará con la coproducción de una obra de animación por parte de Sunrise Studio de Bandai Namco Filmworks, Kamikaze Douga Co., Ltd., y ANIMA Inc.
¿Veremos a temerario príncipe de los demonios y al intrépido Rao en los videojuegos? Como verás, eso no es nada descartable.
El futuro del proyecto SAND LAND
El 6 de diciembre de 2022 dio comienzo el despliegue de lo que hoy es conocido como el SAND LAND project. En vísperas del evento anual Jump Festa '23, la propia Bandai Namco ofreció un primer avance en el que se dejaba claro que una de sus próximas prioridades sería convertir la historia de Sand Land en una franquicia propia. Una semana después, el plan quedó algo más definido.
El primer paso de cara a este gran proyecto pasa por el estreno en 2023 de Sand Land, un proyecto de animación digital con un apartado visual muy parecido al de Dragon Ball Super: Super Hero desarrollado por Sunrise Studio junto con Bandai Namco Filmworks, Kamikaze Douga Co., Ltd., y ANIMA Inc. De hecho, que las divisiones europeas y americanas de Bandai Namco se hayan hecho eco de la noticia da pie a pensar que el estreno será a nivel mundial.
Todavía no ha quedado claro si el proyecto se estrenará en la gran pantalla o en formato doméstico. O cómo será distribuido a nivel global, pero lo que sí es seguro es que será el inicio de cara a una franquicia propia basada en la licencia de Akira Toriyama y la propia Shueisha.
¿Qué podemos esperar de esto? Básicamente, todo lo que suele arropar el estreno de una gran producción de anime, lo cual incluye merchandising, obras menores en papel, y si la respuesta por parte del público es acertada, su propio videojuego.
Bandai Namco tiene una cartera de licencias basadas en el anime espectacular que va desde Dragon Ball a Naruto y One Piece. Tradicionalmente, ha lanzado un nuevo proyecto relacionado con Dragon Ball con carácter anual (en 2023 veremos las versiones Next-Gen de Dragon Ball FighterZ y Dragon Ball Kakarot).
Y pese a que Sand Land no ha sido conectado con el universo del Dragon World, pese a que hay similitudes, servirá de maravilla para extender el legado de Toriyama más allá del papel.
Y no lo vamos a negar: las posibilidades de Sand Land como videojuego, combinando aventura, acción, exploración y manejo de tanques, no dan para un solo juego, sino para su propia serie de videojuegos. Por lo pronto, Bandai Namco nos emplaza a un 2023 de cara a ver el despliegue del SAND LAND project. Estaremos atentos.
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