Hay aventuras tan especiales que solo pasan una vez en la vida. A veces pueden darse dos veces. El caso específico de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets ocurrió hasta tres veces en Super Nintendo y ni una más, pero con condiciones: solo fue posible disfrutar de este viaje al Reino Hyrule, único en su clase, durante 60 minutos cada semana. En parte por su original formato episódico, pero también por la revolucionaria tecnología empleada para que fuese posible.
The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets, disponible originalmente en 1997 en el mercado nipón como "BS Zelda no Densetsu: Inishie no Sekiban", transcurre seis años después de los acontecimientos de Zelda: A Link to the Past.
De hecho, se reciclaron casi todos los elementos esenciales del clásico del Cerebro de la Bestia, incluyendo los sprites, el mapa del mundo y la jugabilidad, aunque con la excepción de tres aspectos que le dan su razón de ser.
- El protagonista no es Link. En lugar del héroe del valor, controlamos al héroe de la Luz. Un personaje que puede ser masculino o femenino, pero que a efectos prácticos conserva todas habilidades de nuestro amigo de orejas puntiagudas.
- Además, la trama estaba serializada en cuatro episodios. No como las aventuras de Telltale Games ni del modo en el que vemos los capítulos de Netflix, sino como la televisión de la época: cada sesión de juego se emitía en una franja horaria específica. Si no estabas delante de la tele, mala suerte.
- Por último, pero no menos importante, solo es posible acceder a una porción del mundo en cada semana, así como ocho mazmorras originales a razón ofrecer dos completamente nuevas en cada partida.
Si lo vemos desde nuestra perspectiva, tan acomodados a los servicios en streaming y al afán de disfrutar de los videojuegos cuando y dónde queramos, la manera en la que se planteó The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets destroza todos los hábitos de consumo de entretenimiento actuales. Pero es necesario entender que en 1997 el contexto era muy distinto.
Y, pese a ello, aquel juego y su formato serial era una estupenda extensión de la revolucionaria tecnología Satellaview de SNES. Una especie de canal vía satélite dedicado a los videojuegos que, en el proceso, derivó entre otros títulos en dos ediciones perdidas de The Legend of Zelda. Pero antes de dispersarnos más de la cuenta conviene ponernos en situación. Vayamos por partes, nunca mejor dicho.
La tecnología de vanguardia de Satellaview, o cómo jugar a Zelda vía satélite
Jugar con la consola conectada a la red no es algo propio de los sistemas recientes ni actuales: la Famicom, la equivalente a la NES occidental, ya tenía su propio módem y la Mega Drive ofrecía un catálogo propio de juegos sin la necesidad de cartuchos. En el caso de la Super Famicom, la SNES japonesa con diseño idéntico al europeo, el sistema de St.GIGA. y Nintendo se llamaba Satellaview.
Originalmente lanzado en abril de 1995, dos años antes de las primeras partidas de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets, el Satellaview fue un intento de convertir al Cerebro de la Bestia en un auténtico centro de entretenimiento multimedia. Eso sí, un prodigio que inicialmente sólo se vendió por correo y que no era precisamente barato para la época: 14.000 yenes que, ajustados al valor actual, son algo menos de 300 euros. Más la suscripción, claro.
Como es de esperar, el formato de Satellaview empieza a partir del hardware: se ofrecía el servicio de suscripción o una fianza del dispositivo más el servicio de unos seis meses. A cambio, los usuarios podían acceder a diferentes contenidos que iban de revistas de la época como Famitsu y la Nintendo Power nipona a videojuegos de Squaresoft, Capcom o Konami y, por supuesto, los exitazos de Nintendo. Incluyendo remakes de NES que jamás fueron rescatados a posteriori o los títulos más distintivos de su sistema de 16 bits.
Eso sí, al tratarse de tecnología vía satélite únicamente la programación y los contenidos solo estaban a mano durante su franja de emisión: de 16:00 a 19:00 horas (horario japonés). En el fondo, todo aquellos funcionaba de manera muy similar a los inicios de nuestro Canal+ y su salto al Canal Satélite, sirviendo el Satellaview a modo de decodificador, pero había una función que le daba una característica única a todo: el SoundLink, un sistema en el que además experimentar el juego, éste era acompañado por una emisión de radio vía satélite.
Dicho de otro modo, la tecnología de SoundLink de Satellaview funcionaba como si acompañásemos con un podcast que se emite en directo nuestra partida, o lo que estuviésemos recibiendo a través del satélite. Lo cual da pie a nuevos tipos de interacción con el videojuego o a promocionar concursos. Y es precisamente ahí donde cobra sentido toda la propuesta de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets.
Zelda: Ancient Stone Tablets: más que un videojuego, un evento en sí mismo
Durante sus cinco años de emisión, los suscriptores de Satellaview recibieron hasta 114 videojuegos. Nada mal, desde luego. Se llegó a contabilizar que en 1997 hubo más de 100.000 suscriptores. Y, por la parte que nos toca en esta ocasión, Nintendo publicó tres juegos exclusivos de la saga de Zelda.
- The Legend of Zelda BS, que a efectos prácticos es un remake del The Legend of Zelda original de NES compatible con SoundLink.
- The Legend of Zelda BS: Ancient Stone Tablets, un spin off completamente original de A Link to the Past narrado a través de SoundLink, el cual está protagonizado por nuestro avatar de Satellaview y que tiene lugar 6 años después de la última gran aventura de Link.
- Y The Legend of Zelda: Triforce of the Gods, una versión de The Legend of Zelda: A Link to the Past, que llegará después y que será muy similar a la original, siendo lo más distintivo que, a diferencia de los títulos anteriores, se podía descargar y jugar fuera de emisión. El único de estos contenidos que, técnicamente, no era una emisión programada y exclusiva para suscriptores.
Si bien, Triforce of the Gods es el nombre japonés de A Link to the Past, que nos otros dos juegos reciban una BS al principio de su nombre tiene una razón de ser: son las siglas de Broadcast Satellite. Dicho de otro modo, son juegos que forman parte de la programación del servicio por satélite y, a diferencia de las películas de Netflix, como los programas de radio y televisión de entonces solo estaban disponibles durante un tiempo fijado. En ambos casos, una semana.
Semana 1 de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets
Así, dada la naturaleza de narrativa a través de SoundLink y la tecnología empleada, el primer episodio de la aventura de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets se emitió el durante siete días desde el 30 de marzo de 1997 con un narrador y actores para los papeles principales, una porción del mundo de A Link to the Past y dos mazmorras originales. Con todo, y como ya comentamos, en este juego específico y dado el sistema de eventos y narración existía un contador de tiempo que nos permitía jugar una sola hora a la semana.
La aventura continuará durante las tres siguientes emisiones, las cuales también duraron una semana iniciándose los días 6, 13 y 20 de abril del mismo año con nuevas partes del mapa disponibles y siempre con dos nuevas mazmorras esperando a ser descubiertas cada semana. Con todo, y como pasaba con la programación satelital, se ofrecieron hasta dos retransmisiones más de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets.
The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets |
EPISODio 1 |
EPISODIO 2 |
EPISODIO 3 |
EPISODIO 4 |
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Primera Emisión |
Del 30 de marzo al 5 de abril de 1997 |
Del 6 al 12 de abril de 1997 |
Del 13 al 19 de abril de 1997 |
Del 20 al 26 de abril de 1997 |
Segunda Emisión |
Del 1 al 7 de junio de 1997 |
Del 8 al 14 de junio de 1997 |
Del 15 al 21 de junio de 1997 |
Del 22 al 28 de junio de 1997 |
Tercera Emisión |
Del 29 de noviembre al 5 de diciembre de 1998 |
Del 5 al 12 de diciembre de 1998 |
Del 13 al 19 de diciembre de 1998 |
Del 20 al 26 de diciembre de 1998 |
Pese a la ausencia de Link, las retransmisiones de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets dejaron un curioso hito para la saga: fue la primera vez que la Princesa Zelda tuvo voz. Al menos, con la aprobación de Nintendo y más allá de los prácticamente apócrifos juegos de Zelda para CD-i de Panasonic. Como dato adicional, la encargada de tomar el papel a través de las ondas satelitales fue Mariko Kokuda.
Una experiencia única y muy original, especialmente para los fans de Zelda en una época en la que todavía faltaba un año que se hizo eterno para el lanzamiento de The Legend of Zelda: Ocarina of Time. Con todo, y pese a que cada episodio estaba en antena durante siete días, dada su naturaleza y el formato cada jugador solo podía aventurarse una única hora a la semana: había un contador de tiempo, dado que, como veremos, a lo largo de estos 60 minutos tenían que suceder determinados eventos.
Cómo es jugar a The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets
Que la trama de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets no se incluya ni en la cronología de la saga y también esté fuera del canon tiene su razón de ser: pese a todas las innovaciones y la tecnología utilizada, es un Isekai de manual. Uno en el que los protagonistas somos nosotros mismos.
Han pasado nada menos que seis años desde los acontecimientos de The Legend of Zelda: A Link to the Past, y Link se ha ido de aventuras. Es probable que incluso esté en Koholint o incluso más allá. Sin embargo, una nueva amenaza empieza a aparecer a lo largo del reino de Hyrule: los monstruos leales a Ganon vuelven a hacer estragos y la princesa Zelda ha comenzado a recibir visiones de un mal mayor.
Nuestro personaje, conocido como el Héroe de la Luz, proviene de un lejano reino cuyo nombre ha sido robado. En realidad llegó a Hyrule atraído por una rara luz, pero sus pintas (si jugamos con la versión masculina lleva una cantosa gorra de baseball) no son las de un hyliano. Y, sin embargo, la princesa ve mucho de aquello que hizo especial a Link. Y eso le da nuevas esperanzas.
Semana 2 de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets
Tal y como se puede adivinar por el nombre del juego, la trama de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets arranca bajo la premisa de descifrar el significado de dos tablas de piedra que parecen explicar lo que ocurre en Hyrule. Eso sí, el Héroe de la Luz cuenta con la destreza y el valor de Link, la tecnología de SoundLink de Satellaview y cuatro horas para salvar el reino.
Cada uno de los cuatro episodios de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets transcurre en tiempo real, y todos están programados para durar 60 minutos. El reloj no se detiene ni al pausar el juego ni al mirar los menús, aunque los enemigos dejarán de moverse. Ahora bien, no nos perderemos sobre la marcha ya que cada episodio se centra en una región muy específica del mapa de A Link to the Past con dos mazmorras originales.
Es más, una vez se acaban los minutos, el episodio termina independientemente de todo lo que hayamos dejado sin hacer. Eso sí, cuando se emite el siguiente episodio recuperamos las Tablas y las rupias obtenidas, pero las dos anteriores mazmorras aparecerán cerradas en favor de las dos nuevas.
Lógicamente, este ritmo y la duración de cada episodio derivaban en cambios de cara a lo ya visto y conocido en A Link to the Past: se añadieron más tiendas con objetos que pueden ser usados durante diez minutos para agilizar nuestras acciones, aunque si los conseguimos en las mazmorras los podremos usar de manera indefinida. Con todo, también se añadieron nuevos mini juegos.
Semana 3 de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets
Ahora bien, lo verdaderamente interesante es que, gracias al sistema de retransmisión y narración, se integraron eventos, misiones secundarios y desafíos únicos durante el transcurso de cada partida. Algunos de estos estaban guiados o planteados a través de los narradores y actores del juego, de modo que el narrador se refiere al Héroe de la Luz para describir, mientras que Zelda y otros personajes hablan con él mediante telepatía.
¿Lo mejor? A diferencia de otros juegos de The Legend of Zelda, en Ancient Stone Tablets hay un sistema de puntuación según nuestros hitos. Dependiendo de los tesoros encontrados y nuestras proezas obtendremos diferentes bonificaciones, así como lo mucho que avancemos en la trama. Estos puntos tienen un propósito, ya que las marcas más altas reciben recompensas promovidas por Nintendo y Satellaview.
Y no solo eso: hay un topo que se esconde en un sitio diferente de Hyrule en cada episodio y si logramos encontrarlo nos dará un montón de puntos. haciendo que su descubrimiento sea una enorme sorpresa que aderezaba todavía más la sensación de éxito y descubrimiento dentro de la aventura.
La desaparición de un juego de The Legend of Zelda y por qué no traerlo de vuelta no será lo mismo
Nintendo y St.GIGA. descontinuaron el servicio de Satellaview el año 2000, aunque ya se habían dejado de ofrecer contenidos propios antes. No se llegaron a acuerdos para continuar aquella iniciativa y, definitivamente, la SNES ya había experimentado su propio ocaso muchos años para entonces.
En consecuencia, tanto The Legend of Zelda BS como The Legend of Zelda BS: Ancient Stone Tablets desaparecieron y, tal y como se indica en Hyrule Historia, hoy por hoy no existe un modo de jugar de manera original. O, al menos, a través de los cauces oficiales. Aunque, claro, incluso si se diese la ocasión nos encontraríamos con numerosas barreras: más allá del problema del idioma está la manera de plantear la narración y la jugabilidad. Y pese a que el contenido del juego y las sesiones semanales de 60 minuto pueden recuperarse de manera sencilla, esa experiencia tan única en su conjunto no sería vivida del mismo modo.
Con el paso del tiempo, y enormes esfuerzos, se logró recrear el contenido de los cuatro episodios e incluso se tradujeron a diferentes idiomas, incluyendo el español. Webs dedicadas, como bszelda.zeldalegends.net se han volcado en preservar las dos entregas transmitidas en Satellaview, y se agradece. Sin su empeño, sería imposible este texto. Pero a efectos prácticos, no es lo mismo: la experiencia original es el evento en sí. Lo cual incluye la propia restricción de los 60 minutos por episodio.
Semana 4 de The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets
Buena parte de la gracia de The Legend of Zelda BS: Ancient Stone Tablets proviene del mero hecho de disfrutar de la experiencia a través del programa por satélite con la incertidumbre de si volverá a emitirse y, a partir de ahí, vivir la aventura para obtener la máxima puntuación con la ilusión por descubrir qué tipo de mazmorra te espera. Con la determinación de obtener un logro en tiempo récord o sumar una enorme cantidad de puntos y dejar tus progresos en el aire, en stand-by, hasta la semana siguiente. Sabiendo que la Princesa Zelda te estará esperando para continuar la historia.
Pero, claro, igual esas sensaciones solo son capaces de comprenderlas (o valorarlas) en propiedad las generaciones de jugadores y telespectadores que se criaron en un tiempo en el que si te perdías un episodio programado para una hora ya no volvía a estar disponible. Que asumen tener que esperar toda una semana para ver cómo continúa una trama. Que alucinaron cuando la televisión de pago se emitía por satélite y que, en lugar de frustrarse por perderse un trozo del contenido, valoran y saborea lo mucho o poco jugado y atesoran lo vivido.
Cuando la genuina sensación de aventura era un evento único, posiblemente irrepetible, y no entretenimiento servido a la carta a lo fast-food.
Puede que The Legend of Zelda BS: Ancient Stone Tablets jamás vuelva. Que sea una de las pocas entregas de la saga, fuera de la cronología principal, que no puedan ser recuperadas de un modo u otro. Pero incluso si se lograra recuperar el contenido, muy difícilmente sería lo mismo o se ofrecería igual. Al menos, no para el perfil actual de jugadores. Y eso, entre otros aciertos, hace que este Zelda sea un poquito conservador en aspectos como la jugabilidad, la trama o sus apartados técnicos como juego, pero a la vez tan único y especial.
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