Todas las grandes sagas tienen un inicio prometedor. Un título que llega por sorpresa y hace tantas cosas bien y consigue empatizar con tanta gente que se convierte en un clásico instantáneo. Las ventas acompañan, la calidad rezuma por los píxels y lógicamente la gente quiere más. Ahí viene la parte complicada, el momento clave en el que la franquicia puede pasar a ser legendaria o caer en el olvido.
Es entonces cuando los equipos de desarrollo deben enfrentarse al reto superior, a volver a hacer algo que no sólo mantenga el nivel de la primera parte sino que además lo supere. Llega el momento de desarrollar la secuela y contentar a los fans. No es fácil, muchos se la pegan y lo pagan cayendo en el baúl de los recuerdos. Otros lo consiguen, pasan a la historia y dejan la puerta abierta a más continuaciones. ‘Super Mario Bros 2’ lo consiguió pero no lo tuvo fácil, nada fácil. Hoy nos adentramos en su retro análisis. Bienvenidos.
La segunda parte que acabó olvidada
Nos remontamos hasta el año 1985. Nintendo está todavía digiriendo el éxito del primer ‘Super Mario Bros’, el juego más popular del momento, y ya prepara la que será su continuación, ‘Super Mario Bros 2’.
No son estos tiempos, claro que no, ahora todo está estudiado y el hipotético contenido de una segunda parte casi se piensa mientras se conceptualiza la primera. Así que en la Gran N decidieron acudir al método clásico. Una segunda parte ha de ser igual que la primera en general, pero aumentando lo que la ha hecho grande. Bigger and better, ya me entendéis.
El resultado del desarrollo se lanzó en Japón durante el año 1986, fue llamado ‘Super Mario Bros 2’ y era casi un calco del primero, con nuevos niveles, y una exagerada dificultad. Elementos más que suficientes para triunfar en el país Nipón, pero quizá no para hacerlo en el resto del mundo.
Nintendo of America, un par de años más tarde, al ver la esperada segunda parte y con una legión de fans a los que contentar no lo vio claro. La mentalidad japonesa es diferente a la del consumidor americano y quizá aquello no era lo que tantos fans esperaban. Justo en ese momento nacía el ‘Super Mario Bros 2’ que todos conocemos.
Bye ‘Yume Kōjō: Doki Doki Panic’. Hola ‘Super Mario Bros 2’
En ese momento la decisión estaba clara. Se cogería un videojuego desconocido en occidente pero con la calidad suficiente como para ser un éxito (Miyamoto también había trabajado en él) y se alteraría hasta parece un ‘Super Mario’. Dicho de otro modo, se le cambiarían los gráficos originales y se incluiría al fontanero bigotudo.
El juego elegido fue ‘Yume Kojo: Doki Doki Panic’. Un título que presentaba a cuatro personajes protagonistas, una simpática familia árabe, de habilidades muy diferentes. El personaje balanceado, el que salta mucho, el que planea sobre el aire y el que es más rápido que ninguno.
Un juegazo que había visto la luz en Japón durante el año 1987 y que ahora sería rediseñado para parecerse algo al mundo de Mario.
La familia original fue cambiada por Mario, Luigi, Toad y la Princesa Peach, cada uno respetando las habilidades originales. Los escenarios se mantuvieron en la medida de lo posible y se añadieron un par de ítems especiales sacados directamente de ‘Super Mario Bros’.
Este juego, ahora ya del gusto de Nintendo of América, fue comercializado como ‘Super Mario Bros 2’. Un Super Mario que no fue diseñado como tal y que por lo tanto es el más raro de toda la franquicia incluso a día de hoy y habiendo Mario hasta participado en unos juegos olímpicos.
La esencia de un buen juego de plataformas, pero no de un Mario Bros
No, este juego no consiste en llegar a un castillo final y tampoco consiste en salvar a la princesa del maldito Bowser. De hecho no podremos ni saltar sobre los enemigos para deshacernos de ellos no. Ahora entraré en detalle pero primero veamos de qué va.
Mario, la Princesa Peach, Luigi y Toad disfrutan de un paseo por el campo y, de repente, son atraídos a una extraña dimensión, el mundo de los sueños, al que deben liberar de la tironía de Wart, una rana gigante y su montón de secuaces. Algunos tan descabellados como ratas con gafas de sol.
En el juego no encontraremos los elementos más clásicos de los ‘Super Mario’. Ni tuberías, ni disfraces, ni bolas de fuego, ni ladrillos que se rompen, ni setas que hacen que Mario crezca de golpe. Pero da igual, el juego es tremendamente divertido.
Deberemos avanzar a lo largo y ancho de siete mundos, cada uno dividido en varias pantallas con sus respectivos jefes finales. ¿Nuestras armas? La habilidad de Mario y sus compañeros para arrancar hortalizas del suelo y lanzarlas contra los enemigos. Además de eso podremos desenterrar bombas, piedras mágicas (con el símbolo de PoW) que eliminarán a los enemigos de la pantalla, setas que nos darán vida y pócimas mágicas que nos transportarán a otra dimensión.
Un recurso muy simpático (y muy bien pensado) que durante un tiempo nos traslada a una versión espejada del escenario en la que podremos encontrar vidas y demás regalos útiles. Una especie de fase de bonus en medio de la pantalla que nos salvará en más de una ocasión.
Pero las diferencias con los juegos habituales de Mario no acaban aquí y es que, como decíamos antes, saltar encima de los enemigos ya no surtirá el efecto habitual. Eso sí, podremos cogerlos del suelo y lanzarlos contra otros para acabar con dos pájaros de un tiro.
Además las diferentes habilidades de los personajes harán que el juego se adapte a todos los gustos.
¿Cómo ha envejecido?
Interesante pregunta y me alegro de tener una respuesta contundente. Ha envejecido muy muy bien, extremadamente bien. El juego sigue siendo divertidísimo y presenta un apartado visual muy bien trabajado para los años que tiene (se lanzó en 1988).
Pese a su dudoso origen, eso de cambiar los gráficos de un videojuego ya existente para hacernos creer que se trata de un ‘Super Mario’ no sería como para tirar cohetes, consiguió un éxito de público y crítica bestial. Es el tercer juego más vendido de la historia de NES, con casi diez millones de copias vendidas, y poco nos importó en su momento que no tuviese nada que ver con el mundo de Mario.
No es una aventura al uso, no es lo que muchos esperaban de un ‘Super Mario Bros 2’, pero es un gran juego que sigue divirtiendo muchísimo. Para que os sirva de ejemplo de lo mucho que el título podía adaptarse a los gustos de cada uno (a día de hoy no es nada sorprendente pero pensad en la época ) yo por aquel entonces jugaba sólo con Mario e intentaba pasármelo una y otra vez con él. Mi madre, por el contrario, tenía a la Princesa Peach como aliada ya que su capacidad para planear un tiempo le ayudaba a superar los diferentes retos.
‘Super Mario Bros 2’ sigue siendo un juego totalmente recomendable a día de hoy. Si no lo habéis probado ya estáis tardando. Está disponible para descarga en Wii así que ya no tenéis excusa. O vendrá Mario y os tirará una hortaliza a la cabeza. He dicho.
Super Mario 2 | NES
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Plataformas: NES
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Desarrollador: Nintendo
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Distribuidor: Nintendo
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Lanzamiento: 1988
<p><strong>‘Super Mario Bros 2’, la edición de un gran clásico que tuvo que ser rediseñado, adaptando otro videojuego lanzado previamente en Japón, a los gustos de occidente. Uno de los grandes juegos de <span class="caps">NES</span> y la segunda aventura de Mario Bros.</strong></p>
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