Análisis de Star Wars: Knights of the Old Republic, o por qué el primer RPG de Star Wars fue y sigue siendo una obra maestra

Análisis de Star Wars: Knights of the Old Republic, o por qué el primer RPG de Star Wars fue y sigue siendo una obra maestra

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Una gloriosa space ópera en forma de videojuego. Una una carta de amor al fenómeno Star Wars. Una experiencia rolera que sentó nueva cátedra. Star Wars: Knights of the Old Republic es todo lo anterior y mucho más. Un RPG creado a base de maestría y pura devoción por el legado de la archiconocida saga galáctica cuya excelencia original llega a nuestros días. Porque para muchos apasionados por los videojuegos la mejor precuela de La Guerra de las Galaxias no se estrenó en los cines, sino en consolas y PCs. Y es tan atemporal que su relanzamiento en Switch ya es motivo de celebración.

Hace no tanto tiempo, en un 2000 que hoy parece muy, muy lejano, LucasArts delegó en la BioWare más inspirada la responsabilidad de hacer el primer RPG basado en el universo Star Wars. Pasados tres años Star Wars: Caballeros de la Antigua República llegó a la Xbox original y, desde entonces, el rol en los videojuegos de ciencia ficción jamás volvió a ser igual.

Porque el juego, coloquialmente conocido como Star Wars: KOTOR (o KOTOR, a secas), sentó un nuevo estándar en cuanto a la integración de la acción y la narrativa en la experiencia rolera más clásica. Un clasicazo cuyos alumnos aventajados, incluyendo The Witcher 3, Cyberpunk y los mejores títulos de la saga Mass Effect, quienes actualizan y perfilan una fórmula exquisitamente atemporal buscando transmitir la misma sensación de grandeza de hace casi dos décadas. Sensaciones que hoy se viven en Nintendo Switch.

Y es que, como hemos podido ver en VidaExtra, el universo Star Wars va mucho más allá de las películas y los videojuegos son algo más que una extensión de sus historias: son una pieza absolutamente esencial dentro de este universo que fusiona la fantasía, la ciencia ficción, la esencia del western y el cine de samuráis y otras cien influencias más; permitiéndonos tomar parte activa en él. Dicho lo cual, muy pocos juegos han expandido tanto y tan bien esa galaxia muy, muy lejana como Star Wars: KOTOR y sus secuelas.

Lo cual tiene doble mérito si partimos del hecho de que, como su propio nombre ya nos adelanta, Star Wars: Knights of the Old Republic tiene lugar en la Antigua República. Es decir, aproximadamente cuatro mil años antes del auge del Imperio Galáctico. Un periodo fascinante, desde luego, y también un lienzo en blanco colmado de posibilidades que BioWare supo pincelar con algo más que maestría: su visión del universo Star Wars está a la altura de las mejores historias de la saga. Y eso ya es un hito en sí mismo.

Un temerario forajido contra toda una flota sith

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Aproximadamente cuatro milenios antes de la Guerra Civil Galáctica y la batalla de Yavin estalló un conflicto a escala interplanetaria conocido como la Gran Guerra Sith. Los devotos del reverso tenebroso de la Fuerza irrumpieron en una República que todavía no se había recuperado de las heridas de las Guerras Mandalorianas y, para colmo, la orden Jedi, protectores de los diferentes sistemas, se encontraba dispersa y vulnerable.

Bajo el liderazgo de Darth Malak, una gran flota ha comenzado a reinstaurar el temido imperio sith derrocado mil años atrás. Sin embargo, el destino de la Galaxia no reposa en la férrea voluntad de este lord oscuro, sino en lo que queda de la tripulación del Endar Spire, un maltrecho navío espacial que atraviesa el Borde Exterior y que, por cierto, está a punto de ser reducido a chatarra.

A bordo de la Endar Spire se encuentra la excepcional Jedi Bastila Shan, cuya insólita conexión con la Fuerza -una misteriosa fuente de energía que habita en todas las formas de vida de la galaxia- podría darle un revés total al curso de la guerra. Ahora bien, Star Wars: Knights of the Old Republic no es la historia de Bastila, sino la de aquél que partirá en su búsqueda. Y que éste acabe siendo un héroe o un villano, incluso capaz de destronar al mismísimo Malak, dependerá totalmente del jugador.

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Por delante, una aventura que nos traslada a mundos nuevos, conocidos e incluso todavía por presentar en las películas hilada a través de acontecimientos en los que el jugador no solo tiene parte activa en la trama y los combates, sino que además da forma a la propia historia a través de sus líneas de diálogo, sus grandes decisiones y hasta en su predisposición en implicarse en los acontecimientos que suceden en torno a él. O a ella.

Al final, nuestros pequeños y grandes actos acabarán derivando en dos posibles resoluciones: liberar la galaxia o tomar el control de la misma. Eso sí, con la ventaja añadida de que su trama, a la altura de las mejores novelas de Star Wars, se sirve del formato de los juegos de rol para desarrollar más y mejor el contexto y los propios personajes. Logrando implicar al jugador en los acontecimientos con maestría mientras se generan de manera natural vínculos con los diferentes agentes que decidirán el destino del propio universo.

Una experiencia rolera absolutamente intachable, una gran historia de Star Wars

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Knights of the Old Republic no es el primer videojuego de Star Wars en el que el propio jugador se decanta mediante sus propias acciones entre la virtud del lado luminoso de la fuerza o el intimidante poder del su reverso tenebroso, pero la manera de fusionar ese mismo concepto con una auténtica experiencia rolera que aportaba capas de profundidad a la historia fue absolutamente insólito para la época.

De hecho, la gran revolución de KOTOR, y su gran éxito, no fue su revolucionaria narrativa o un aspecto de vanguardia dentro de los juegos de rol contemporáneos, sino cómo BioWare adaptó la fórmula de Baldur's Gate al universo Star Wars con una naturalidad insólita. Eso sí, sustituyendo el manual de Dungeon's & Dragons por las reglas de Star Wars Roleplaying Game, el cual fue editado también por Wizards of the Coast en el año 2000.

De partida, el protagonista de esta historia se crea para la ocasión: en KOTOR se nos da la posibilidad de elegir inicialmente entre tres clases y toda clase de rasgos que van desde el género y el aspecto a un muy detallado reparto de atributos y habilidades. ¿Mucho trámite? En BioWare simplifican el proceso, si lo deseamos, y siempre podemos optar por usar unos valores tipo, mejoras predeterminadas y subir de nivel de manera automática.

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Todas las habilidades del juego tienen un propósito. Ya bien sea abrir puertas o la capacidad de persuadir en conversaciones. Y, lógicamente, tienen un efecto directo en unos combates que apuestan tanto por un sistema de turnos como por un desarrollo en tiempo real gracias a un sencillo sistema de pausado que acomoda el curso de la batalla a nuestro gusto y necesidades y en el que, por cierto, podremos tomar siempre el control total de nuestros compañeros de equipo.

¿Preferimos usar dos blásters o un arma de dos manos? Si no lo tienes claro, lo mejor es alternar sobre la marcha o gestiona a tus compañeros para ser más eficiente. Y el completísimo sistema de inventario, tan característico de las experiencias roleras del cambio de milenio, juega totalmente a favor de KOTOR sin llegar a ser tedioso de gestionar o entorpecer el desarrollo de la partida.

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Lógicamente, el equipamiento y las mejoras acaban marcando la diferencia. Todos los personajes del juego reaccionarán o tendrán una predisposición concreta en función del uniforme que llevemos, y podremos equiparnos con armas a dos manos y toda clase de ventajas. Sin embargo, la experiencia de juego da un salto total cuando, llegados a cierto punto, podemos acceder a las habilidades de la Fuerza.

Dependiendo de nuestras decisiones, diálogos e implicación en los diferentes acontecimientos del juego nuestro personaje acabará fortaleciendo su conexión con la Fuerza, aproximándose al lado de la luz o el de la oscuridad. Lógicamente, eso tiene efectos directos en el desarrollo de la historia, pero también se aplica a la jugabilidad, las batallas y nuestras opciones a la hora de interactuar con la historia y los demás personajes.

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Todo lo demás se sostiene por sí mismo, se cristaliza con maestría y naturalidad y hace que KOTOR sea un juego imprescindible; pero lo que de verdad supone el salto hacia la excelencia es el logradísimo trasfondo creado para la ocasión, la reverencial dedicación puesta en hacer una réplica del universo Star Wars tangible, creíble y completamente interactiva y colmar el conjunto de personajes interesantes.

Y, si bien BioWare es responsable del escenario de esta partida rolera y hace de rolemaster, buena parte del mérito detrás de que todo esté tan bien articulado se debe al libreto de Drew Karpyshyn, guionista del juego y cuya trayectoria tanto en BioWare (Baldur's Gate II, Jade Empire, Mass Effect 1 y 2) y dentro del lore creado para LucasFilm (Star Wars - Darth Bane, Star Wars: The Old Republic) ya habla por sí misma.

Cómo es jugar Star Wars: Caballeros de la Antigua República en Nintendo Switch

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Cuando LucasArts, la filial de LucasFilm, propuso a BioWare hacer un RPG de Star Wars se le plantearon dos posibles opciones: que éste se ambientase en el Episodio II: El Ataque de los Clones, la película que se estrenaría junto con el juego (aunque éste acabó retrasándose varias veces) o que narrase una historia que tuviese lugar miles de años antes de lo mostrado en la gran pantalla. Ambas posibilidades estaban colmadas ventajas y desafíos, pero los canadienses apostaron por la libertad de hacer una historia sin ataduras.

Siendo justos, lo cierto es que había material en el que basarse. Además del manual del juego de rol de Wizards, KOTOR continúa explorando los acontecimientos de la serie de novelas gráficas Tales of the Jedi del universo expandido de Star Wars, pero con los suficientes flecos sin atar para desarrollar la creatividad de BioWare. Historias que, por otro lado, quedaron relegadas al sello Leyendas y extraídas del canon.

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Knights of the Old Republic se estrenó originalmente en Xbox y fue un brutal golpe sobre la mesa para la primera consola de Microsoft. De hecho, aquella sobremesa contó con varios títulos completamente exclusivos basados en Star Wars. Sin embargo, el resultado final era demasiado jugoso como para no llevarlo a unos PCs que, en muchos aspectos resultaban la meca de los apasionados por el rol clásico. Algo de lo que BioWare es directamente responsable con sus aportaciones desde los Reinos Olvidados.

KOTOR no tardó demasiado en recibir una secuela y, pasado cierto tiempo, hasta su propio MMORPG, titulado simplemente Star Wars: The Old Republic. Una de las mayores superproducciones de los videojuegos, todo sea dicho. Con el tiempo, el clásico será actualizado, rescatado para las actuales Xbox gracias a la retrocompatibilidad y hasta adaptado a dispositivos móviles. Lo que no entraba en muchas quinielas es que, además, llegase a Nintendo Switch.

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Star Wars: Knights of the Old Republic, la actualización del juego de 2021, lleva la firma de una Aspyr que, más allá de acomodar el original a iOS y Android, se ha volcado en dar nueva vida a los clásicos de Star Wars de LucasArts en sistemas actuales, incluyendo el mítico Episode I Racer o el sensacional Republic Commando. Sin embargo, hay que admitir que esta versión de KOTOR llega con varios cambios que juegan a favor de título de 2003 y su reedición retrocompatible.

  • De partida, Aspyr ha acomodado la imagen a las pantallas panorámicas. Un pequeño gran detalle que no pasa desapercibido al compararlo con la versión retrocompatible de Xbox.
  • Por otro lado, se han añadido algunas funciones extra como la vibración para los Joy Con o el Mando Pro de Nintendo Switch. Aunque no esperes que se aproveche la tecnología háptica.
  • Además, se han acomodado a Nintendo Switch todas y cada una de las interfaces, menús, marcas de botones y cuadros de diálogo. Algo no muy frecuente en las conversiones de clásicos, todo sea dicho.
  • Y pese a que los modelos son, en esencia los mismos, se han perfilado os acabados para que no luzcan los dientes de sierra de la versión de PC y se han trabajado más y mejor las texturas, de modo que éstas no lucen tan borrosas como en la actual versión de Xbox.
  • Por último, pero no menos importante, la entradilla del texto inicial (las clásicas letras del prólogo de las películas) pasa a ser en inglés y está subtitulada. Como referencia, en la actual versión de Steam ese mismo texto está en español.

Un aspecto que llama la atención es el muy poco sutil rótulo que aparece al entrar en los combates. Algo que, por otro lado, puede ser arreglado de manera muy sencilla con un parche de post-lanzamiento.

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Sin embargo, dicho lo cual, la jugabilidad ha quedado intacta y acomodada a la consola de Nintendo, de modo que el tránsito por los menús es fiel al KOTOR de 2003, pero con un sencillo botón podremos resaltar, dirigirnos e interactuar sobre cualquier objeto que esté a nuestra vista.

Star Wars: Knights of the Old Republic no se limita con ser una conversión muy fiel al clásico, sino que introduce con aciertos cambios con distinto grado de sutileza con los que Aspyr perpetúa la atemporalidad de un clásico de culto. Sin llegar a dar la impresión de ser un remake, por supuesto, pero lo suficiente como para sortear, en la medida de las posibilidades, el efecto de retrorrotura de cualquier juego en 3D lanzado hace prácticamente dos décadas.

La opinión de VidaExtra

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Star Wars: Knights of the Old Republic es uno de los mejores RPGs de la historia de los videojuegos. Sentó nueva cátedra en 2003 y su excelencia rolera sigue intacta a día de hoy. Una cita obligadísima para cualquier apasionado por Star Wars que, además, cautiva por méritos propios como videojuego que nos traslada a un mundo de fantasía y ciencia ficción.

Sin la grandeza de KOTOR es imposible entender la brutal libertad, ambición y narrativa de Mass Effect. La exploración e implicación con el mundo de The Witcher III (mucho antes de que Gwent sumase decenas de horas adicionales a nuestras partidas, en la Antigua República de BioWare ya nos viciábamos con las partidas de Pazaak) o la importancia de las decisiones y ofrecer un mundo vivo de Cyberpunk 2077.

Lógicamente, hay aspectos que inevitablemente son consecuencia de su propio tiempo y que fueron mucho mejor planteados y ejecutados en juegos posteriores. Sería injusto decir que el sistema de combate no ha envejecido mal, pero desde su lanzamiento original se han encontrado fórmulas y maneras de hacerlo más atractivo y emocionante. Aspectos que, por otro lado, Aspyr tendrá que tener muy en cuenta con vistas al anunciado remake.

En cualquier caso, la grandeza de Star Wars: Knights of the Old Republic sigue siendo la manera en la que ensambla una historia 100% Star Wars con una experiencia rolera que fue y continua siendo absolutamente intachable. Entrelazando la emoción de las space operas de las películas con la relevancia de las decisiones y las buenas tiradas de los juegos de papel y dados. Y, si bien, como videojuego KOTOR ya no está a la vanguardia en cuestión de aspecto y presentación, sigue siendo una obra maestra con mayúsculas.

Star Wars: Knights of the Old Republic

Star Wars: Knights of the Old Republic

Plataformas Nintendo Switch, Xbox, PC, iOS y Android
Multijugador No
Desarrollador BioWare / Aspyr
Compañía Aspyr / LucasFilm Games
Lanzamiento julio de 2003 (clásico) / 12 de noviembre de 2021 en Switch

Lo mejor

  • Una Space Ópera rolera que es 100% Star Wars
  • 20 años después, sigue siendo un clásico atemporal
  • La manera de adaptar el rol clásico a los videojuegos sigue siendo magistral

Lo peor

  • Se podían haber aprovechado mejor las posibilidades de Switch

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