'Spelunky' para Xbox 360: análisis

'Spelunky' para Xbox 360: análisis
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Para los habituales del genio Derek Yu, el nombre de ‘Spelunky’ debería resultar muy familiar, no en vano fue un título que pegó lo suyo a finales de 2008 debido a su dificultad y a su naturaleza (gratuita). Y por ser buen juego, obviamente. Los años han ido pasando, y a primeros de julio recibimos su conversión a consolas, en este caso a Xbox 360, por medio de Xbox Live Arcade, con un lavado de cara importante, tanto a nivel gráfico como jugable, sin ser ya gratuito, como era de esperar. Eso sí, sin perder su exasperante nivel de dificultad, algo que pasaremos a analizar a continuación.

De entrada vamos a ser muy directos. Si no os gustan los juegos difíciles olvidaos de ‘Spelunky’. Es un juego muy puñetero, hablando en plata. Mi idolatrado ‘Super Meat Boy’ nos parecerá un juego de niños a su lado. Y todo por culpa del gran nivel de penalización que ofrece ‘Spelunky’.

En ‘Spelunky’ exploraremos y moriremos mucho. ¡Mucho!

Spelunky

Porque lo que en un primer momento se nos podría antojar como un paseo más o menos factible al saber que nuestro explorador (tendremos cuatro de base, y podremos desbloquear ocho más, siendo uno de ellos muy conocido por estos lares) cuenta con cuatro corazones de vida para aguantar varios golpes antes de morir desaparece al saber que muchas de las trampas que nos encontraremos nos pueden matar de un simple toque. Pero eso no es lo peor, no. Porque aunque tengamos vidas infinitas la mencionada penalización nos lleva a repetir la historia desde la primera fase. Esto se subsana en parte al habilitar los tres atajos del juego, pero para habilitar cada uno tendremos que cumplir tres requisitos, siendo algunos de ellos bastante puñeteros, como os imaginaréis. Para rizar el rizo, si queremos aparecer en los marcadores online será requisito obligatorio no usar los atajos.

‘Spelunky’ requiere de nosotros nuestra máxima concentración. Nada de ir a lo loco y sin mirar previamente hacia dónde saltamos. Ya podemos ir muy bien por las minas y la jungla, que una caída al vacío en las cuevas de hielo hará que tengamos que volver a empezar desde el principio (o desde el atajo de la jungla). Esta cautela y miedo constante se acrecenta al saber que cada partida será única, y todo porque las fases se generarán aleatoriamente. Pero es algo que a su vez lo hace único, en el amplio sentido de la palabra. Nos frustará en muchas ocasiones por perder una partida por culpa de una trampa tiki, pero a la vez nos animará a seguir intentándolo, porque sabemos que el llegar a una nueva zona será un premio que no tendrá precio. Nos sentiremos, en definitiva, unos verdaderos exploradores. Aunque para ser buenos tendremos que sudar (y morir) mucho. Ahí radica su grandeza.

Pese al agobio que podamos sufrir, lo cierto es que cuanto más juguemos más notaremos lo mucho que estamos progresando, llegando a pasar zonas que antes nos parecían complicadas y ahora no tanto. Por ejemplo, esas malditas trampas flecha. Con la experiencia descubriremos (si no, aquí estoy yo con este consejo) que si les lanzamos algún objeto, como una piedra, dispararán su mortal flecha y podremos pasar delante de ellas sin miedo a sufrir daños. A lo tonto, tras haber muerto un centenar de veces, eso sí, la utópica idea de llegar hasta el templo del tirón no resulta tan descabellada. Pero claro, siempre podemos pifiar hasta con un simple murciélago al calcular mal un salto, golpeándonos y cayendo en unos pinchos. Y nosotros maldiciendo al murciélago y a toda la familia de quirópteros.

Escenarios generados aleatoriamente con muchos secretos

Spelunky

Los escenarios generados aleatoriamente nos llevarán también a presenciar acontecimientos especiales, como fases nocturnas para las que será imprescindible el uso de una antorcha (ésta se podrá apagar con el agua, cuidado), otras en la que los muertos vivientes resucitan, o una en la que los alienígenas nos visitan. Pero es que además gracias a alguno de estos acontecimientos podremos descubrir lugares nuevos, como un castillo encantado o ser engullido por un gusano gigante. Hablando de cifras, para que os hagáis a la idea, tenemos diez lugares en la aventura (incluyendo la mítica Ciudad del Oro e incluso el mismísimo Infierno), 56 monstruos (contando a la damisela, al tendero y al hombre del túnel, ése que nos crea los atajos al darle ciertos objetos o dinero), 34 objetos (desde lo básico, como cuerdas o bombas, hasta escopetas y rayos congeladores), y 14 trampas. Todo muy bien detallado desde nuestro Diario, al cuál podremos acceder en cualquier momento de la partida.

Con la experiencia también descubriremos que no debemos ser tacaños en cuanto a nuestro equipamiento. Si bien en cada fase podremos encontrar cajas que podrán contener objetos útiles, como una brújula o unos guantes para escalar, las visitas al tendero para comprar útiles esenciales que nos facilitarán la tarea de completar la aventura deberían ser nuestra prioridad. Por ejemplo los ya mencionados guantes para escalar, o el pegamento para las bombas. Y siempre que podamos rescatar damiselas o comprar sus besos, mejor que mejor. Porque cuanta más vida tengamos, más probabilidades de sobrevivir en este difícil trayecto (y eso que una caída al vacío… ya sabéis) habrá.

Irónicamente, pese a que ‘Spelunky’ pueda ser disfrutado en compañía de otras tres personas esto no se traduce en una diferencia tangible de la reducción de su dificultad, ya que nos podremos estorbar con nuestros compañeros (si lanzamos a un enemigo podremos golpear a nuestros aliados). Aún así, nos alegra siempre ver un modo cooperativo a cuatro bandas, aunque sólo sea en modo local.

Cuatro “spelunkers” juntos, peligro constante

Spelunky

Si, por el contrario, nos va la marcha y queremos un modo más competitivo con nuestros colegas, en ‘Spelunky’ tenemos el modo “Combate mortal”, que viene a ser un todos contra todos dentro de escenarios reducidos con motivos de los lugares que hayamos descubierto. Podremos ajustar distintos parámetros, como el número de victorias hasta dar por concluída la partida, o bien las vidas, bombas y cuerdas para cada uno. Incluso, aunque sea un modo para jugar en modo local junto a otros tres colegas, podremos jugar contra la máquina. Aunque ésta, como imaginaréis, es muy puñetera.

En cualquier caso la gracia de ‘Spelunky’ radica en su modo aventura, en irle perdiendo el miedo (que no respeto) a cada zona, y en soñar con darla por concluída descubriendo todos sus secretos, que no son pocos. Si fuésemos “Rapidilunky” podríamos llegar a pasar (que no completar) la aventura en menos de ocho minutos, pero ciertamente eso es algo que sólo está reservado para los maestros.

Si tuviese que ponerle alguna pega a este ‘Spelunky’, aparte de por lo frustrante que puede ser su dificultad por momentos (acrecentada por la mencionada penalización), es que su banda sonora, que sin ser mala en absoluto, no esté a la altura de todo el conjunto. Porque si os gustan los retos tenéis en ‘Spelunky’ una cita obligada. Otra joya del catálogo de Xbox Live Arcade en este 2012.

Spelunky | Xbox 360

Spelunky
  • Plataformas: Xbox 360 (XBLA)

  • Desarrollador: Mossmouth

  • Distribuidor: Microsoft Game Studios

  • Lanzamiento: 4 de julio de 2012

  • Precio: 1.200 MS (15 euros)

   <p>&#8216;Spelunky&#8217; es un juego de plataformas de la vieja escuela con un apartado gráfico acorde a la actualidad. Difícil como pocos, reconfortante como pocos cuando superamos sus barreras. Y con muchos secretos ocultos.</p>

Vídeo | Youtube
En el bazar de Xbox Live | Spelunky
Sitio oficial | Spelunky World

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