Esta es una iniciativa en colaboración con Wizards of the Coast.
En estas que acabas de comer, estás apalancado en el sofá con pocas ganas de hacer nada y recuerdas que mañana toca texto de Magic: The Gathering. Cero dramas porque normalmente procuro tener por adelantado lo que voy a ir escribiendo sobre el juego cada mes, pero nunca sabes lo que pueden depararte las Crónicas Magic.
Total, que con la bajona que impone un buen cocido, e intentando encontrar la excusa perfecta para un "ya lo haré luego" y poneme a jugar a Elden Ring, me preparo un café, cojo el móvil y me pongo a ojear qué tema de Magic tenía pensado sacar. Al fin y al cabo el crío duerme la siesta y hay que aprovechar estos momentos de calma al máximo.
Cómo procrastinar mal: lección 1
Como lo de la carta de los Pirineos gustó mucho, mi intención es escribir sobre movidas reales que inspiraron cartas de Magic. Ejemplos hay para aburrir, desde sitios hasta personas, literatura o acontecimientos, pero claro, ordenar todo eso no va a ser fácil y hay que encontrar un hilo del que tirar.
Podría ponerme con otra cosa más liviana, pero he tomado por costumbre fastidiarle a Tonichan el calendario de temas que sacamos de Magic y, tras retrasarlo un par de veces, esta vez sí que me voy a poner con la idea de las cartas. Toca repasar la inmensa lista de fuentes que tengo guardada en Notion para ese tema en concreto.
Y entre sorbo y sorbo paso de una página a otra, y de ahí a un foro dejado de la mano de dios, y de ahí a un hilo en Reddit de cuando vivía Cirilo de Alejandría… Lo sorprendente es que tengo todo lo necesario a buen recaudo de cuando estuve investigando sobre el tema y hace un buen rato que podría tener ya el tema escrito y maquetado, pero así soy yo.
Procrastino mal. En vez de estar invirtiendo mi tiempo en otra cosa estoy adentrándome aún más en un pozo que ya he visto en no pocas ocasiones que no tiene fin. Pero eh, al final eso es lo que más me gusta de Magic, que entrar en ello como novato es como descubrir un agujero en la pirámide de Keops. Difícil resistirse a curiosear qué hay dentro de las fauces de la ballena.
Siguiendo el rastro de miguitas de pan
Está por llegar el día en el que perderse en ese pozo, ya sea inteligente o no para mi eficiencia como juntaletras, no acabe convirtiéndose en una mina de oro, y el ejemplo de esta semana es uno de los más locos que podría relatar. Sí, yo también he perdido la cuenta de las veces que he dicho eso mismo.
El caso es que voy saltando de un tema a otro, mirando cartas con detalle y estudiando sus nombres, frases de ambientación y artes cuando, de repente… PREMIO. Es lo que tienen las migas de pan, que si las sabes seguir al final acabas encontrando el mejor de los panes. "¿Segovian Leviathan? Pero qué coj…" Oh là là, la boulangerie.
Cuando uno se encuentra algo como un Leviatán Segoviano es difícil no emocionarse. Podría ser cualquier cosa, y las posibilidades de que no tenga nada que ver con cochinillos, florones o acueductos son elevadas, pero la ilusión es lo último que deberías perder en este trabajo, así que más allá del jiji jaja y saltar a otra cosa, decido tirar del hilo para ver si hay suerte.
La magia de lo desconocido dura más bien poco y, antes de que pueda venirme aún más arriba, un jarro de agua fría me despierta de mi ensoñación. Parece que alguien afirma que se trata de un error de imprenta, que en realidad el pescado es un Serovian Leviathan y que, como era de esperar, aquello era demasiado bueno para ser verdad.
Segovia, el plano en miniatura de Magic
Los participantes del foro comentan el tema, uno de ellos muestra una imagen rota y ya perdida de algún banco de imágenes que probablemente cerró hace décadas y, mientras los mensajes se suceden, otro agujero en la pirámide. No sólo la carta se llama Segovian Leviathan, es que Segovia es uno de los planos del multiverso de Magic: The Gathering.
Molaría bastante que fuese un universo alternativo en el que elfos y trasgos se alimentan de lechazo y judiones, pero en realidad es algo bastante más loco que eso. Segovia es un plano cuyo tamaño es siempre 1:100. Todo el que entra se reduce a esa escala para poder formar parte de su universo en miniatura sin destrozarlo todo pisando donde no debe.
Un sitio simpático, plagado casi en totalidad de agua y monstruos marinos, pero con unas pequeñas extensiones de tierra que están habitadas por humanos en busca de juerga y espectáculos deportivos. Al parecer les encantan los hipódromos.
No se lo montan mal, no, pero como curiosidad no hay mucho que rascar más allá del nombre y lo divertido de algunas citas que me voy encontrando. Esta consigue volarme la cabeza y, por descontado, me invita a meterme aún más en el pozo. ¿Qué narices es un ángel de Segovia?
"Cuando Worzel invocó a los ángeles de Segovia para luchar contra los mosquitos de Gargantikari de Thomil, la batalla que sucedió se cuenta entre las menos destructivas del Multiverso".
El ángel segoviano
Al parecer hay más cartas con Segovia como protagonista. No son muchas, no, pero entre las cuatro que veo hay otra que vuelve a actuar de Rey Midas y convierte el polvo en oro. El texto anteriormente citado pertenece a una carta llamada Ángel de Segovia y, aunque el nombre sigue pareciéndome surrealista, su arte remata la faena.
Yo entiendo que la vida son casualidades en un alto porcentaje -nunca darás porcentajes en vano-, pero esto no puede ser trivial. Esto es mucha casualidad. ¿Eso que hay detrás del Ángel de Segovia es el maldito acueducto de Segovia?
Uno que atraviesa la ciudad en curva y que parece más cercano a las paredes del citado hipódromo que un acueducto en sí, sí, pero está claro que alguien de Wizards of the Coast estuvo en España y se trajo consigo un "estuve en Segovia y me acordé de ti".
Eso o al artista Simon Dominic le dieron el encargo de hacer un ángel segoviano y se agarró a lo primero que vio en Google como a un clavo ardiendo. Sin poder evitar soltar una sonora carcajada corro a mis compañeros para decirles que ya tengo tema de Magic para mañana. Y que van a flipar cuando lo vean.
No todos los días se cruza uno con el acueducto de Segovia custodiado por un ángel tan pequeño como un mosquito en una carta de Magic. En fin, imagino que al final sí que ha salido un texto con cartas basadas en sitios reales, ¿no? Bueno, más o menos.
Imagen | David Corral
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