Ganar o perder es lo de menos: en este shooter por equipos el caos y la destrucción se imponen a los propios tiroteos. Jugamos a The Finals

Ganar o perder es lo de menos: en este shooter por equipos el caos y la destrucción se imponen a los propios tiroteos. Jugamos a The Finals

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The Finals

Vayamos con la verdad por delante. Como siempre. Si algo he aprendido durante todos estos años en los que llevo escribiendo en VidaExtra es que compartir partida y equipo con Rubén es sinónimo de risas, caos y destrucción. Contaba con ello cuando saltamos a las brasas de The FINALS un shooter por equipos que llega de la mano de Embark Studios. ¿Cómo negarme a una chaladura así?

Sin embargo, cuando en mitad de una pantalla completamente sometida a una espesa niebla nuestros enemigos empezaron a demoler el edificio en el que estábamos, se acabaron las risas.

En peores nos habíamos visto, desde luego, pero a diferencia de otros FPS competitivos, The FINALS no se siente en ningún momento como una guerra o como una gran prueba de supervivencia, sino como un concurso. Es parte intrínseca de su naturaleza.

De hecho, en The FINALS cuando matas (o te matan) no dejas un cuerpo inerte en el suelo y las armas conseguidas, sino una figura de exposición, con su base y todo, y un puñado de monedas. Literalmente. Para ser más precisos, te conviertes en todas las monedas de juego que acabas de perder.

Lo cual deriva en la naturaleza del juego. ¿Qué aporta y diferencia The FINALS de todo los shooters por equipos anteriores y aquellos que vendrán después?

El shooter en el que cada partida es un concurso

Un gran espectáculo. Mucho dinero en juego y un trampolín excepcional para conseguir fama, popularidad y patrocinadores. La primera regla es encontrar la mayor cantidad de cajas fuertes repartidas por el escenario y hacer lo imposible reclamar lo que haya dentro. La segunda es que si, además, fulminamos a cualquier otro concursante de un equipo rival sumaremos a nuestro contador de dinero un pellizco de lo que éste ha obtenido.

A partir de ahí, en The FINALS no existen más reglas. El que tenga más dinero antes de que suene la bocina gana,

Sobre el papel, la carta de presentación de The FINALS no es muy diferente a la del exitoso Apex Legends que se resiste a ceder su posición como uno de los títulos más jugados de Steam. Metidos en partida, las sensaciones no pueden ser más diferentes.

De entrada, porque no existe el concepto de campeones (o héroes) sino que tú mismo te creas tu personaje a nivel de presentación y armas. Eso sí, técnicamente hay tres clases. Puedes crearte un personaje al gusto, a tu semejanza o lo que más te guste, pero a todos los efectos hay una distinción entre los que son los ligeros, los que son pesados y los que tienen un tamaño intermedio.

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Unos son escurridizos y otros complicados de tumbar. Porque, tal y como contaron desde Embark Studios antes de empezar a pegar tiros, The FINALS no es un "Hero Shooter", sino un "Hero Builder". Uno en el que, por cierto, se busca de manera proactiva la participación del jugador.

Una vez creados nuestros perfiles, en la versión a la que tuvimos acceso se nos puso por delante una serie de contenidos muy específicos: dos escenarios basados en Mónaco y Seúl, dos experiencias de juego (Partida Rápida y Torneo), un modo de entrenamiento y, por supuesto, la tienda de juego en la que podíamos ver la enorme cantidad de elementos cosméticos a nuestra disposición. Nada que nos garantizase una ventaja.

Con esas premisas establecidas, Embark nos dejó claro que se trataba de una versión en desarrollo del juego, con lo que por beta no se referían a una de esas pruebas de servidores que hoy casi han reemplazado a las tradicionales demos, sino a un proyecto en construcción. Lo paradójico del asunto es que, precísamente, lo que más nos llamó la atención es la importancia de la destrucción en cada partida.

En The FINALS el caos y la destrucción se imponen a los propios tiroteos

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Dado en The FINALS está pensado para que cada jugador diseñe y de carácter a su propio campeón en un entorno competitivo, el aspecto que define la su identidad como shooter pasa por los mapeados. No solo en cuestión de diseño, estética y la propia capacidad de ser usados a nuestra conveniencia, sino cómo al hacerlos añicos o adaptarnos a sus circunstancias le damos ritmo a la propia partida. Cuando hay ritmo.

Lo primero que debes tener en cuenta es que en The FINALS casi cualquier cosa que está construida o edificada puede ser tanto escalada o demolida. Llegar a los tejados o las zonas más altas se consigue a base de ascensores (de esos que aparecen al usar un botón), cuerdas, trampolines, tirolinas y, por supuesto, algo tan sencillo como entrar en prácticamente cualquier edificio y subir por las escaleras hasta llegar al tejado. Pero lo verdaderamente distintivo del juego, claro, es convertirlo todo en ruinas.

Podemos destruir paredes, tejados o fachadas a base de artillería o bombazos. Por lo general para abrirnos paso, perseguir a nuestros rivales o dejarles expuestos. En Seúl, por ejemplo, se han colgado de gruas cajas en las que hay bidones explosivos que piden arrasar con cualquier cosa que haya bajo su sombra. Y no podemos olvidarnos de los clásicos y siempre efectivos bazucazos que ahorran trámites y sutilezas.

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Como comentamos al principio, a lo largo de la fase de testeo tuvimos acceso a dos mapeados, pero lo cierto es que memorizarlos fue casi imposible: como en los juegos de naturaleza deportivas, durante las cargas de juego se establece la iluminación y la climatología que tendremos por delante, lo cual afecta a la visibilidad y, por extensión a la estrategia de juego. Porque en The Finals, la hay.

Para ganar la partida o pasar la la siguiente ronda el requisito es amasar la mayor cantidad de dinero, lo cual pasa por hacernos con una especie de cajas doradas y hacer tiempo hasta que se abren. Algo que no tendría emoción si no fuese porque nos convertiremos en la diana de todo el que se pasee por los alrededores sin reparos a destruir el suelo que nos sostiene y hacerse con el botín y las monedas que hayamos ganado.

Un detalle más: durante el tiempo que conlleva abrir cada caja, ésta emite una musiquilla, así que toca intentar taponar cualquier entrada y estar atentos a lo que se mueve.

Y sin embargo, bajo esas capas de espectáculo y codicia, dos flaquezas: el gunplay de la versión que pudimos probar de The FINALS nos ha dado bastantes malos ratos y los tiempos desde la eliminación hasta el regreso a la partida se hacen eternos.

Lo que The FINALS debe pulir de cara a la versión definitiva

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Es injusto sacar conclusiones definitivas sobre una versión en desarrollo, por muy jugable que esta sea de principio a fin. Y es que, pese a que para poder jugar a The FINALS tuvimos que tener los drivers más recientes de nuestras tarjetas gráficas, cada uno de nosotros experimentó un rendimiento diferente, los interiores de los edificios estaban desiertos o con cajas genéricas. Queremos entender que eso cambiará poco a poco de cara a la versión definitiva.

Sin embargo, hay elementos muy específicos que tienen prioridad de cara a la que será la versión final.

Como ya comentamos, la premisa para ganar las partidas no se basa en las eliminaciones, sino en acabar la partida con la mayor cantidad de dinero en posesión a base de abrir cajas o arrasar con otros jugadores. El primer problema con el que nos encontramos aparece en la mecánica de reaparición (o respawn) en la que, salvo que se dé la oportunidad de un rescate, estamos 20 segundos mirando la pantalla sin hacer nada.

Esos 20 segundos no solo te sacan como jugador del ritmo de la partida o del plan que estabas intentando llevar a cabo con tu equipo, del cual ya te puedes ir olvidando, sino que acaban determinando de un modo u otro al ganador. Un elemento que, a base de ajustar los tiempos o replantear la manera de ofrecer reaparición se pueden sortear.

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Sin embargo, el mayor punto flaco de The FINALS es el propio gunplay. Si elegimos las armas de la clase ligera tendremos una pistola con silenciador que apenas hace cosquillas, al punto que podemos vaciar el cargador directamente en la espalda de nuestro objetivo a menos de dos metros y para cuando se de la vuelta ser fulminados de dos balazos. No es una exageración.

Esta clase de problemas afectan a la gran mayoría de armas de fuego que hemos probado de The FINALS, de modo que al final los grandes vencedores son los que dispongan de armas capaces de hacer disparos directos a la cabeza. Si a esto le sumamos que, como parte de la naturaleza de juego, la demolición, el moverse de manera constante en entornos verticales y el uso de cableados tienen un peso especial, nos encontramos con que apenas hemos podido aprovechar las armas de corto alcance en nuestras partidas.

Y no lo vamos a negar, pese a que interiorizar y desenvolverse en el terreno de juego es algo crucial, toparte con una enorme niebla que cubre todo el escenario te limita a la hora de realizar iniciativas, de modo que pasas completamente a jugar a la defensiva. Algo que, lo quieras o no, choca frontalmente con el carácter de espectáculo nacido de un concurso sobre el que se apoya The FINALS.

La verdadera prueba de fuego comienza ahora

The Finals Steam Ps5 Xbox

The FINALS tiene las ideas claras y sobre todo, busca no pasar desapercibido con ideas propias, pero antes de aspirar ser el próximo shooter competitivo que trasciende a fenómeno deberá pulir muchos aspectos clave. Porque de poco sirve dar montones de herramientas de movilidad o recursos si te vas a pasar una parte significativa de la partida esperando para regresar al juego o remontar todo lo perdido durante la reaparición.

En cualquier caso, el plan de Embark Studios pasa por pulir lo mostrado de aquí a su lanzamiento final en base a la opinión de los jugadores. 

A falta de una fecha de salida final, The FINALS ofrecerá a partir del 7 de marzo de 2023 una fase de Playtest en PC (se puede solicitar acceso desde Steam) de la que espera sacar conclusiones, corregir lo que no termina de funcionar y, a todos los efectos, hacer que su propio espectáculo en forma de shooter ofrezca algo más más que simple entretenimiento: la emoción que separa a los grandes FPS del resto.

¿En cuál de los dos montones se encontrará The FINALS? Como siempre, eso dependerá de las facilidades que se ofrezcan a la hora de crear una comunidad que realmente se lo pase bien jugando. Porque, no lo olvidemos, lo hoy que distingue el juego de Embark es su filosofía de ser un concurso. Y los concursos no solo deben ser interesantes: también tienen que ser entretenidos.

  • Plataformas: PC, PS5 y Xbox Series X / S
  • Multijugador: Sí (competitivo por equipos)
  • Desarrollador: Embark Studios
  • Compañía: Embark Studios
  • Lanzamiento: Beta disponible a partir del 7 de marzo
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