Salió el pasado 18 de julio y al momento de escribir este texto acumula una modestísima cantidad de 13 reseñas positivas en Steam. Podríamos decir que o ha salido regular o no lo conoce ni el tato, y afortunadamente para los que os animéis a darle una oportunidad, y lamentablemente para el desarrollador, lo cierto es que Roto Force es un melocotonazo.
De espíritu Vlambeer, con mecánicas simples pero increíblemente bien ejecutadas, este juego de tiros es una de esas joyas que tiene todo lo necesario para reventar. Una joya que, ya sólo desde su demo, deja claro que aquí detrás hay un juegazo a la espera de ser disfrutado y, esperemos, encumbrado como se merece.
Roto Force es un juegazo esperando a ser descubierto
La idea detrás de Roto Force es que somos un bichejo que debería ir haciendo frente a oleadas de enemigos mientras esquiva el infierno de balas y obstáculos que se le viene encima. El girito, nunca mejor dicho, es que lo haremos en un escenario completamente circular.
Conforme nos vayamos moviendo el escenario girará para que nuestro particular protagonista siempre esté en la parte baja de la pantalla, pero enemigos y balas seguirán la propia gravedad del círculo. No sólo sirve para ser vistoso a los ojos y vestirse de originalidad, aquí la gracia es que podremos saltar a cualquier punto del escenario en cualquier momento.
Con un botón para el disparo y otro dedicado al salto, esta segunda acción nos servirá para evitar las balas que se dirigen hacia nosotros, los peligros que puedan surgir en una zona de la pantalla, romper burbujas que contengan ítems o protejan a los enemigos de nuestros disparos y, si lo dejamos cargado durante unos segundos, ralentizar el tiempo para realizar un salto que también sirva como ataque.
Mecánicas tan simples como efectivas que ya darían para un buen juegazo arcade, pero que explotan aún más al combinarlas con todo lo demás que hace Roto Force con un gusto exquisito. Un muestra más de que un indie pequeñito y pixelado no necesariamente tiene que cojear de todo lo demás.
Un arcade divertidísimo
Lo primero a destacar es el arte, que a través de distintos niveles cambia por completo la estética de escenarios y enemigos para ir complicándose y retorciéndose cada vez más. De la mano de niveles temáticos, el de la demo nos planta ante un árbol que irá evolucionando hasta llegar al jefe final de esa área.
En forma de nido y con un pájaro gigante, es justo aquí donde Roto Force ha terminado de ganarme por completo. Los ataques del jefe, que van desde quemar un área para obligarnos a saltar al otro lado hasta hacer lo propio con un ataque que barre una zona del escenario, no sólo son divertidísimos, es que también están completamente integrados en la idea del plano rotatorio.
Sin ser yo demasiado fan de los juegos pixelados, la estética es alucinante y la jugabilidad le va completamente a la par. La demo que podéis encontrar en itch.io es perfecta para haceros una idea de lo pulido que está y lo disfrutable que puede llegar a ser.
Y si os animáis a darle un tiento a la versión final, pues los 7 euros que cuesta ahora mismo en Steam son la forma más fácil de terminar de cerciorarnos de hasta qué punto este Roto Force puede ser un juegarral. Visto lo visto, a ver si entre todos conseguimos que esas 13 reseñas se conviertan en muchas más igual de positivas que las que ya hay.
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