En Nintendo andan celebrándolo muy fuerte durante estas semanas y no es para menos. El fenómeno Switch nos está azotando con tanta virulencia que los que navegamos algo expectantes por el devenir creativo de la marca japonesa terminamos sucumbiendo al positivismo nintendero con demasiada entrega.
Kimishima, Miyamoto, Reggie y compañía han sabido elaborar un producto atractivo, diferente, competitivo y sorprendentemente apetecible, pero con una cantidad de vacíos tan mayúscula que 6 meses después de su puesta a la venta (y tras 4,7 millones de consolas vendidas) resulta de todo menos comprensible.
Youtube, HBO, Netflix, Twitter, Facebook o el navegador web son ausencias de peso que ven su paradigma en el servicio de la Consola Virtual. Ni está, ni se le espera, que diría aquel. La librería de clásicos en Switch necesita su espacio y necesita una plataforma que nos invite a saciar nuestra sed de coleccionismo con garantías, y todo eso pasa por la tienda online de Nintendo.
Aquí tenemos poco que hacer. La eShop pide a gritos una puesta a punto que le permita, por fin, salir de su interminable fase beta; tanto en funciones como en diseño. Estoy convencido que la falta de carisma, matices, cierto orden y cierta elegancia no corresponde a un esquema intencionado donde el minimalismo y la sencillez reinen por encima de invitar a la compra. Como hijo de padres dedicados al comercio, me cuesta asimilar un entorno tan distante y poco efectista viniendo bajo el inconfundible sello Nintendo.
Tampoco hay que irse muy lejos a tomar ideas, que desde la gran N han alcanzado niveles muy notables a lo largo de su historia con la eShop. La versión que disfrutan los usuarios de la injustamente defenestrada Wii U es tan superior que la de Switch parece una solitaria sección de productos ecológicos. Al alza, por supuesto, pero fría, sin encanto y sobre todo, sin buenos precios.
Tras semejante introducción me vengo arriba y propongo tres mejoras que harían de la eShop de Nintendo Switch el complemento perfecto para fundirnos los ahorros. Son extremadamente básicas y evidentes para todos aquellos que matéis el tiempo navegando por la PSTORE, la tienda de Xbox o la siempre cumplidora tienda de Steam (por poner algunos ejemplo), pero sirven para comprobar el bajo nivel creativo que sufre el servicio del fenómeno Switch.
Un lavado de cara a la altura de las ventas
Las esperanzas están puestas en la presentación del servicio online de Nintendo, es evidente. El misticismo con el que se camufla la consola virtual y el lanzamiento de mini consolas tienen un denominador común que por H o por B (o por HB), se limita a esperar una presentación demasiado prorrogada. Al menos esa es la sensación que transmiten sus cabezas visibles.
Con semejantes números de ventas y con el hambre tan voraz que presenta el usuario cuesta entender la estrategia tan reservada que mantiene la compañía. Es muy probable que eviten la precipitación, que eviten el apelotonamiento, que eviten, incluso, distracciones en sus primeros meses de lanzamiento más allá de los juegos publicados. Sin embargo, y echando un vistazo a la ya comentada tienda de Wii U, allí todo se sitúa con gusto.
El buenrollismo, la felicidad atemporal y el humor amable del mundo Nintendo no se huele en la eShop de Switch y tiene fácil arreglo. 3DS , con sus limitaciones a la hora de listar juegos, ofrece una plataforma mucho más apetecible. Es sencillo situarse y, por qué no, resulta divertido perderse por los pasillos.
El buen diseño es algo que va intrínseco con la marca que lidera Kimishima, así que la propuesta no puede ser más clara aquí: que la tienda virtual de Switch sea nintendera en todos los perfiles. ¿Añadiendo hilo musical? ¿Por qué no? En Wii U funciona divinamente.
Páginas de juegos más interactivas
Y esto es algo en lo que Steam roza la perfección. Enfrentarse a un entorno comercial donde las calificaciones, los comentarios o los análisis tienen peso a la hora de adquirir o no un producto acercaría la eShop al micro universo firmado por Valve, y eso es sinónimo de calidad.
Lamentablemente lo que tenemos en Switch es de un nivel tan mejorable que me niego a creer que todo está dicho. El diseño, la disposición, la falta de información, la falta de interacción a la hora de ahondar en un juego... Las reformas son evidentes, pero me temo que desde la cúpula ni siquiera se han replanteado semejantes cuestiones.
Gabe Newell dio con la tecla, y si hay compañía que pueda seguirle los pasos de cerca con ideas frescas Nintendo estaría muy a la cabeza. Ya no solo en lo que se refiere al aspecto visual; si además del lavado de cara pertinente se añadiera la posibilidad de devolver juegos cumpliendo ciertos requisitos, el clima de satisfacción sería tan justo para el usuario que muchos veríamos recompensada tanta tardanza.
Ofertas semanales
Otra de las necesarias reformas de la tienda virtual pasa por sus ofertas. Sí, tenéis razón, en Wii U y 3DS hemos disfrutado de descuentos, pero ninguno aplicado a juegos recientes. Aquí tanto Playstation, como Microsoft y la propia Steam llevan años de ventaja y lo cierto es que Nintendo, en lo que a políticas de rebaja se refiere, cuida demasiado poco a sus usuarios.
My Nintendo entró en escena borrando del mapa al abrazable Club Nintendo que nos había permitido conseguir copas de 'Mario Kart', dioramas de 'Luigi's Mansion' o lamparas del 'Capitán Toad'. Autenticas joyas que se despidieron soñando con un futuro mejor para el fan y ha terminado siendo todo lo contrario.
Gasta todas tus monedas de oro en descuentos del 30%, claro que sí. O mejor aún, funde las plateadas en broches con forma de pez para tu alter ego de 'Miitomo'. Esperando las recompensas que aparecerán para los usuarios de Switch, ¿por qué no añadir rebajas en títulos como 'Fast RMX', '1-2 Switch' o 'Breath of the Wild'? Mucho pedir. Tocará gastar las monedas en fondos de pantalla de 'Mario Kart 8' para el móvil antes de que caduquen.
¿Y si vamos un paso más allá?
Puede que Nintendo Switch no fuera diseñada para convertirse en el centro del entretenimiento digital en casa. Como puede también que la falta de funcionalidades se deba a cuestiones contractuales que, por desgracia, a muchos de nosotros se nos escapan. Lo cierto es que tras 6 meses sin cambios podemos hacer dos cosas: confiar en que la tienda digital evolucione a lo que merecemos o por el contrario, recurrir al conformismo.
Como me quedo con lo primero, y a modo de broche final del artículo, sacaré a relucir mis dotes de oráculo oficial de VidaExtra. Es probable que con el lanzamiento de la Consola Virtual veamos el nuevo esquema de la eShop, una interfaz, nuevas categorias (opción para reservar juegos, regalos por compras, nuevos temas,demos, juegos multijugador, app, vídeo...) como también el uso de aplicaciones que subrayen la portabilidad del híbrido nintendero.
Sí, algo me dice que no solo Netflix, Youtube o Twitter harán su aparición. La eShop tiene la virtud de dar cabida a mucho más, y con el implacable deseo de llevar el universo Nintendo al cine, ¿por qué no situar las series del canal Nintendo Anime Channel en la plataforma? Kirby, Super Mario, Pokémon o Inazuma Eleven son fenómenos que necesitan su espacio en Switch y a través de una hipotética función videoclub podrían funcionar al nivel que ya lo hacen en 3DS.
Los que seais usuarios de Playstation estaréis de acuerdo en que el ecosistema multimedia de Sony es, cuanto menos, imprescindible. Switch tiene la receta e ingredientes para brillar a tal altura, pero necesita un molde distinto, atractivo y que desborde esencia nintendera. No es fácil, desde luego que no, pero lo mismo nos sorprenden con una tienda digital donde poder hacernos con merchandising, amiibo o recompensas al más puro estilo Club Nintendo.
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