Los alemanes NG:DEV.TEAM son conocidos en el mundillo jugón por sacar juegos para Neo Geo y Dreamcast en pleno siglo XXI. Cuentan con su propia tienda (NG:DEV.DIRECT) desde la que lanzan sus productos al mercado, siendo los de la máquina de SNK los más caros, con bastante diferencia.
Fast Striker, su segundo trabajo, superó los 400 euros en Neo Geo, sin ir más lejos, pero poco a poco está acercándose a los sistemas actuales, y si en la Gamescom 2018 se anunció una conversión para Nintendo Switch de Gunlord, esta misma semana saldrá el antes citado matamarcianos en consolas de Sony.
Como fan del género, desde su boom en los ochenta, tenía muchas ganas por comprobar hasta qué punto hacía honor a la legendaria máquina de SNK, y si adaptado a sistemas más actuales lograba conservar su encanto. Lo que está claro es que Fast Striker no puede competir contra las vacas sagradas.
Un shoot'em up de digestión rápida
Completar este matamarcianos de scroll vertical no nos llevará ni media hora. Es un arcade puro y duro, de disparar sin hacer preguntas. Consta de seis fases (o cinco, si jugamos en modo Novice), cada una con su pertinente jefe final, y un montón de bichos intermedios a eliminar que engrosarán nuestro marcador de puntos, especialmente si encadenamos muertes y cristales.
Nada que se salga fuera de lo normal, en definitiva. Pero Fast Striker cuenta con una pequeña peculiaridad: aparte del disparo normal (con pulsación rápida o manteniendo para una carga más concentrada y un control de la nave más preciso), contamos con un disparo trasero y un tercer botón para usar un escudo. Porque no, aquí no hay bombas ni nada que se le parezca.
Su estilo gráfico en 2D se entrelaza con ese modelado en 3D para los fondos (bastante feos, en contraste, por cierto) y un renderizado CGI para los enemigos, destacando por ese colorido de las balas tan propio de los danmaku. Si en modo Novice se hace duro en ciertos tramos (cuando entran en juego las trampas del escenario), la dificultad se dispara a lo bestia en los modos Maniac y Omake, tan solo aptos para los más expertos por ese festival de disparos milimétricos.
Cabe decir, además, y como suele ser menester en esta clase de juegos tan típicamente nipón, que habrá importantes diferencias entre el modo elegido, más allá de la dificultad, ya que, por ejemplo, cada nave irá asociada a un modo de juego específico y éste variará, a su vez, las reglas del escudo y los puntos.
Fast Striker cumple sin más y por poco dinero
Resulta llamativo ver cómo Fast Striker se desmarca de la habitual pantalla de elección de nave, para ceñir cada una a cada modo de dificultad. Algunas tendrán láser cuando mantenemos pulsado el botón de precisión, mientras que otras no.
Donde más diferencias notaremos será en los modos Maniac y Omake, al estar su sistema de puntos más perfeccionado. Ahí entrarán en juego los conceptos de Chain Meter (la cadena de muertes) y Grind Meter (el medidor del láser cuando mantenemos pulsado el botón de precisión), con los que nuestra puntuación se disparará radicalmente. Esto vendrá bien, sobre todo, para ganar vidas extra o potenciar el medidor de escudo (en Maniac) para contar con más comodines.
Fast Striker no pasará a la historia del género, pero se deja jugar y si bien resulta ser mucho más corto que otros clásicos, hay diferencias resaltables entre cada modo como para que queramos probarlos con calma y ver hasta dónde podemos llegar en cada uno, especialmente de cara a dominar sus secretos (puntos estratégicos del mapa para aumentar la puntuación) y sacar partido de los Tech Bonus contra los jefes, priorizando sobre otras partes de sus cuerpos.
NG:DEV.TEAM ha sabido dar por saco en ciertos tramos de algunas fases por el uso de las trampas (no se nos dañará por chocar, pero sí que se entorpecerá nuestro movimiento), maldiciendo a los desarrolladores alemanes por perder tantas vidas en poco tiempo en situaciones así. Pero también es la gracia de esta clase de juegos: repetir y repetir hasta saberlo al dedillo y dominarlo por completo.
Otro tema son las prácticamente nulas opciones de personalización, pudiendo ajustar el escalado vertical de la pantalla, el scanline, o configurar el fondo de pantalla. Ningún tipo de extra ni algo que le aporte mayor rejugabilidad al conjunto más allá de la puntuación global en cada modo de juego, lo cuál es una pena.
La opinión de VidaExtra
En definitiva, estamos ante un matamarcianos que pasará sin pena ni gloria, con algún momento interesante a sus espaldas, pero para el que ahora (al menos) no habrá que soltar un pastizal para poder degustarlo. Exigente pero disfrutable.
A favor
- Su precio en PlayStation
- Las diferencias entre cada modo de dificultad
- Los jefes ofrecen retos interesantes
En contra
- No aporta mucho al género
- El diseño de fases es bastante feo
- Ausencia total de extras