Es el típico juego que entra por los ojos, de esos que simplemente por alegrarte la vista ya merece la pena acercarse, pero mi gran duda con Europa era saber hasta qué punto iba a ser capaz de mantener vivo el estendalazo y, por descontado, si iba a estar a la altura en lo jugable.
Aprovechando la Gamescom 2023, Europa ha publicado una demo en Steam y ya podemos comprobar de primera mano hasta qué punto es tan bonito como promete. Eso sí, me temo que quienes busquéis algo más que eso tal vez os llevéis un chasco.
Así es Europa, un Journey a lo Ghibli
Europa, llamado así porque en realidad se desarrolla en la luna de Júpiter, nos planta ante un niño androide que va en busca de respuestas sobre lo que le rodea. ¿Qué narices pinta él ahí? ¿Por qué hay una civilización perdida? ¿Dónde diantres está la gente que la habitaba?
A partir de esa premisa y con un escenario que tarda entre cero y nada en convertirse en protagonista absoluto, Europa nos invita a explorar su mundo al más puro estilo Journey: maravillándonos con sus estampas de postal, dejándonos bastante claro de forma visual hacia dónde deberíamos dirigirnos y, como mandan los cánones, haciendo que la movilidad sea lo más llamativa posible.
La gracia está en la mochila que lleva Zee, nuestro protagonista, una suerte de jetpack que nos permitirá elevarnos mediante saltos cargados, sobrevolar las llanuras como si flotásemos sobre ellas, y aprovechar sus cargas adicionales para lanzarnos hacia el cielo hasta que agote la energía y luego ir planeando hasta nuestro destino.
En aprovechar esos pequeños vuelos e ir saltando de una zona de recarga a otra está gran parte de la diversión de un juego que, por lo demás, resulta más contemplativo que retador, al menos durante los primeros compases que muestra la demo. En cualquier caso no parece que vaya a ir mucho más allá de eso por lo que se muestra en sus vídeos.
A la espera de su gran sorpresa
Los puzles vistos hasta el momento, de los de ve allí, tráeme esto y actívame un botón para poder continuar, no tienen pinta de querer ir en contra de ese ritmo pausado de puro pasatiempo, así que entre la exploración del escenario y el conseguir mejoras para la mochila parece que se irá gran parte del grueso del juego.
No deseo ver aquí combate ni nada mucho más elaborado, la verdad, pero sí reconozco que habría agradecido algo más de chicha en lo que a exploración se refiere, permitiéndome perderme más en su mundo para dar con secretos aquí y allá.
Que se sienta tan guiado tampoco es un problema, Europa tiene hueco para ser uno de esos juegos en los que pasar un buen rato y no querer demandarle mucho más que pasear por escenarios sacados de una película de Ghibli.
Pero mentiría si no dijese que en mi interior esperaba alguna sorpresa más que terminase de convencerme, que Europa fuese capaz de ganarme con algo más que unas nubes de ensueño y un estilo de juego que, comparándolo con quien inevitablemente vas a hacerlo, pocos (ninguno) tienen algo más que añadir.
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