El 2021 se presenta muy interesante para el catálogo de Nintendo Switch por todos los videojuegos que han sido anunciados hasta el momento. Solo este mes ha recibido títulos como Persona 5 Strikers o los lanzamientos exclusivos de Super Mario 3D World y Ghost 'n Goblins Resurrection, pero no serán los únicos, porque mañana mismo se pondrá a la venta Bravely Default II.
Hasta en dos ocasiones os hemos hablado en profundidad sobre esta nueva entrega de la saga. Una cuando probamos su demo el año pasado y otra hace tan solo unas semanas tras jugar las primeras horas. Eso sí, esta vez os traemos nuestro veredicto final con el análisis que hemos llevado a cabo y que os invitamos a leer a continuación.
El viaje de los Héroes de la Luz para salvar el mundo de una catástrofe
Lo primero que queremos destacar en relación a la historia de este capítulo de la serie es que no es necesario en absoluto haber jugado a los anteriores títulos. Se puede completar sin ningún problema si sois unos recién llegados, aunque los más veteranos se sentirán como en casa especialmente con la jugabilidad, aunque sobre este apartado nos centraremos más adelante.
En lo que respecta a la trama, esta comenzará cuando nuestro protagonista, Seth, está navegando con su barca por el mar hasta que está queda varada en una playa por un fuerte accidente que sufre durante una tormenta. Por suerte no tarda en recibir la ayuda de una chica llamada Gloria, quien no tardaremos en descubrir que es en realidad la princesa de Musa.
Gloria tiene la misión de recorrer el continente de Éxcilan en busca de los cuatro cristales del poder que es necesario recuperar para evitar que se produzca una catástrofe en el mundo. Por supuesto también habrá villanos de por medio que complicarán todo lo posible la tarea de nuestro grupo de héroes y que tratarán de apoderarse de estos cristales para sus propios fines maquiavélicos.
Aun así, Seth y Gloria también contarán con la inestimable ayuda de Elvis, un erudito, y Adelle, una mercenaria, quienes también contarán con sus propios motivos para embarcarse en este emocionante viaje y así convertirse todos ellos en los cuatro Héroes de la Luz. Todo ellos dará pie a un argumento que lo cierto es que engancha y va cobrando cada vez más fuerza a medida que va avanzando, aunque también es cierto que no os esperéis un bombazo a la altura de otras grandes producciones de este género.
Lo cierto es que ha habido momentos en los que ciertas conversaciones que han mantenido los personajes se han alargado innecesariamente. Esto mismo ha causado que a veces hemos optado por ir saltando rápido los diálogos cuando los leíamos en lugar de esperar a que lo hiciesen automáticamente por la cosa de escuchar las voces, dado que el juego se ha localizado por completo al inglés (idioma por el que nos hemos decantado) y japonés, con un doblaje bastante decente y unos subtítulos traducidos al castellano sobre los que hay que reconocer que una vez más nos hemos encontrado con un trabajo formidable en ellos.
En cualquier caso, la trama en general nos ha parecido interesante, no nos ha aburrido en absoluto y siempre nos ha dado ganas de seguir adelante. Sin embargo, los personajes no nos han terminado de atrapar o transmitir tantas sensaciones como otros JRPG, a pesar de tener una forma de ser y unos comportamientos muy definidos, pero no les hemos terminado de pillar el suficiente cariño como para desear que no se fueran nunca.
Un sistema de combate en el que reside la grandeza del juego
Pese a las carencias en ciertos aspectos del argumento o sus personajes, si hay un apartado que nos ha encantado de principio a fin en todo momento ha sido sin duda el sistema de combate. En líneas generales continúa siendo el mismo que ya estamos acostumbrados a ver en la saga, pero sigue manteniendo ese gran toque de estrategia y de pensar detenidamente nuestras decisiones para que los enfrentamientos no resulten nunca un paseo.
Básicamente en las batallas emplearemos el sistema denominado Bravely Default, de ahí el nombre del título, que es lo que nos otorgará acciones adicionales cuando lo activemos. De este modo, Bravely consumirá unos puntos de movimiento, hasta un máximo de cuatro, para que así podamos realizar varios ataques consecutivos, intercalándonos con el uso de alguna magia o algún objeto curativo u ofensivo. No faltarán momentos en los que lo suyo es acabar rápidamente con los enemigos y os podemos asegurar que hemos abusado hasta la saciedad de esta opción con nuestro cuarteto de personajes para así realizar hasta un máximo de 16 ataques por turno.
Naturalmente, esto tiene su contraparte, como es el hecho de que esos puntos de acción hay que recuperarlos, por lo que los héroes permanecerán inmóviles en el sitio hasta que el contador vuelva a cero, lo que puede causar que durante tres turnos os quedéis vendidos y recibiendo golpes sin parar si no lográis derrotar a todos los adversarios del tirón. Por eso mismo es importante saber bien cuál es el mejor momento para decantarse por esta táctica, aunque otro método para que esto no suceda es gracias a la acción Default.
Se podría decir que es la forma que tienen los personajes de protegerse de los impactos de sus adversarios, pero al mismo tiempo es lo que sumará puntos de acción cada vez que se utilice. Por lo tanto, aquí es donde entra el toque estratégico que destacábamos al tener que pensar concienzudamente cuándo es mejor realizar un ataque directo y rápido, es mejor protegerse o una mezcla de ambas. Eso sí, lo de optar por atacar sin más se podría decir que solo es lo adecuado contra grupos de monstruos normales.
En cambio, el cuento cambia por completo en las batallas contra los jefes finales, porque su dificultad aumenta una bestialidad hasta el punto de que pocos JRPG nos han hecho sufrir tanto como este en este tipo de confrontaciones. Más que nada porque los jefes finales disponen de una inteligencia artificial muy elevada y dominarán perfectamente el sistema Bravely Default, aparte de ser demasiado poderosos con sus ataques y habilidades y contraatacar sin parar, así que os tendréis que emplear a fondo si queréis acabar con ellos.
Por otra parte, no es que los jefes sea lo único complicado de esta aventura, porque la mayor parte del tiempo los combates que hemos librado nos han planteado un buen desafío. En ningún momento hemos notado la sensación de ir sobrados con nuestro nivel, a no ser que nos dedicáramos a farmear puntos de experiencia para no sudar la gota gorda en cada encuentro, que os podemos asegurar que nos ha pasado, pero también hay que reconocer que se agradece para que así el juego nos obligue a esforzarnos constantemente y a no relajarnos nunca.
También hay que destacar que en ningún momento habrá combates aleatorios, dado que los enemigos estarán paseando libremente por el escenario y será decisión nuestra el plantarles cara o no. Para estar seguros de si es buena idea o no el juego nos lo reflejará este detalle de una forma muy simpática, porque cuando sean más poderosos saldrán corriendo a por nosotros, mientras que aquellas criaturas a las que les podamos dar una soberana paliza por nuestro nivel saldrán corriendo por el mapa con unas gotas de sudor por temor a que les caiga la del pulpo.
Por otra parte, a medida que avance la aventura los personajes irán obteniendo unos artilugios llamados Asteriscos, los cuales les brindarán trabajos con los que su apariencia cambiará, así como sus estadísticas y habilidades. Entre ellos está el Monje, el Mago Blanco y Negro, el Bardo y otros tantos que cambiarán completamente la forma de jugar con cada personaje dependiendo de la clase que le asignemos a cada uno.
En este apartado es donde se nota la extrema personalización que nos presentará esta entrega, porque cada trabajo dispone de sus propias magias y habilidades pasivas. Además, a cada uno de los héroes se le podrá asignar un trabajo principal, que es el que desempeñará principalmente, y uno secundario para dar rienda suelta a las magias o ataques especiales que haya aprendido, aunque las habilidades pasivas se podrán equipar en cualquier momento independientemente del trabajo seleccionado.
Así pues, hay que mirar detenidamente todos estos detalles y realizar pruebas constantemente hasta lograr formar un equipo lo suficientemente equilibrado, algo muy necesario para los encuentros contra los jefes finales. De todos modos, el grupo de héroes a veces recibirá la ayuda de otros personajes que se sumarán a la partida temporalmente y a los que no podremos controlar, pero lucharán codo con codo a nuestro lado y desde luego un par de manos adicionales nunca vienen nada mal.
Cuando no todo se resume en avanzar en la historia y librar combates
Bravely Default II es fácil que os atrape durante unas cuantas decenas de horas si solo os centráis en avanzar en la aventura principal, pero otra opción que ofrece es la de tratar de completar misiones secundarias, sobre las que hay que reconocer que en la mayoría de casos son demasiado simples y da la impresión de que se han metido de relleno para alargar más todavía el juego, porque un buen puñado de ellas no aportan nada en absoluto más que para obtener algún objeto o dinero.
En la mayoría de ellas nos tocará ejercer de recaderos o cumplir con algún objetivo en concreto. Sobre todo hubo una con la que te queda claro que ciertas misiones son un absoluto incordio realizarlas, porque una de ellas pedía llevar un plato de comida a un personaje atrapado en una mazmorra, pero luego había que volver hasta dos veces más a una ciudad porque faltaban cosas como cubiertos y no podía comer sin ellos. ¿Servía para algo llevar a cabo tanto viaje? No, aunque al menos la recompensa era buena, pero no tenemos claro si lo suficiente como para perder el tiempo de esa forma.
Al menos este no ha sido el caso de todas las misiones secundarias, porque hay algunas, no muchas, que sí resultan interesantes porque cuentan con sus propias secuencias y a su vez sirven para profundizar en las historias de los protagonistas y otros personajes. Al menos estas sí merece la pena completarlas, aunque tampoco es que sean indispensables u os vayáis a perder detalles fundamentales de la trama si os las saltáis. Digamos que son un añadido para expandir un poco más el argumento.
Habrá momentos en los que nos llegaremos a juntar con unas cuantas misiones secundarias a la vez. En ese sentido el juego es bastante amigable porque nos indicará en todo momento a dónde hay que ir, algo que sobre todo en las mazmorras más laberínticas resulta muy útil, pese a que la gracia de estos juegos es precisamente que cada uno investigue y se pierda por su cuenta, pero tampoco nos importa ante la falta de un mapa o un minimapa que nos ayude a averiguar dónde estamos. Al menos en el mundo exterior sí hay mapa para consultarlo.
Asimismo, en las mazmorras habrá puntos puntos de guardado y de teletransporte para regresar a la salida por si nos encontramos en serios apuros y así descansar en tiendas de campaña, así que os recomendamos que os atiborréis de estos artículos y otros que os resulten imprescindibles, porque este JRPG ha sido uno en el que los objetos siempre nos han parecido de lo más necesarios, no como otros que empiezas a acumular sin parar y nunca te da por gastarlos hasta la recta final del juego.
A su vez, el juego también piensa en aquellos que no puedan pasar muchas horas a los mandos o lo tengan complicado para combatir para subir de nivel. Si es el caso de alguno, la consola se puede dejar en suspensión con la partida abierta, lo que hará que los personajes realicen un viaje (hasta un máximo de 12 horas) en una embarcación para recolectar dinero y toda clase de objetos, como potenciadores de puntos de experiencia o puntos de trabajo. Una ayuda adicional que nunca viene nada mal.
La opinión de VidaExtra
Tal vez no sea perfecto, pero Bravely Default II es un JRPG mágico y maravilloso que no puede faltar en vuestro catálogo de Nintendo Switch y que, como ya os dijimos en nuestras anteriores impresiones, siempre se agradece el lanzamiento de juegos de este tipo que no son tan comunes para los amantes de este género.
El apartado gráfico os resultará muy familiar a los aficionados de la saga porque es muy similar, con esos personajes en miniatura y un poco cabezones, con unos escenarios excepcionales dibujados a mano y de lo más variopintos, siendo esto último uno de los aspectos que más nos ha gustado. Por su parte, la banda sonora nos deja con unos temas muy pegadizos y que no nos hemos cansado en ningún momento de escuchar una y otra vez.
Puede que la dificultad de Bravely Default II tire a más de uno para atrás, pero por suerte cuenta con distintos niveles de dificultad para los que busquen una experiencia más sencilla o un auténtico reto. En nuestro caso nos decantamos por la dificultad intermedia y ya os decimos que hemos sufrido de lo lindo más de una vez. Eso no quita que sea un JRPG con el que nos lo hemos pasado en grande recorriendo el mundo de Éxcilan durante sus decenas de horas, a pesar de unos personajes no muy carismáticos y unas misiones secundarias tremendamente mejorables.
Bravely Default II
Plataformas | Nintendo Switch |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Claytechworks |
Compañía | Square Enix |
Lanzamiento | 26 de febrero de 2021 |
Precio | 59,99 euros |
Lo mejor
- El juego plantea un reto constante en cada uno de sus combates.
- El sistema Bravely Default sigue siendo todo un acierto.
- La profundidad de personalización de los personajes.
- Unos mágicos escenarios dibujados a mano.
Lo peor
- A los protagonistas les falta algo de carisma para terminar de atrapar.
- Las misiones secundarias, por lo general, resultan un tanto aburridas.
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