Tras años esperando el retorno de un juego de gestión basado en hospitales al más puro estilo Theme Hospital, no recibimos uno, sino dos, en apenas unas semanas. Se me escapó el tren de Two Point Hospital, sin duda la propuesta que más se parece al mítico título de finales de los 90, pero me agarré como a un clavo ardiendo con la llegada de Project Hospital.
La suerte ha querido que no haya hueco para las comparativas entre esos dos juegos recientes. Propuestas, por otro lado, lo suficientemente dispares como para que en realidad sólo compartan temática. Si Two Point Hospital es humor y dibujos animados, Project Hospital es profundidad, seriedad y, lamentablemente, también una buena dosis de frustración.
El simulador de hospitales más realista
Estamos ante un juego que, pese a su dirección de arte (a kilómetros de estar a un nivel destacable), se toma muy en serio lo que significa crear y gestionar un hospital. Atrás quedan los chistes, las enfermedades raras y las máquinas estrambóticas, siendo Project Hospital un título que pretende acercarse al máximo a lo que debería ser un centro sanitario real.
Con un inventario de objetos casi enfermizo por la cantidad de elementos que quedan a nuestra disposición, en no pocas ocasiones me he sentido como si estuviese en un una consulta de médico, admirando desde la silla una infinidad de objetos, botes en armarios y aparatos técnicos que es imposible conocer si no indagas un poco o tienes una carrera de medicina.
Buscando un acercamiento lo más verosímil posible, Project Hospital nos entrega pacientes con dolencias reales que debemos ir investigando poco a poco hasta dar con un diagnóstico lo más certero posible. A partir de ahí, elegir qué medicación vamos a suscribir y mantener un control del enfermo para comprobar hasta qué punto hemos metido la pata.
Con infinidad de elementos a los que agarrarse, es lo más cercano a un paraíso para los fans de los juegos de gestión. Un simulador que apabulla desde el principio para que puedas controlar con eficacia hasta el más mínimo detalle de las crisis que se te puedan poner por delante, sean esas una enfermedad terminal para la que no tienes personal o equipamiento, o una deuda sangrante que amenaza con cerrar el centro.
Profundidad adaptada
Project Hospital es lo suficientemente inteligente como para saber amoldarse al jugador que tiene delante, generando no pocos automatismos que permiten personalizar la experiencia para no dejar a nadie atrás. Si lo tuyo es crear escenarios perfectos e increíblemente detallados, fácilmente puedes perder aquí gran parte de tu vida social colocando armarios, posters y máquinas de control.
Si vienes por la medicina, podrás asumir el control de cada diagnóstico y proceso de cura enviando al paciente de sala en sala, haciéndole pruebas, e investigando la causa de su dolencia hasta que sepas con una fiabilidad del 100% qué es lo que les atormenta. O, si no tienes tanta suerte, jugártela a base de medicamentos que podrían irle bien o destapar qué enfermedad no han sabido ver tus pruebas.
Y si lo haces por la gestión e inversión, tres cuartos de lo mismo. No sólo tendrás que aprender a controlar el equilibrio entre flujo de gastos e ingresos partiendo de una clínica y convirtiéndola en un hospital con servicio de urgencias y ambulancias, también deberás mantener contento y motivado al personal, controlar sus faltas, y crear turnos de día y de noche que sean igual de eficientes tanto a nivel de costes como de resultados.
A partir de esa capa de máxima profundidad, empiezan los retoques para adaptar la experiencia a cualquier tipo de usuario. Desde habitaciones tipo ya creadas a las que sólo tienes que buscarles un hueco (ideal para los que sufran de pereza crónica al colocar objetos), hasta automatismos en las consultas y diagnósticos para que sean tus propios empleados los que se encarguen de gestionar y dictaminar tratamientos.
Un enfermo que necesita ser tratado
A pesar de todas esas bondades y buenas intenciones que esconde, la realidad no tarda en golpearte y reducir tus expectativas. Al menos en lo que a comodidad, curva de dificultad y estabilidad se refiere. Ya desde el tutorial salen a relucir problemas que, lamentablemente, van creciendo y alargándose a través de la campaña y el modo sandbox.
Los primeros con los que te cruzas, mensajes de alerta que se quedan en segundo plano y no te permiten continuar, son el menor de ellos. Sirven, eso sí, para que empieces a intuir lo que luego se hace cada vez más evidente. Project Hospital tiene serios problemas de interfaz de usuario, no sabiendo guiarte lo suficientemente bien durante los primeros compases, y convirtiendo ese futuro enganche (que acaba llegando) en una tediosa tarea en la que debes poner todo de tu parte para no abandonar.
Errores de diseño como no ofrecer la oportunidad de girar la vista del hospital, sumado a lo laborioso que resulta realizar cambios en una estancia (impidiendo que por ejemplo puedas cambiar algo que hay en la pared si hay un objeto debajo), hacen de la edición del centro un trabajo demasiado frustrante y lento. Y cuando la estabilidad del centro y tu partida depende de ello, pasar por ese trago es de lo más incómodo.
Peor aún es que el paso por la campaña huela más a trámite que a experiencia bien medida. De la mano de objetivos principales y secundarios que puedes completar con relativa facilidad, a menudo te quedarás atascado en un punto durante varios minutos por la necesidad de alcanzar un nivel de ingresos que no merece la pena intentar acelerar. No será de extrañar que muchos salten directamente al modo libre para evitar esos palos en las ruedas.
La opinión de VidaExtra
Hay razones más que suficientes para sentirse atraído por Project Hospital, pero el mismo número de miedos por los que es comprensible querer dar un paso atrás. Es evidente que, fruto de las prisas o la intención de llegar al mercado con la promesa de ir mejorando la experiencia poco a poco, este simulador de gestión no llega a manos del jugador ofreciendo su mejor cara, pero no se le puede negar su valentía y tamaño a la hora de crear una gran aportación al género.
De todo se sale. De sus problemas también. Así que de ser fanático de este tipo de títulos te animaría a darle una oportunidad o, como mínimo, tenerlo en el radar durante unos meses a la espera de ver cómo evoluciona. No puedo negarte que ahora mismo vayas a sufrir en más de una ocasión, pero tampoco puedo decirte que haya un sucesor de Theme Hospital más profundo, realista y ambicioso. Toca sacar la balanza a pasear y valorar qué pesa más para ti.
A favor
- Una delicia para los fans de la simulación
- Enfoque completamente distinto al de su competencia
- Mecánicas simples pero de largo recorrido
En contra
- Errores de interfaz
- Curva de dificultad mal ajustada
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