Escuchar los golpes de las espadas en Sekiro o poder apreciar los ruidos de la ciudad de Washington en The Division 2 no es nada fácil cuando, un pasillo más allá, tienes a Marshall y Chase de la Patrulla Canina pegando gritos con su característica voz de pito. Así que pese a no ser un gran fan de jugar con auriculares (por aquello de aislarme aún más de lo que ocurre alrededor) la vida me ha obligado a valorarlos con otros ojos.
En busca de ese producto a medio camino entre la calidad y el precio, a la caza de algo que no supere los 100 euros y que tampoco sea apto para un espíritu audiófilo que nunca he tenido, caen en mis manos los FR-TEC Aizen. Para mi sorpresa, las sensaciones han sido geniales pese a ser unos cascos de menos de 50 euros.
Las características de los FR-TEC Aizen
Un elegante y sobrio packaging nos adelanta el estilo de lo que vamos a encontrar en su interior, y es que los Aizen quedan muy lejos de los coloridos y poligoneros cascos gaming que estamos acostumbrados a ver. En la caja los auriculares, el cable adaptador para PC y las instrucciones que detallan sus características técnicas:
APARTADO | ESPECIFICACIONES |
---|---|
Frecuencia de respuesta | 10 Hz - 20 Khz |
Controladores | 50 mm |
Conexión | Analógica de 3,5 mm |
Cable | Trenzado de 1,2 m |
Lo primero que choca al sacarlos de la caja es lo poco que pesan, algo importantísimo de cara a largas sesiones pero diametralmente opuesto a lo que se nos dijo en Jurassic Park: si pesa es caro (y muy probablemente también bueno). Pensamientos que desaparecen una vez los tienes en las manos y empiezas a estudiar su estructura.
A base de aluminio y plástico, la diadema acolchada recubierta de tejido corona las dos orejeras con una combinación de negros en la que sólo el rojo de una pequeña etiqueta rompe la harmonía. La misma comodidad que en cabeza buscan las almohadillas para cada oído, a la vez aislante de ruidos y protección de cara a que la oreja choque con la pared del auricular.
Un kanji más destacable en la parte interior que en la exterior, adornan ambas orejeras antes de cruzarse con el puerto de entrada del micrófono extraíble y el cable trenzado con control de volumen y voz. Bonitos, muy bonitos, y por lo tanto también muy aptos para acabar sacando el micrófono con un pequeño giro de cara a usarlos como cascos para escuchar música o ver una película.
Comodidad ante todo
De agradecer que peso y acolchamiento de la diadema consigan que no se te haga pesado tenerlos puestos durante varias horas. Además, aunque aún quedan unos meses para que el calor empiece a dictar sentencia sobre cómo actúan frente al sudor, sí aparentan ser más recomendables que otros cubiertos de cuero sintético.
No brillan igual en la oreja, donde las almohadillas me han parecido demasiado finas para cubrir por completo el pabellón sin que los cartílagos acaben chocando con la pared interior del auricular. Problemas de orejas grandes que tal vez no afecten a todos por igual, pero que en mi caso acaban resultando incómodos cuando pasadas un par de horas la presión empieza a hacer mella.
Sin problemas con la maleabilidad del micro o el uso del cable, dos de los puntos que normalmente me sacan de mis casillas, aunque al acabar usándolo con otros puertos que no sean los del mando o el del móvil puede que se quede corto. Nada grave si tenemos en cuenta que han sido creados para cubrir el espacio entre el pad y tu cabeza y cumplen a las mil maravillas su cometido.
Una experiencia de sonido notable
Donde no hay hueco para quejas es en la calidad de sonido, o al menos en lo que alguien esperaría en un accesorio con un precio tan ajustado. Los matices de juegos como The Division 2, donde pasear por una calle supone escuchar ruidos a distintos rangos en casi todos los sentidos, se apreciaban de maravilla.
Sólo en una ocasión he tenido problemas a la hora de trasladar esa experiencia de sonido al juego online, una partida en la que el micrófono parecía enviar un ruido que en pruebas posteriores ha demostrado ser más culpa de la configuración del mando que de los propios auriculares.
Por lo demás, sin quejas a la hora de reproducir y enviar audio, sólo echando en falta algo más de matiz en los graves, que se esconden al escuchar temas muy centrados en esa frecuencia con grupos como The Prodigy. Sin embargo, nada que pueda ser preocupante a no ser que tengas un oído muy entrenado y, desde luego, muy lejos de ser algo remarcable a la hora de jugar.
La opinión de VidaExtra
La marca española tiene toda la intención de ganarse nuestro cariño no sólo entrando por los ojos, también invitándonos a que disfrutemos de sus accesorios sin preocuparnos demasiado por la cartera. Se agradece que haya tan buenas ideas a la hora de adoptar estilos como el que proponen estos Aizen, sin duda muy alejados de la feria de luces y colores que a veces solemos encontrar en este tipo de productos.
Que además cumplan con creces a nivel de comodidad y calidad de sonido, especialmente teniendo en cuenta su precio, los convierten en una gran opción de cara al catálogo de auriculares de gama baja/media. Al final, todo depende de lo contento que quedes tras pasar por caja y apoquinar los 35,94 euros que cuestan estos FR-TEC Aizen, y creo que hay razones más que suficientes para quedar satisfecho.
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