Como vimos ayer, 'Resident Evil 7: Biohazard' lleva un mes en el mercado. Tanto a nivel de críticas como de ventas le está yendo muy bien... y Capcom ha querido sacar más tajada con sus DLC. Esperó una semana para sacar el primer volumen de Grabaciones inéditas en PS4, y dos semanas más para el segundo.
Esta vez la compañía nipona no se ha preocupado en disimular un poco (ambos volúmenes se han publicado el pasado martes en PC y Xbox One, tras una exclusiva temporal de Sony) en lo relativo a varios contenidos descargables que se tendrían que haber incluido con el juego (al menos el futuro "Not a Hero" será gratuito). Pero ya sabemos, por desgracia, cómo está la industria con esto.
Política de DLC aparte, hoy vamos a analizar ambos volúmenes, por separado, empezando por el que nos sitúa, 'Grabaciones inéditas Vol.1', con los modos Pesadilla, Dormitorio y Ethan debe morir, muy distintos entre sí.
Cabe recordar que este DLC se puede comprar por separado por 9,99 euros, o ya bien dentro del pase de temporada, que cuesta 29,99 euros (donde se incluye el Vol.2 y un episodio adicional de la historia aún por anunciar, antes de 2018).
Pesadilla: aprovechando la chatarra para sobrevivir
El primer modo de este DLC se llama Pesadilla, y en él tomamos el papel de Clancy, el cámara del flashback del primer tramo de 'Resident Evil 7: Biohazard', dentro de la planta inferior de la mansión de los Baker. Ahí tendremos que sobrevivir a las oleadas de Holomorfos hasta que amanezca.
Como si del clásico Mercenarios se tratase, el estilo es claramente frenético y no tendremos ni un momento de respiro puesto que saldrán constantemente criaturas desde cualquier zona del área de procesado. La gracia del asunto es que deberemos acumular chatarra de las máquinas que están dispersas por la zona para poder comprar armas, munición, medicamentos... o incluso mejorar los parámetros del propio Clancy y de su equipo. El problema es que por cada compra que hagamos de un elemento, subirá su importe después. Suerte que, a medida que vayamos completando partidas (sobrevivamos o no), desbloquearemos más cosas, como mejorar las propias máquinas para que fabriquen más rápido.
Por cada ronda se eleva la dureza de los Holomorfos, e incluso nos las veremos contra el propio Jack. De ahí que sea esencial sacarle partido a las trampas que hay disperas por la zona (hay que gastar chatarra para desbloquearlas; y se pueden mejorar después, como la siempre efectiva torreta automática) si queremos, tanto ahorrar el máximo de recursos, como salir de ahí con vida.
Si bien el concepto de Pesadilla es el de un modo corto, su naturaleza es sumamente rejugable en base a lo que iremos desbloqueando con nuestra puntuación. Pero nos cuesta entender por qué no vino de serie con el juego.
Dormitorio: poniendo a prueba nuestra memoria
Dormitorio es el segundo DLC de este primer volumen, y el que más me ha gustado como experiencia. Nuevamente tomando el rol de Clancy, estamos atrapados en una habitación con Marguerite, que nos insta a comer su asquerosa comida (cómo no, está podrida y de tres bocados nos mata sin remedio).
Nuestro objetivo, por lo tanto, es escapar de ahí. Pero habrá que tener mucho cuidado de no alertar a Marguerite (tras dejarnos tan delicioso manjar, saldrá de la habitación), porque retornará a la sala y verá si hemos hecho algo... imprudente.
Todo lo que cambiemos de sitio y no devolvamos a su posición inicial, será motivo de castigo por parte de Marguerite. Aunque por fortuna, no revisará todo al dedillo. Por ejemplo, podremos coger un objeto escondido tras un cuadro y ella no se pispará, del mismo modo que cambiar las manecillas de un reloj. Lo que no quita que no haya que ser de lo más prudentes y vigilar bien cuándo va a volver.
El patrón de este DLC sigue un poco lo vivido con la prueba de Lucas con la tarta de cumpleaños, al darle mucho énfasis a la resolución de pequeños acertijos en donde habrá que fijarse en todos los detalles. Pero en el fondo no deja de ser una prueba que, una vez que sabemos todo lo que hay que hacer, se puede completar en pocos minutos. Hasta que no llega ese momento, estaremos enganchados.
Ethan debe morir: Resident Evil se pasa a los Souls
Y llegamos hasta Ethan debe morir, el DLC más exigente de las Grabaciones inéditas. Un modo de juego que nos pondrá a prueba hasta el extremo y en donde moriremos más veces de las que podremos contar, muy en la línea de los Souls.
No es solamente por el hecho de que al morir, aparte de perder todos los objetos y nuestro progreso, dejaremos nuestra "tumba" (si destruimos esa figura angelical recuperaremos, eso sí, un objeto de los que teníamos... pero éste se escogerá de manera aleatoria), sino por la crudeza de los enemigos (de uno o dos toques nos matan) y la infinidad de trampas que deberemos sortear, hasta el punto de tener que memorizar al dedillo la nueva disposición de la mansión de los Baker.
Este modo (el único que no tiene soporte para PlayStation VR, por cierto) tendrá, a mayores, un toque de aleatoriedad, especialmente en lo relativo a las cajas, desde las cuáles iremos engrosando el catálogo de objetos para Ethan. Éstas estarán divididas entre distintos niveles de rareza, pero no nos podremos confiar nunca, puesto que pueden esconder explosivos que nos matarán al instante (habrá que prestar mucha atención al sonido que hacen). Y debido a ese espíritu azaroso, no habrá dos partidas iguales. Por lo que hasta que lleguemos al enfrentamiento final contra Marguerite, nuestra paciencia se habrá puesto al límite. Demasiado.
La opinión de VidaExtra
Haciendo balance de todo el conjunto, Grabaciones inéditas Vol.1 es un gran contenido complementario a 'Resident Evil 7: Biohazard' que, de todas formas, tendría que haberse incluido de serie. Ofrece tres modos con propuestas muy diferentes entre sí que le acaban reportando mucha vida. Y también muerte.
A favor
- La tensión y originalidad de Dormitorio
- Las altas dosis de rejugabilidad en Pesadilla
En contra
- Este DLC tendría que haberse incluido de serie
- Ethan debe morir llega a desesperar
Ver 3 comentarios