Los contratos y sus quiebros legales, morales y éticos forman parte de un mundo oscuro que solemos pasar por alto. ¿Cuántas veces hemos aceptado los Términos y Condiciones de videojuegos sin molestarnos en leer ni una sola palabra? Ahora nos obligan a deslizar todo el contrato hasta el final, pero antes ni eso. A estas alturas, nadie puede extrañarse de que su alma pertenezca a Ubisoft, Blizzard o cualquier otra.
¿Y si os decimos que Helldivers 2 lleva este asunto un paso más allá? En este caso aceptamos dos contratos, uno como personas reales (Términos y Condiciones) y otro como soldados helldivers. Todos hemos visto el primero al iniciar el juego por primera vez, pero... ¿Dónde demonios está el segundo? Pues resulta que la mayoría pasamos por delante y lo aceptamos sin darnos cuenta.
Se encuentran al final del tutorial y en la zona más rastrera posible: dos muros en los laterales del pasillo que nos lleva a conseguir nuestra capa y que generalmente son monumentos a los soldados caídos. La mayoría asumimos lo que son pasamos de largo, pero nos equivocamos. Contienen el contrato de los helldivers.
No exagero al decir que es uno de los contratos más rastreros y opresivos que he leído en mi vida. Es bastante largo, así que voy a ir al meollo del asunto para ser breve: los reclutadores no se responsabilizan de nuestra seguridad ni dentro ni fuera del campo de entrenamiento, estamos obligados a cumplir como helldivers hasta la muerte o hasta que curarnos no sea económicamente viable. Es decir: si curarnos cuesta demasiado, nos dejan morir y a otra cosa.
Este acuerdo se regirá por las leyes de SuperTierra, y se considerará terminado en caso de que: 5.1 El Alistado quede mortalmente herido, de modo que la atención médica no sea física o financieramente justificable. 5.2 El Alistado exprese pensamientos, opiniones, acciones o sentimientos sediciosos, peligrosos o traidores. 5.3 Por cualquier motivo que indica el Enlistador. No se requiere notificación de la causa de la terminación. Las disposiciones de las secciones 1, 2, 3, 4 y 6 sobrevivirán a la terminación.
6.1 El Alistado da su consentimiento para que la información personal (incluidos, entre otros, datos biométricos, patrióticos y demográficos) sea recopilada y procesada [...] 6.2 El Alistado da su consentimiento para que muestras personales (incluyendo, entre otras, carne, hueso y sangre) sean recolectadas y procesadas [...] 6.3 Los Alistados brindan su consentimiento inequívoco e irrevocable para el uso de armas, tecnologías y narcóticos experimentales. 6.4 El Contrato se considerará vinculante una vez leído, total o parcialmente.
La cosa mejora en el último punto, seis, donde se indican los consentimientos que damos a quienes nos alistan, que en este caso es el gobierno de SuperTierra: consentimos que toda nuestra información sea recopilada y procesada, que absolutamente todo nuestro cuerpo sea recolectado y procesado una vez muramos, ser objeto de experimentos de todo tipo y el contrato pasa a ser vinculante una vez leído. En otras palabras: los helldivers son literalmente una propiedad del gobierno.
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