Mi sandbox favorito (estilo GTA) no es precisamente un juego actual, sino aquel The Saboteur del desaparecido Pandemic Studios lanzado en 2009. Sí, mi favorito sigue siendo un juego de hace más de una década y lo completé al 100% tanto en PS3 como en Xbox 360, al absorberme por completo su universo de principio a fin.
En España tuvo la mala fortuna de venir completamente en inglés, siendo, para colmo, el último trabajo de ese estudio californiano al cerrar sus puertas ese mismo 2009, lo que provocó una rebaja radical en el precio del juego a las dos semanas de salir al mercado y que nunca tuviese ninguna expansión. De hecho, se sabe que iba a contar con un DLC localizado en el castillo de Lorraine, al cuál aún se puede acceder mediante un glitch para hacerse a la idea de lo que iba a traer.
El castillo prohibido... accesible mediante truco
Antes de nada, hay que hablar del método para acceder a este castillo, puesto que tan solo se puede lograr por una puerta, la única a la que podemos llegar por un camino de tierra situado al norte de dicha fortaleza. Para ello hay que entrar primero en el territorio de Lorraine, al estar precisamente en su misma frontera.
La imagen superior muestra la puerta, la de abajo dónde se ubica exactamente.
El truco del glitch viene dado por medio de un vehículo, preferentemente un deportivo como Altair, situándonos en paralelo lo más pegados posible a la puerta del lado del asiento de conductor. Tras una prueba de ensayo y error, daremos con un punto en el que Sean Devlin, al salir del coche, lo hará justo en el otro extremo de la puerta del castillo, momento en el que podrá explorarlo con total libertad.
Por si hay dudas, aquí en vídeo gracias al canal old v&q, dedicado al juego.
Obviamente, es una zona inacabada y hay glitches gráficos por doquier, a la par que unos cuantos fallos, pudiendo darnos de bruces contra el suelo desde un tejado aparentemente inestable que desaparece en un abrir y cerrar de ojos, como el de la torre central. Es parte del problema (aunque suerte, sabiendo que podemos entrar), puesto que para desplazarnos con soltura dentro del castillo habrá que hacerlo casi por completo desde los tejados, al haber muchas puertas cerradas a cal y canto. Al fin y al cabo, este contenido no se llegó a implementar.
El castillo de Haut-Kœnigsbourg en The Saboteur
Dentro del enorme castillo de Haut-Kœnigsbourg en The Saboteur podemos ver tres partes diferenciadas: un silo de misiles inacabado en el extremo occidental, una torre con un sistema de comunicaciones y un molino en el tramo central, y un hangar para el prototipo (no incluido, salvo en el artwork oficial que podemos ver en el inicio de este artículo) XJ-05, un avión de diseño futurista, obra de los nazis.
Tanto este jet armado con forma de bumerán, como el silo de misiles, dejan claro que en esta expansión nuestra misión principal sería destruir ambas cosas, en parte por esos cañones anti-aéreos de gran poder situados muy cerca de las dos, lo que daría mucho juego después de cara a la inevitable alarma dentro del castillo, viendo zeppelins al activar el grado 3 y ya los aviones de combate en el 5.
La faena es que no hay ningún objetivo real en este castillo, al no haberse implementado por el triste desenlace con Pandemic Studios. Más allá de satisfacer esa curiosidad por ver el castillo desde dentro, trepando por los tejados y haciendo malabares con ciertas secciones, se nota que se dejó a medias al haber pasillos sin final, objetos que flotan o la ausencia del espectacular XJ-05.
Curiosamente, sí que hay un vehículo, aunque no podremos subirnos a él. Se trata de un camión militar de los nazis situado en una gasolinera justo en la mitad central del castillo, que pide a gritos que lo volemos en mil pedazos. Era, más que probable, otro de los objetivos por "limpiar" dentro de esta zona para "recuperar el color" en esa sección de Lorraine. Porque esta característica fue una de las más divertidas en The Saboteur, el destruir objetivos clave de los nazis para erradicar su dominio y que Sean y los suyos pudiesen respirar, viendo cómo pasábamos del blanco y negro al color para simbolizar esa libertad. Era francamente adictivo.
Un triste e injusto final para Pandemic Studios
Por desgracia, Pandemic Studios no es el único estudio que ha cerrado a lo largo de todos estos años, pero sin duda se había convertido en un creador de juegos de culto, como Destroy All Humans!, los Mercenaries o el propio The Saboteur, siendo sus obras más mediáticas ambos Star Wars Battlefront, antes de que DICE (Battlefield) tomase el testigo con su reboot homónimo justo diez años después.
La vida de Pandemic Studios fue de lo más efímera, al durar apenas una década en el mercado, siendo muy conocida su saga Full Spectrum Warrior, pero con la tristeza de que también tuvo que cancelar otros trabajos antes de despedirse, como Batman: The Dark Knight, el que iba a ser el primer juego del Caballero Oscuro de mundo abierto (un año antes de que Rocksteady hiciese lo propio con Batman Arkham Asylum, por cierto), o el esperado Mercenaries 3: No Limits.
¿Habrá algún día una remasterización de The Saboteur a cargo de otro estudio externo de EA? Es algo con lo que no he dejado de soñar desde entonces, sobre todo de cara a poder disfrutar en condiciones del castillo "prohibido" de Lorraine.
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