Creo que la idea de Nintendo siendo intransigente con la violencia dejó de sorprenderme el día que leí que Miyamoto pretendía que los jugadores de GoldenEye 007 se diesen la mano al acabar la partida. Nada de muertes, era bromi, se levantan y se dan la mano como buenos hermanos.
Con el tiempo la compañía nipona abrió un poco más sus miras para alcanzar una sobresaliente medianía como la de Splatoon, un shooter fantástico que no refleja esa sensación de violencia, pero hasta yo puedo entender por qué dieron carpetazo a Super Mario Spikers.
Los primeros pinitos de Next Level Games
La máquina del tiempo nos lleva hasta las oficinas de los canadienses Next Level Games. Quedan 12 años para que terminen de enamorarnos por completo con su Luigi’s Mansion 3, pero allá por 2007 ya gozaban de una generosa popularidad gracias a dos de sus mayores éxitos.
Si un par de años antes habían sorprendido introduciendo a Mario en el mundo del fútbol con Super Mario Strikers, su secuela para Wii, Mario Strikers Charged, había conseguido encandilar al público. Fútbol arcade, un adictivo modo online y unos poderes especiales que nada tenían que envidiar al mejor capítulo de Oliver y Benji.
En Nintendo estaban pletóricos con el éxito y, como recompensa, decidieron dar carta blanca creativa al estudio para hacer lo que quisieran con su próximo proyecto. Sin duda el sueño húmedo de cualquier desarrolladora, que venga el señor Nintendo con bolsas de dinero en la mano y te diga: disfruta de tu trabajo.
En Next Level Games pensaron que, si algo funciona, lo mejor es seguir por esa línea, así que decidieron continuar con el lado deportista de Mario acentuando la agresividad de la que hacía gala Mario Strikers Charged frente a otros proyectos del fontanero como los de tenis o golf. Lástima que el entusiasmo se les fuera un poco de las manos.
El camino hacia Super Mario Spikers
Lo que empieza con un juego de voleibol con los personajes de Mario pronto empieza a absorber ideas de un antiguo proyecto cancelado del estudio, un juego de lucha libre y fantasía conocido como WWE Titans.
La idea de evolucionar hacia esa falsa violencia del universo Mario que ya existía con la saga Super Smash Bros y unirla al deporte de contacto parecía lógica. Porque lo de golpear la pelotita tiene su punto, pero hacerlo con la posibilidad de calentarle el hocico al rival frente a la muchedumbre de un programa de televisión pinta bastante mejor. Más aún si gozas de movimientos tan espectaculares como los que tenéis en el vídeo.
Lamentablemente el proyecto no pasó de la fase de pitch a Nintendo y todo lo que ha trascendido de él es una colección de concept art y animaciones. Los de la gran N consideraron que la idea se salía un poco del código de honor de la compañía y, como tal, invitaron a Next Level Games a ponerse con otra cosa.
La alternativa sería un Punch-Out!! que acabaría llegando dos años después. Otro éxito que con el tiempo les ataría aún más a Nintendo de la mano de los fantasmas de Luigi en Dark Moon y los tiroteos infantilizados de Metroid Prime: Federation Force. Tal vez algún día les dejan volver a lo de permitir que los amigos de Mario repartan hostias como panes.
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