Las modas vienen y van, pero los zombies son eternos. No importa cuándo leas esto. Todo jugador de videojuegos se ha deleitado alguna vez con la dulce fragancia de las masacres de zombies en videojuegos, ya sea con un mando en la mano o mediante vídeos. Para muchos, resuena como un canto de sirena al que es imposible evitar.
Left 4 Dead, Resident Evil, Dead Island, Dying Light, Days Gone, The Last of Us, State of Decay... Todos nombres que nos han hecho perder la cabeza en algún momento. ¡Y hay más! Seguramente echas en falta uno, pero queda fuera de la lista por una buena razón: he podido probar su remasterización durante unas cuantas horas en PC, concretamente su Modo 72 horas, y ha sido como viajar en el tiempo.
Dead Rising Deluxe Remaster es como regresar al pueblo de la abuela
He tenido la oportunidad de jugar a un avance de Dead Rising Deluxe Remaster. Hacía tiempo que tenía ganas de rejugar el videojuego original y el anuncio de esta versión por parte de Capcom fue como una señal del universo. Probar de forma anticipada su Modo 72 horas ha sido una gozada. Eso sí, solo tenía permitido avanzar hasta el comienzo del Caso 3.
Mi primera partida durante la prueba duró 2 horas y 46 minutos. Abarcó desde el comienzo del juego hasta el final del Caso 1, luego abandoné la historia principal hasta perder los casos para hacer el tonto por el centro comercial, masacrar zombies y poner a prueba los límites de esta nueva versión. Puedes ver un resumen sin spoilers de 28 minutos en el vídeo que comparto. En la siguiente partida llegué hasta el límite indicado.
Jugué en mi PC con todas las opciones gráficas al máximo, incluido una que permite regular la cantidad de enemigos en pantalla. El apartado gráfico de esta remasterización ha mejorado con respecto a la versión de 2006. Basta echar un vistazo a los modelados para darse cuenta de que luce mucho más bonito y detallado.
Si eres usuario de PC, seguro que te preocupa más el rendimiento que lo bonitos que se vean los zombies. Puedes estar relativamente tranquilo. No he tenido demasiados problemas de framerate o crasheos durante toda mi experiencia. Cero de lo último. Sin embargo, es cierto que el framerate puede caer un poco, llegando a dar algún tironcillo, en zonas abiertas con muchos zombies, como las galerías más amplias o el parque central del centro comercial. Nada que deba quitarte el sueño.
La remasterización incluye mejoras que vas a notar sin necesidad de leer un comunicado oficial. Mejoras que no son todo lo que deseamos en su momento, pero que desde luego son de agradecer para quienes sufrimos la versión original. Uno de los cambios más importantes es que ahora puedes moverte mientras apuntas. Parece una chorrada, pero el gameplay cambia por completo cuando te enfrentas a los presos o al maldito payaso de las motosierras, por ejemplo.
Otro de los cambios que me ha devuelto años de vida es que los NPCs son un poquito menos inútiles. Siguen empanados y llevarlos a lugar seguro es como frotarse las partes íntimas con papel de lija, pero ahora esquivan y combaten mucho mejor a los zombies. Dicho de otra forma, tienen un poquito de más sentido de la autoconservación, aunque tampoco te creas que se desviven por no morir.
Los más veteranos también notaréis que la interfaz (menús) está ligeramente cambiada y que el juego está completamente doblado al castellano, excepto alguna que otra interacción que está justificada por contexto. La guinda del pastel de las mejoras, aquello que atraerá a más jugadores, es que cuenta con autoguardado. Se mantienen los guardados manuales en sofás y baños. Sé que para algunos puristas será un pecado mortal, pero creo que es un acierto.
Aquí acaba lo técnico y teórico de mis primeras impresiones. Ahora viene mi parte favorita: contarte que jugar a Dead Rising Deluxe Remaster ha sido como volver al pueblo de la abuela en el que pasabas las vacaciones de verano. Ese lugar al que no siempre diste el valor que tenía y que ahora, 18 años después, comprendes lo feliz que fuiste recorriendo sus calles cada acalorada tarde de julio-agosto.
Reventar zombies una vez más en los pasillos del centro comercial de Dead Rising ha sido un buen golpe de nostalgia. Hay pocas experiencias zombies más genuinas. Nada de mutaciones demasiado locas ni bichos terroríficos, solo psicópatas de manual y zombies de toda la vida, lentos y torpes. Eso sí, en cantidades ingentes. Si el juego original te enamoró y quieres revivirlo, te recomiendo que apuntes la fecha de lanzamiento de la remasterización en tu calendario.
Si nunca has jugado y te gusta lo que ves, Dead Rising Deluxe Remaster es el escenario perfecto para estrenarse. Es una experiencia en la que empiezas sintiéndote sobrepasado y asustado, hasta que comprendes que tú no estás encerrado en un centro comercial con cientos de zombies... ellos están encerrados contigo.
El centro comercial se acaba transformando en un parque de juegos, cuya atracción principal es reventar zombies sin ningún tipo de escrúpulos. Lo más divertido de este videojuego es que puedes utilizar casi cualquier cosa para arrasar con las hordas de muertos: desde armas de juguete y reales hasta elementos del mobiliario como basuras, bancos y sombrillas. Sobra decir que hay objetos más poderosos que otros, pero no subestimes el poder de un carrito de la compra.
Otro puntazo es que puedes acabar el juego cuando quieras, basta con que te eches a dormir y dejes pasar el tiempo. También puedes pasar tu estancia haciendo el energúmeno, sin preocuparte por la investigación o el resto de supervivientes, e irte cuando toque. Aquí no hay grandes poderes, así que ponte las responsabilidades que quieras.
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