Cuando el equipo de EA Redwood Shores creó Dead Space en 2008, seguro que no estaban preparados para que su survival horror se convirtiese en todo un clásico. La idea proyectada por Glen Schofield fue sobresaliente y mostró un lado del terror realmente abrumador, sobre todo porque en el vacío del espacio nadie escucha tus gritos.
Junto a la propia aventura de Isaac Clarke, también se convirtió en icónica la portada con la mano del protagonista flotando en mitad de la nada, cerca de la USG Ishimura. La imagen está profundamente ligada a la obra de PS3, Xbox 360 y PC, pero no aparece en ningún momento a lo largo de la producción.
Y es que hubo que esperar hasta el 2011 con la llegada de Dead Space 2 para que pudiésemos verla realmente en pantalla. En la secuela, la violencia de los necromorfos es todavía mayor que la vivida en la nave minera, por lo que toca enfrentarse a seres descomunales y con grandes deformidades.
Uno de los más temibles es al que se enfrenta Isaac al final del quinto capítulo, el cual obliga a dispararle a zonas concretas de su cuerpo para conseguir acabar con él. Sin embargo, fijaros a partir del minuto 8:00 del siguiente vídeo lo que sucede si fallamos en uno de esos instantes.
Efectivamente, Isaac morirá entre terribles sufrimientos al ser despedazado de forma casi instantánea y en el proceso perderá su mano derecha, la cual aparece flotando con la misma pose que en la portada de Dead Space. Un guiño de la propia desarrolladora a sí misma y que realmente nos obliga a fallar en mitad de la partida para poder contemplarlo.
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