Misterio resuelto. El meteorito que durante semanas estuvo surcando los cielos de ‘Fortnite: Battle Royale’ resultó estar relacionado con el inicio de la cuarta temporada del juego, como ya nos imaginamos, y lo mejor es que ha traído consigo un montón de novedades la mar de jugosas.
No ha sido Pisos Picados la zona afectada, a pesar de que todas las pistas apuntaban hacia ella, sino que el meteorito ha ido a estrellarse en Polvorín Polvoriento. Queda en pie uno de los tres almacenes y parte de otro, pero el turbopedrusco se ha llevado por delante el tercero y ha creado un cráter de grandes dimensiones justo al lado. Lo más interesante no es eso, sino todo lo que ha generado y va a generar a su alrededor durante las próximas semanas.
De hecho, el impacto de esta roca cósmica confirma que no es imprescindible crear mapas nuevos para mantener el interés por un juego de este género.
Un mapa, un meteorito y todo huele a nuevo
Esto no tiene nada que ver con lo que sucedió cuando Epic decidió incluir nuevas zonas en el mapa, es mucho mejor. Cuando pensábamos que el meteorito iba a destrozar una zona concreta no imaginamos que el resto del mapa también podría sufrir otros cambios tan relevantes. El enorme pedrolo volador no sólo se ha llevado por delante Polvorín Polvoriento, sino que se han producido otros grandes impactos por toda la isla que han ido cambiando el aspecto del mapa.
Es más: han aparecido nuevos edificios y hasta una nueva zona con nombre propio situada al norte.
En el lugar del impacto principal, además del cráter, hay ahora una especie de base militar que rodea el meteorito. El boquete tiene unas dimensiones considerables y, aunque esta zona no ha recibido un nuevo nombre, funciona igual que un área nueva. Y, como todos los cráteres que han aparecido en la isla, nos ofrece también un tipo de objeto nuevo: las rocas de salto.
Estas piedras del espacio se pueden consumir para saltar más alto durante un tiempo limitado, como si el personaje hubiera recibido un superpoder. Epic lo ha hecho bien, ya que estos saltos hipervitaminados podrían haber destrozado la jugabilidad de haberse convertido en algo más común o definitivo. Es decir: las rocas de salto son un añadido divertido pero bastante inofensivo. En una zona con rocas de salto la acción puede volverse muy loca si hay varios jugadores pegando brincazos de un lado para otro, pero como el efecto de las piedras no dura mucho y su ubicación está bastante repartida por el mapa, no existe la sensación de estar en constante desventaja debido a su existencia o de haber roto el juego.
Además de todo esto, algunas de las zonas que ya conocíamos de sobras han sufrido cambios. Por ejemplo, en Charca Chorreante hay ahora una especie de plató de cine a medio construir. Y tanto esto como el meteorito custodiado en la base de Polvorín Polvoriento, por ejemplo, son cosas muy interesantes que van más allá de la novedad del impacto porque le van a permitir a Epic ir haciendo pequeñas variaciones en el mapa en espacios cortos de tiempo: algún avance con el estudio del meteorito que cambie de nuevo esa zona o pueda otorgar nuevas habilidades, la evolución del mencionado set cinematográfico a medio construir para que su aspecto vaya mutando con el tiempo, etc.
O lo que es lo mismo: con esta capacidad para introducir pequeñas novedades en el mapa en una misma temporada no hay necesidad de crear un mapa completamente nuevo. O al menos no a corto plazo.
La idea de tener un mapa conocido que cada poco tiempo incluya novedades y vaya cambiando de aspecto me seduce más que la de tener dos o tres mapas distintos pero estáticos. Creo que es una forma de asegurar que todos los jugadores van a estar ahí, sin que la comunidad se tenga que repartir entre distintos mapas, y conseguir a la vez que haya variedad suficiente como para no acabar harto o cansado de visitar siempre los mismos sitios.
Lo cual no quita para que, tarde o temprano, a Epic le dé por lanzar un segundo mapa. Ya veremos.
El nuevo pase de batalla también trae novedades muy interesantes
Más allá de los efectos del impacto del meteorito, la temporada 4 de ‘Fortnite: Battle Royale’ incluye un nuevo Pase de Batalla que viene cargado de novedades. No sólo a nivel de objetos, donde como es lógico esperábamos nuevos trajes, gestos y demás ítems cosméticos con los que seguir ampliando nuestra taquilla (ojo, han llegado también los grafitis para decorar suelos, paredes, coches o lo que queramos), sino a nivel de desafíos.
A los ya conocidos desafíos diarios y semanales del Pase de Batalla se añaden otros dos tipos de desafíos curiosos. Hay uno que tiene que ver con Carburo, uno de los nuevos personajes de esta temporada, y nuestra progresión de nivel. Hasta ahora teníamos la opción de escoger una skin y, como máximo, añadirle una mochila. Ahora, gracias a este tipo de desafíos, Carburo irá modificando su aspecto cada 10 niveles durante la temporada gracias a nuevas piezas que se irán añadiendo de forma automática a la armadura. Y hay recompensa final en forma de nuevo pico.
El otro nuevo tipo de desafíos, Taquillazo, tiene que ver precisamente con cumplir el resto de desafíos en una semana, en dos y así sucesivamente, lo cual nos dará una recompensa que, por ahora, es secreta.
En definitiva, esta nueva temática relacionada con el meteorito, los alienígenas y el cine de ciencia ficción me está entusiasmando y tengo que volver a aplaudir a Epic por seguir apoyando el juego semana tras semana (recordemos que, además, todavía está en fase beta) y por saber cómo introducir novedades y elementos que mantengan el interés por ‘Fortnite: Battle Royale’ más allá de la propia mecánica principal del género.
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