En estas pruebas, cuyo único afán científico de destrozar una consola, se han sometido a la consola de Sony y a la de Microsoft a dos tipos de caídas. La primera de ellas es la típica que nos puede pasar a cualquier mientras sacamos la consola de caja y la colocamos en su sitio. Mientras que la segunda no creo que le haya pasado a nadie por accidente.
En ambos casos se prueba si las consolas siguen funcionando tras el golpe y en ambos casos sufren daños similares, a simple vista. La única diferencia es que la PS4, que ya le costó arrancar tras la primera caída, no ha sido capaz de sobrevivir a la segunda prueba. Aviso que el vídeo no es apto para cardíacos, a mí me ha dolido mucho.
Vía | CVG
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