Ayer nos sorprendía la noticia: Microsoft ponía fin a la fabricación de más Xbox 360, cerrando de ese modo un ciclo exitoso para la compañía de Redmond. Seguirá el soporte para la consola, igual que los juegos y sus ofertas, claro, pero es una muestra más de que su vida comercial se está acabando.
Y nos da pena, igual que sucede con otros sistemas cuando se anuncia una noticia de este calibre. Porque nos ha dado incontables horas de diversión, siendo, además, una de las consolas más revolucionarias de la pasada generación al solventar todos los problemas, por inexperiencia, de la primera Xbox, que no supo plantarle cara a la PS2 (ninguna, de hecho).
Es por ello que nos gustaría recordarla pasando por sus mejores momentos (y algún traspiés), a modo de homenaje por estos casi 11 años de historia.
Los Logros: cambiando la concepción de "exprimir"
Siempre he sido un claro defensor de los Logros. Del mismo modo que nos comparábamos con los demás asiduos de un salón recreativo, viendo sus puntuaciones en la tabla de clasificación de cada máquina, Microsoft supo convertir esa clase de hazañas en un componente social a nivel mundial.
Y no solamente eso, sino que con los Logros también llegaron los desafíos especiales que nos hacían exprimir los videojuegos de formas impensables. Había muchos, cierto es, que no eran nada imaginativos y se limitaban a reflejar la consecución de cualquier fase, pero en líneas generales, ha sido uno de los aportes más interesantes que nos ha dejado la pasada generación.
Yo soy todo un achievement whore, nunca lo he ocultado, y hasta la competencia se rindió ante lo evidente y se sumó al carro: Steam, PlayStation, GOG... Y a ver Nintendo con NX (ojalá). Además, es una característica de la que pueden prescindir los que no estén a gusto con ella, bien sea ocultando sus Logros a los demás, o simplemente evitando todo tipo de notificaciones.
A modo de curiosidad, decir que en toda su historia, pese a que el Gamerscore estándar haya sido el de los 1.000G, hubo casos, como el del 'Condemned' de SEGA, que tuvo tan solo 970. Mientras que en los exclusivos de formato digital, la cosa empezó en unos escuetos 200G, se dio el salto hasta los 400G a mediados de 2012, hasta que finalmente se asentó definitivamente el modelo de 1.000G en digital, moda que popularizó definitivamente su sucesora, la Xbox One, al considerar que "los juegos eran juegos", independientemente del formato. De esto último debería aprender Sony, porque me sigue mosqueando toparme con juegos sin Platino... Porque lógicamente, también me apasionan los Trofeos.
El contar con el (casi) mejor mando de la historia
Como jugón empedernido que soy, han pasado por mis manos un montón de mandos. A lo largo de tres décadas he tenido muchos favoritos, hasta que llegó uno que parecía insuperable: el mando S de la primera Xbox (pensado inicialmente para Japón). Sin embargo Microsoft consiguió elevar el listón con el mando de la Xbox 360, fallando únicamente en su cruceta. Su dichosa cruceta.
Como mando para juegos de lucha en 2D (o en los que hubiese que utilizar la cruceta para realizar movimientos "complicados"), dejaba que desear. Mientras que para todos los demás era el mando ideal, especialmente por la disposición asimétrica de sus sticks, lo que derivaba en una mayor comodidad de uso y en ganar movilidad, como por ejemplo alcanzar la cruceta con el dedo pulgar de la mano derecha. Esto con el DualShock es impensable.
En mi caso, como se puede observar en la imagen, mi mando es con cable (siempre he detestado las pilas... salvo las de la Game Boy; prefiero batería recargable por USB o cable) y le tengo acoplado el Chatpad, accesorio imprescindible para mí y con el que el mando me resulta más cómodo de agarrar si cabe. Irónicamente, el mando de su sucesora, la Xbox One, corrigió el error de la cruceta, aunque en su defecto ofreció unos botones LB y RB muy mejorables (y sí, también le tengo acoplado su propio Chatpad). Pero al menos ha mantenido el diseño del anterior mando de Xbox 360, que era lo importante.
Fue el nacimiento de muchas IP con solera
Logros y Mando aparte, una consola se tiene que sustentar por sus videojuegos, y de eso, por fortuna, tampoco le ha faltado a Xbox 360. Ahí Microsoft Studios apostó más fuerte por las IP, mejorando bastante lo visto con la anterior Xbox.
Y es que si en aquella vimos el nacimiento de 'Halo', 'Forza Motorsport' o 'Fable', en Xbox 360 el número de éxitos se incrementó: 'Gears of War' (2006), 'Dead Rising' (2006), 'Blue Dragon' (2006), 'Crackdown' (2007), 'Lost Odyssey' (2007) o 'Alan Wake' (2010), por nombrar unos pocos. Sin dejar de lado sagas consagradas en la anterior Xbox y que gozaron de más prestigio si cabe en Xbox 360.
También contó con exclusivas temporales o respecto al resto de consolas, como 'Mass Effect' y 'BioShock', que salieron más tarde en PS3, o 'Prey' y las dos entregas de 'Left 4 Dead', que tan solo hemos visto en PC y Xbox 360.
Incluso, pese al odio que siempre han profesado los nipones por todo lo que venga de los Estados Unidos, ha sido la Dreamcast de la pasada generación en cuanto a shoot'em ups, con un montón de juegos considerados de culto hoy en día (y que ahora se están rescatando en Steam). En definitiva, un catálogo encomiable.
El golpe de autoridad de Xbox Live Arcade
A esto último ayudó mucho el espaldarazo producido por Xbox Live Arcade. Un servicio que mejoró exponencialmente respecto a la primigenia versión de su precursora. Títulos como 'Braid', 'Castle Crashers' o 'Super Meat Boy' demostraron que los indies podían ser mejores que cualquier producción de las grandes.
Hubo un tiempo en que estábamos deseando que llegase el verano, no solamente para disfrutar de las vacaciones en la playa o la montaña con amigos y familiares, sino también por las fantásticas promociones, año tras año, de Xbox Live Summer of Arcade, donde se presentaban los juegos descargables más potentes de todo el año: desde su arranque oficial en 2008, con los citados 'Braid' y 'Castle Crashers', entre otros, de ahí han salido clásicos de la talla de 'Shadow Complex', 'Trials HD', 'LIMBO', 'Lara Croft and the Guardian of Light', 'Bastion', 'Insanely Twisted Shadow Planet', 'Dust: An Elysian Tail' o 'Brothers: A Tale of Two Sons'.
Entre ellos están varios de mis favoritos de la pasada generación...
Tampoco se olvidó de la anterior Xbox (en parte)
Con Xbox 360, a Microsoft se le presentó un dilema: la retrocompatibilidad. Era nueva en esto y algo habitual para algunas compañías, como Nintendo o SEGA. Incluso Sony supo campear el temporal con PS2 y su retrocompatibilidad con PSOne. Sin embargo, en Xbox 360 la retrocompatibilidad fue parcial. Hubo cerca de 300 juegos retrocompatibles, lo que viene a ser algo más de un tercio del catálogo total de Xbox. Una cifra que no estaba mal, pero con sonadas ausencias.
Así pues, mientras los 'Burnout', 'Conker: Live & Reloaded', 'Fable', 'Forza MotorSport', los 'Halo' y 'Ninja Gaiden' eran retrocompatibles, otros muy queridos no pasaron el corte, como los 'Otogi', 'Oddworld: Stranger's Wrath' o 'RalliSport Challenge 2'. Llegó un punto, de hecho, en el que ya no resultó una característica de interés, dejando por el camino ciertas promesas.
Al menos su sucesora cuenta con un futuro más optimista.
El fallido Kinect y su intento de lucha contra Wii
Como hemos matizado al inicio, también hay que recordar la Xbox 360 por alguno de sus traspiés, siendo el más evidente, el del dispositivo Kinect. Microsoft intentó subirse al carro de Nintendo con Wii, cuyos números consiguieron sonrojar a los de Redmond y a los de Sony al haber logrado que gente ajena al mundo de los videojuegos se sumase a la moda de Wii y su wiimote.
El fallo de Kinect eran sus requisitos: pocos pudieron disfrutar en su plenitud del espacio necesario para jugar a cualquiera de sus juegos sin golpear contra el mobiliario. Además, la sensación de control, con el cuerpo y sin mandos, no funcionaba de modo tan satisfactorio en ciertos géneros. Estaba más limitado, en definitiva, que lo que se podía hacer con el wiimote.
Irónicamente, pese a ello, el videojuego más vendido en la historia de Xbox 360 es el 'Kinect Adventures', por encima incluso del 'GTA V'. Fue un fracaso a medias, se podría decir. Nada que ver con Xbox One, donde el nuevo Kinect tuvo todas las de perder desde el principio. Al menos esta tecnología ha servido a Microsoft para crear las HoloLens. No hay mal que por bien no venga, ¿no?
El apoyo a los modestos con Xbox Live Indie Games
Si bien todos nos acordamos de Xbox Live Arcade por todo lo que supuso para el mercado digital, Microsoft también facilitó herramientas para los desarrolladores noveles mediante el servicio Xbox Live Indie Games. Un espacio que contó con poca visibilidad respecto al resto de zonas en Xbox Live y en donde abundó la morralla (el filtro de calidad era nefasto, en este sentido), pero con alguna que otra perla por el camino, como los recomendables 'Escape Goat' o 'Wizorb'.
La ventaja de este servicio es que la inmensa mayoría de títulos presentados ahí costaban entre uno o cuatro euros, y gracias a él algunos estudios han podido dar un salto más grande con el paso del tiempo. Ahí está el caso de 'Toy Cars', que empezó siendo un 'Micro Machines' muy modesto y en la actualidad, bajo el nombre de 'Super Toy Cars', lo tenemos en PC, PS4, Wii U y Xbox One.
La conversión entre euros y Microsoft Points
Por último, un aspecto que nos dio muchos quebraderos de cabeza en su momento, pero que, pese a todo, ha sido una de las características más reconocibles de Xbox 360, fue el tema de los Microsoft Points y el tener que andar con la calculadora para saber a cuánto se correspondían "equis" MP.
Tampoco ayudó Nintendo con su Wii, porque ahí, mientras 1.000 puntos eran 10 euros, en Xbox 360 justamente esos 10 euros eran 800 puntos. Por fortuna, todo llegó a su fin en agosto de 2013 dando paso definitivamente a los euros y con un reajuste de las equivalencias de los Microsoft Points para los juegos. Por ejemplo, uno que antes costaba 400 MP (5 euros), ahora pasaba a valer 4,79 euros.
Ha habido muchas más cosas en estos casi once años de Xbox 360, con casos muy sonados y algo olvidados a estas alturas, como las tres luces rojas de la muerte o el fracaso comercial del HD-DVD, pero nos gustaría quedarnos con todo lo positivo que nos ha dejado, que no es poco. ¡Y aún tiene años de vida, eh!
¿Y vosotros, por qué cosas os gustaría recordarla?
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