Tengo muchas ganas de ver si lo de Jonathan Blow con 'Braid' fue un chispazo de genialidad o una casualidad fortuita de la que se ha aprovechado. Es realmente curioso porque pese a ser uno de los escépticos respecto al creador, también soy uno de los (creo) pocos interesados en 'The Witness'.
El problema con lo primero es que me cansa bastante ese alarde de gafapastismo indie que desprende el señor Blow por todos los poros, sabiendo todos como sabemos que de haber vendido 'Braid' cuatro unidades no habríamos vuelto a saber de él.
Por el contrario mi fascinación con 'The Witness' se centra en un único elemento, su isla me parece un lugar perfecto para potenciar uno de los aspectos que más me gusta de los videojuegos, la exploración. Ese abrir puertas, esas cuevas secretas y los ríos de cables que llevan hasta estancias herméticamente cerradas me animan a perderme entre su fauna durante horas. Sólo espero que el viaje sea lo más entretenido posible.
En VidaExtra | 'The Witness', el sandbox minimalista. Los indies también estarán en PS4
Ver 2 comentarios