¡Ay! Los años noventa… Qué recuerdos, ¿eh? Podríamos ponernos en plan abuelo cebolleta contando mil batallitas, pero no es plan. Aunque para batalla, la que libraron Nintendo y SEGA con sus máquinas de 16 bits, ¿verdad? Eso eran discusiones y no las de ahora. Que si el Cerebro de la Bestia era mejor, que si “cállate, bestia, que no tienes cerebro”. Eran otros tiempos. Horteras. Sí, pero divertidos.
Muchos, debido a nuestro limitado poder adquisitivo (dependíamos de nuestros padres, mayormente), tuvimos que decantarnos entre una u otra, aunque sabíamos perfectamente que nos íbamos a dejar juegazos del otro bando. Pero no se podía tener todo. También había que tener en cuenta que una era más cara que la otra, igual que los juegos. Y también había diferencias en cuanto a potencia. Pero eran las consolas del momento y la elección principal para los que no se podían permitir una recreativa en casa (véase Neo Geo, el sueño húmedo de muchos). Sobra decir que muchos de los títulos vividos por aquel entonces aún hoy en día resultan de lo más divertidos, en especial los que venían de las propias factorías de Nintendo y SEGA. Pero dejémonos de milongas y pasemos a la acción, que ya toca.
Toca un duelo entre ambas, y no el habitual. No. Toca uno en plan Transformers, con cada consola sacando su verdadero potencial gracias a Daniel Dussault. Toca contemplar una fusión entre consola y mando para dar dos mechas capaces de curar nuestro aburrimiento. Toca nueva imagen de la semana, y una que es una ilustración que podremos comprar para lucir en nuestra habitación.
Imagen | Fangamer (Daniel Dussault)
Vía | GoNintendo
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