Noticias de Kinect Adventures en Vida Extra
El E3 acabó hace unos cuantos días pero seguimos desgranando poco a poco todo lo que pudimos probar allí e intentando que podáis comprender un poquito mejor lo que Sony, Nintendo y Microsoft presentaron. Nintendo 3DS fue la apuesta de la gran N, PlayStation Move el intento de Sony por conquistar el control de movimiento y Kinect el arma de Microsoft para abrir su consola a los juegos sociales. Y de ellos vamos a hablar, de un título de lanzamiento que acompañará a la popular cámara de Microsoft y que fue de los más celebrados entre los que pudieron probarlo. Hoy toca hablar de ‘Kinect Adventures’.
Un título pensado para toda la familia, sencillo, directo, fácil de jugar y tremendamente divertido. Con algunos problemas de rendimiento todavía, el sistema petardea en algunos momentos aunque nos aseguraron que se trataba de una versión en desarrollo y por lo tanto mejorable. Eso sí, en las fiestas, con colegas y dispuestos a disfrutar de todo lo que un título de estas características puede ofrecer, la diversión está asegurada.
‘Kinect Adventures’ propone dos sencillos modos de juego que utilizan la cámara de Microsoft para que los podamos controlar. Para que os hagáis una idea podríamos estar enfrentándonos a una especie de Humor Amarillo para videoconsolas. Pruebas totalmente cafres que nos piden recolectar una serie de “monedas” diseminadas por el escenario. Premisa sencilla pero entretenida, un clásico, vamos.
El primer juego se basa en vagonetas. Imaginad una superficie plana sobre raíles. Nuestro avatar situado encima, de pie, y nosotros teniendo que abrir los brazos, inclinar el cuerpo, saltar e incluso dar pequeños botes en el mismo lugar para recoger monedas, ítems, dobles puntuaciones, esquivar obstáculos e incluso girar la vagoneta para cambiar su trayectoria.
El juego permite dos players, uno por vagoneta y a pantalla partida. Kinect se muestra bastante preciso en todo momento pero con un pequeño porcentaje de Lag en determinadas acciones. Desde luego nada que impida el correcto desarrollo de la partida pero sí lo suficientemente molesto como para advertirlo y esperar que en futuras versiones, más cercanas a la gold release, lo arreglen. Eso sí, el juego permite que saltemos para esquivar obstáculos inferiores y he de decir que no acaba de estar todo lo pulido que cabría esperar.
Los avatares desaparecen y aparecen ya elevados, las animaciones se rompen y se intercalan de golpe y en ocasiones parecen quedarse como atrapados en el aire, como si les costara bajar de nuevo pese a que nosotros ya no saltamos. Por suerte son pocas las veces que el juego nos pide saltar y no enturbia demasiado el resultado. Como antes, esperemos que de cara a la versión comercial se arregle.
El segundo juego es mucho más divertido y sobre todo, da la sensación de estar mucho más acabado y sin apenas errores ni lag. Jugando con un sólo player e incluso con dos a la vez. Imaginad controlar una especie de balsa sobre la que vamos de pie y que debe bajar por un río enloquecido, con cataratas, saltos de agua, rocas, trozos de barcos, salientes… y siempre, por supuesto, recogiendo monedas. Con movimientos del cuerpo, hacia la derecha o hacia la izquierda, controlaremos si la balsa se desplaza hacia los lados y saltando conseguiremos impulsarla unos metros.
Jugando uno sólo es bastante divertido pero cuando son dos los jugadores que van montados en la balsa y deben coordinar sus movimientos la locura se multiplica. Se convierte en una experiencia muy muy enloquecida y, además, el juego se encarga de ir capturando imágenes de los jugadores para después mostrarlas al acabar la partida.
A nivel visual sorprende el buen acabado, dentro de una estética pseudo cartoon, que tiene sobre todo el segundo juego, el de la balsa. La iluminación, shaders de desenfoque, reflejos en el agua, HDR… no está nada mal considerando el público para el que el título ha sido diseñado y desde luego cumple con su cometido festivo gracias a su estética desenfadada y hasta tropical.
Resumiendo, un buen título muy recomendable para fiestas, reuniones y momentos de delirio máximo con los amigotes. Eso sí, esperemos que para el final del desarrollo, cuando el juego vea la luz, se hayan pulido los defectos de detección y se haya mejorado el lag.