Quería creer la Casa Va'ruun de Starfield no eran una panda de ignorantes y fanáticos. Ahora creo que merecen todo lo malo que les pase

• Aviso: spoilers de Starfield: Espacio Quebrado

Siempre me he negado a creer las habladurías de las Colonias Unidas y el Colectivo Freestar sobre la Casa Va'ruun en Starfield. Si algo me ha enseñado estudiar historia, filosofía y arte es que los prejuicios y la ignorancia suelen llevar al ser humano a cometer las peores atrocidades. Omito los ejemplos para no oscurecer esta publicación en el primer párrafo.

Mi filosofía con la Casa Va'ruun siempre ha sido la misma que mantengo con el resto de creencias dentro y fuera del juego: cree en lo que quieras, siempre que no me obligues a participar en ello. Y el juego permite pensar así. De hecho, me he casado con Andreja en dos ocasiones y ella es una fiel creyente de la Serpiente... aunque he conseguido salvarla del fanatismo religioso durante nuestros viajes.

Espacio Quebrado me hacía especial ilusión. Fue como abrir las puertas de Roma para ir más allá y comprobar cómo eran los denominados bárbaros. Si bien la historia ha demostrado que ni los romanos eran tan civilizados ni los bárbaros tan malvados, el caso de la Casa Va'ruun no ha sido similar.

Pocas bombas caen en Va'ruun'kai

No es la primera vez que digo esto y no será la última: pocas bombas caen en Va'ruun'kai, el planeta de la Casa Va'ruun. Las señales estaban ahí desde el principio, pero decidí obviarlas por una sencilla razón: estaba en su casa, el hogar de Andreja. Debía comportarme en función de las leyes y creencias por las que se rigen. Y así fue que me convertí en Promesa. Más un título que una condición.

Tras la bienvenida, Espacio Quebrado presenta el gran dilema: las tres casas Va'ruun se niegan a ayudar para resolver un problema que amenaza a todo el planeta. Me toca a mí lidiar con todas para resolver sus problemas y animarlas a salvar su hogar. Esto debió ser otra alerta importante, pero seguí adelante.

Mi primera parada fue la Casa Ka'Dic. Orgullosos y poderosos, aunque corruptos hasta la médula. Su líder es orgullosa, arrogante y condescendiente hasta la ofensa. Mi alma de negociador frena mi lengua y me lleva por el camino de la diplomacia. Me envía al rescate de una científica necesaria para resolver el gran problema que aqueja a los Va'ruun. Todo parece honorable y heroico, pero todo es pura fachara.

La realidad es que la Casa Ka'Dic está aliada con los Fanáticos, enemigos declarados tanto de las casas Va'ruun como del resto del universo. Además, la hermana de la líder admite que solo necesitan la investigación de la científica y que puedo dejar morir a todos los presos de los Fanáticos, que retienen a la científica y sus colegas.

Tras completar el rescate de todos con éxito, la líder tiene la desfachatez de argumentar que lo tiene todo controlado y que utiliza a los Fanáticos para sus propios fines. Colaboran y arman a los mismos terroristas que atacan tanto sus propios hogares como a cualquiera que se crucen en los sistemas colonizados. No puedo salir más asqueado del hogar de los Ka'Dic.

Cerdos endogámicos y pedantes, inútiles, enfermos, ruinas, corruptos - Leónidas en 300

La siguiente parada es la Casa Veth'Aal. Su líder no solo es orgulloso, arrogante e inflexible, además no atiende a los ruegos de sus consejeros. Y es peor, porque entre ellos se encuentra su propia prima. Su problema para no ayudar a su planeta me horroriza: quiere que mate a su propio hijo por abandonar el hogar y la fe en la Gran Serpiente. La bienvenida a Va'ruun'kai y los Ka'Dic dejaron claro que la negociación no es posible en este lugar, así que acepto la misión sin rechistar.

No me cuesta demasiado encontrar al joven en una granja alejada de la capital. Se trata de un adolescente que está solo y asustado. Ha sido repudiado por su familia y sabe que su padre ha enviado asesinos en su busca. Su único crimen es no compartir la misma religión y querer explorar la galaxia. Le ayudo a escapar y solo le pido un anillo como prueba de su muerte.

El fanatismo de su padre es tal que no hace ni una mueca al recibir el anillo. La mentira es convincente y la ira de su prima, provocada por la pérdida de su pariente, la convierte en una realidad. Tanto es así que el propio padre defiende al asesino de su hijo de las acusaciones y amenazas. Mi conciencia está tranquila. Ellos no lo saben, pero he impartido un poco de justicia en este planeta podrido. Abandono su hogar todavía más asqueado, si cabe.

Última parada: Casa Dul'Kehf. ¿Su motivo para no ayudar al planeta? Que el resto de casas no lo hacían. Su problema es un caso de suministros médicos extraviados debido a la corrupción a todos los niveles de las casas. Las medicinas fueron a parar a los Fanáticos mientras decenas de personas inocentes murieron por sus heridas en el hospital. Resuelto el caso, su líder me ofrece la última pieza para la solución al problema principal.

Por si el comportamiento de las tres casas no dejan claro por qué bombardearía Va'ruun'kai hasta los cimientos, la misión secundaria El Duelo seguro que te acaba de horrorizar. Dos hermanos discuten y acaban retándose a un duelo a muerte, una tradición de los Va'ruun. Uno lleva años dándole a la bebida debido a la perdida de una esposa y el otro sencillamente se ha cansado de soportarlo.

Os prometo que utilicé cada diálogo, manipulación, persuasión y artimaña para intentar razonar con ellos. Si bien el borracho admite sus errores en privado y está dispuesto a solucionar las cosas, el otro tenía muy claro que deseaba matarlo. Me tocaba supervisar el ritual junto a una mujer.

Cuando agoto todas las opciones, la mujer me entrega una droga para echarla en sus copas y evitar que se mataen. O eso dice ella. Me suena a que quiere quitarse a ambos de en medio. Incluso sin ser así, nunca drogaría a dos peraonas... y menos en contra de su voluntad. Batirse en duelo es su decisión y parte de la costumbre de su pueblo, y encima estaba en su planeta. Era algo que tenía que pasar... o que pasaría más adelante.

Mantuve la esperanza de que no se matarían, que durante el combate recapacitarían. Una vez más, esperé demasiado de los Va'ruun. El hermano borracho muere a manos del otro, que se alegra de su muerte y no guarda arrepentimiento. La mujer me acusa de ser el responsable por no drogarlos. ¿Adivinas qué pasó? El hermano me defiende y justifica el asesinato.

Recapitulemos la imagen que ha dado la Casa Va'ruun al único extranjero que ha estado en Va'ruun'kai desde tiempos que no se recuerdan: corrupción a todos los niveles, una absoluta falta de moral y ética, cero responsabilidad social y política, hipocresía, ignorancia y un fanatismo religioso de manual. Su culto justifica el asesinato de hermanos, hijos y científicos inocentes.

Acusan a los Fanáticos de darles mala fama, pero la Casa Va'ruun hace exactamente lo mismo. La única diferencia entre ambos es la cantidad de burocracia, politiqueo y tradiciones que añaden al proceso para lograr el mismo fin: acabar con cualquiera que no responda a sus intereses.

En el fondo, no han dejado de ser los mismos extremistas políticos y radicales religiosos que fueron en el pasado. Lo único que les impide serlo abiertamente (como los enajenados de los Fanáticos) es que no tienen las armas más grandes. Y precisamente están al borde de la extinción por intentar tenerlas.

Al acabar la historia principal, las tres casas me preguntan quién debería gobernar. Compartir el poder no está entre las opciones. Mi respuesta es la siguiente: "Ninguno estáis en facultad de liderar. Creo que la casa Va'ruun está muerta, y muerta debe permanecer". La respuesta de la casa Va'ruun es acusarme de traición, declararme persona non grata y sentenciarme a muerte en cuanto abandone el planeta.

¡Y para colmo Andreja casi rompe su matrimonio conmigo! Después de todo lo que hice para salvar Dazra, la capital de los Va'ruun, tiene el valor de llamarme egoísta por decir la verdad: que ninguna casa merece gobernar ni un patio de recreo. "Tienes que hacerlo mejor. Tienes que ser mejor", me dice Andreja antes de acceder a quedarse a mi lado tras disculparme. Hasta dónde llega el fanatismo religioso... Pocas bombas caen en Va'ruun'kai.

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