La primera partida de mi vida a Dungeons & Dragons está siendo con Baldur's Gate 3 y no puedo flipar más con el RPG de fantasía

Era inevitable que terminase sucediendo y realmente quería desde hace mucho que pasase. Desde que mi compañero Frankie tuvo a bien regalarme Baldur's Gate 3 en agosto, el RPG de fantasía de Larian Studios me ha mirado con ojitos desde la biblioteca de Steam. Tuve una primera intentona de apenas dos horas, un acercamiento durante los calurosos días de verano que me convenció de que estaba ante algo grande, pero todo se fue al garete.

No recuerdo si fueron las vacaciones, la desidia o el trabajo, pero no volví a retomar mi aventura... hasta ahora. He decidido lanzarme de una vez por todas a descubrir el universo de Dungeons & Dragons por primera vez y sin haber tenido un dado de rol en mis manos jamás. No pienso repetir tirada, respetaré las pifias y rezaré para que mi destino sea lo más psicodélico posible.

La picaresca ante todo

Antes de lanzarse a un viaje épico hay que prepararse para el camino y, como no podía ser de otra manera, me he tirado más de una hora frente al editor de personajes calculando cada detalle. La cantidad de opciones es realmente grande y no me extraña que se haya hecho popular la costumbre entre la comunidad de invertir mucho tiempo en este apartado. Para hacerlo todo más sencillo, aquí debajo os ilustro con una plantilla todas mis elecciones.

Debido a que soy un apasionado del sigilo y de las estratagemas más ruines con las que aprovecharme de la gente, he decidido ser un Pícaro muy travieso. Durante los combates me enfocaré en sacar ventajas a través del sigilo y dejaré el trabajo duro para el resto de mis acompañantes. Es más, pretendo evitar el mayor número de batallas, ya que el objetivo es el de sacar partido de las situaciones a través de las tiradas que surjan con los diálogos. La elección de ser Tiefling no responde a ningún criterio especial, más allá de que la apariencia de la raza me parece resultona  junto al atributo de ser imnune al fuego. Eso sí, me llamó la atención que los dracónicos apenas tienen atributos extra.

Por ahora no tengo ni la más remota idea de quién es mi guardián, a pesar de crearlo de arriba a abajo. Me he decidido por una Elfo, con subraza de Alto elfo, ya que creí que debía tener a mi lado alguien que domine mucho mejor la magia que yo. Todavía no le he visto la cara a la muchacha ni conozco su verdadera función, ya que he estado muy ocupado intentando huir de la nave de los Azotamentes.

Los malditos Ilícidos parecen los villanos perfectos: da miedo mirarles a la cara, controlan tus pensamientos y navegan en un barco volador con capacidades de teletransportación. Todo ello sin tener en cuenta que convierten a la gente a través de gusanos que te inyectan por el ojo. Debo huir ante tan cruel destino y la primera barrera con la que me encuentro es que me abruma el HUD de Baldur's Gate 3.

La única interfaz similar a la que me enfrenté en mi vida fue con el personaje que tuve durante unas semanas en World of Warcraft y aquello sucedió hace 16 años. Larian Studios ha hecho todo lo posible para implementar tutoriales constantemente, pero los primeros instantes son de cierto agobio. Lo mejor para aprender es practicar el ensayo y el error, así que mi primer cometido es el de salir con vida del cautiverio de los Azotamentes.

La nave se va a ir al reverendo carajo, así que me hago amigo de Nos, un cerebro con patas que representa la primera señal de que nada va a ser normal en este juego. Tras sumar al equipo a Lae'zel, toca intentar sacar de su cápsula a Corazón Sombrío, pero desconozco el método para conseguirlo y me dirijo al puente de mando. Me escabullo sibilinamente entre el enorme Tiefling y el Azotamentes que luchan para por fin estrellarme al pie de una playa.

Reclutamiento para las ruinas

El cañonazo ha sido de época, pero ahora toca recomponerse para averiguar dónde están los demás y así poder sacarme del cerebro el dichoso gusano. Me encuentro con Corazón Sombrío en plena refriega, así que le echo un cable y la sumo a la causa, aunque con el clásico recelo que tiene la muchacha a abrirse. Dando una vuelta por los restos de la nave me encuentro con al lenguaraz Astarion, el cual convenzo en un instante de que lo mejor que puede hacer es venirse conmigo.

A estas alturas de la partida todavía estoy muy confuso respecto a lo que puedo y no puedo hacer, pero sobre todo mi mayor miedo es el de no saber sacarle el máximo partido al enorme abanico de posibilidades que tengo. ¿Qué diferencia hay entre la acción y la acción adicional? ¿De qué depende que mis ataques sigilosos funcionen? ¿Cuándo puedo hacer que todo el grupo descanse en el campamento? Insisto en que un RPG táctico como este es desconcertante para los novatos en el género, pero poco a poco me he ido haciendo las mecánicas.

Eso sí, ha sido a base de morir como un auténtico condenado. Las ruinas que hay junto a la playa me llaman tanto la atención que fuerzo la cerradura gracias a mi maestría como ladronzuelo. Es aquí cuando detecto que en Baldur's Gate 3 las tiradas son constantes, ya que hay situaciones en tiempo real que precisan de las características pasivas de los personajes. Dicho de otro modo, en cuanto entré en la cripta vi que las tiradas de percepción eran continuas y me revelaban la ubicación de las trampas. Realmente útil la verdad, aunque no me permite abrir el sarcófago de la sala central.

Me adentro un poco más por los pasillos y me topo con un grupo de saqueadores que no median ni una palabra antes de ser agresivos, por lo que me encuentro con un campo de entrenamiento perfecto. Pude morir perfectamente siete veces, pero en todos los intentos aprendí valiosas lecciones. Ahora sé que debo examinar a los contrincantes para encontrar debilidades, sé que puedo separar al grupo para moverlos de forma independiente, cómo jugar con el escenario a mi favor y qué recursos debo tener en cuenta en cada momento.

No fue una frustración tener que cargar partida, ni mucho menos, ya que las disputas son realmente entretenidas. Me ofrecen la posibilidad de pensar con muchísima calma que quiero hacer, anticiparme varias jugadas en el futuro y experimentar con mi imaginación. Además, detalles como poder quemar una puerta porque no tengo la llave para abrirla es maravillos y seguramente será una minucia comparado con lo que el juego será capaz de ofrecerme más adelante.

Lo que sí le pude ofrecer a Glimblebock es que Mari y Barton estaban bien muertos, especialmente tras conocer el nombre de ambos por haberle leído la mente. Le he metido semejante miedo en el cuerpo que dudo que vuelva a tener las agallas de enfrentarse a mí. Aunque con Baldur's Gate 3, lo más probable es que cuando lleve 50 horas encima salgan de una esquina para cortarme el cuello. Y es por eso por lo que voy a adorar este juego.

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