Al igual que es absolutamente imposible pensar en Mario y no recordar el color rojo en la mascota de Nintendo, lo mismo sucede con el protagonista de la saga The Legend of Zelda. Link lleva con nosotros más de 35 años y, a pesar de que lo hemos podido disfrutar en variantes como el azul, es inconfudible su presentación con la ropa verde.
La insistencia en que el personaje mudo siempre lleve ese color no se debió a un capricho de la compañía japonesa, sino a la escasa capacidad de elección que ofrecía la NES. El lanzamiento del primer título de la franquicia, allá por 1986, nos presentaba a una suerte de elfo con espada, escudo y ropajes verdosos que ya son icónicos de los videojuegos.
Esa apariencia se ha repetido en multitud de consolas y títulos con el paso del tiempo y finalmente fue el propio Shigeru Miyamoto, director del primer The Legend of Zelda, el que resolvió el motivo detrás del por qué del color verde. Así lo explicó en 2012 en Gamekult:
En realidad, el sprite de Link fue dibujado por el señor [Takashi] Tezuka. En aquella época, como sabéis, la NES era muy limitada, y sólo se nos permitían tres colores diferentes. Y, sin embargo, queríamos un personaje reconocible. Lo que quería por encima de todo era que usara su espada o su escudo, y que fuera visible. Así que le hicimos armas grandes para que fueran reconocibles en pantalla.
Luego tuvimos que crear un héroe que pudiera distinguirse con esas armas, a pesar de su pequeño tamaño. Así que pensamos en un sombrero largo y grandes orejas. Nos recordaba a un personaje de hada, así que optamos por un elfo. En aquella época, un personaje con orejas puntiagudas también significaba Peter Pan, y como me gusta tanto Disney, empezamos a inspirarnos en él. No completamente, por supuesto, de lo contrario no habría sido genial...
A partir de ahí, pensé que el verde de Peter Pan le quedaba perfecto. Y como estábamos limitados a tres colores, y había muchos entornos forestales en el juego, el verde sobre verde le quedaba bastante bien, así que nos decantamos por él.
Así pues, el desarrollador nipón tomó su gran interés por la factoría animada de Disney para crear su propia versión de Peter Pan, pero fue el sistema el que le obligó a escoger entre únicamente tres colores distintos. Evidentemente, quiso que Link fuese lo suficientemente reconocible para el jugador, así que el verde fue la opción que se tomó, ya que no había muchas más opciones encima de la mesa.
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